viernes, 10 de mayo de 2013






¡Que viva México! (y 13) Adiós a Méjico





Por Antonio Ayllón


Aunque parezca mentira sólo encontramos un servicio diario que hiciera el trayecto de San Luis de Potosí a Guanajuato y, además, a las 7 de la mañana. No hubo más remedio, pues, que madrugar de nuevo y, sin desayunar, coger este autobús. Menos mal que era un Primera Plus y que, en el caro precio, estaba incluida una bolsita con "bocata", bebida y galleta. 3 horas después llegamos a la Muy Noble y Leal Ciudad Real de Mina Santa Fe de Guanajuato, Patrimonio de la Humanidad y Capital Cervantina de América, de la que tantas alabanzas y elogios habíamos ya recibido. A la Joya de América, a la "inimitable con maravilloso sabor antiguo", a la encantadora y hermosa ciudad del auge minero, a la de sus inigualables estudiantinas y magnas callejoneadas, al mayor centro productor de plata del mundo a finales del siglo XVIII, a la de "Bellas Artes a todas partes", a la ciudad hermana de Toledo por el trazado de sus calles y callejones así como por su imagen urbana, a la de sus raras y espectaculares calles y avenidas subterráneas, únicas en el mundo... Y así podríamos seguir, varias líneas más, "piropeando" a una de las más importantes ciudades mejicanas. 

De Veracruz al Bajío
como fuerte torbellino
el padre Jarauta vino
lleno de ardor y de brío.
Y Paredes y Doblado,
que admiraban su valor,
diéronle mando y rigor
en la sierra y en el prado.
Pero la suerte inhumana,
envidiando su osadía,
lo coge en "La Gritería"
y lo mata en Valenciana.
Queda su recuerdo grato
y sus hechos como pauta,
ya que fue el padre Jarauta
un patriota en Guanajuato.

Sirva este corrido popular narrando las hazañas de un cura español -Domenico de Jarauta- en la lucha contra los norteamericanos para introducirnos en esta bella ciudad que se ubica al pie de la Sierra de Guanajuato. Parecida en su forma a un pueblito andaluz -sólo que, en vez de tener todas sus casas blancas, están pintadas de todos los posibles colores fuertes y chillones-, a Guanajuato se viene a "callejear" cuesta arriba cuesta abajo, de una plaza a otra, de iglesia a catedral, de parque a jardín, de tienda a museo, y así los días que se quiera admirando siempre el bonito paisaje y el singular paisanaje. Se ven ya bastantes japoneses por aquí, o quizás sean coreanos o chinos "emergentes", jóvenes norteamericanos, muchos mejicanos y bastantes europeos. La impresión que nos llevamos es que aquí está "la movida" en Méjico, en sus limpias calles, en sus bellos edificios restaurados, en su seguridad, en su clase media, en sus estudiantes universitarios, en sus cafés y restaurantes, en su poco tráfico y contaminación -a lo que ayuda su comunicación a base de túneles subterráneos que cruzan el centro histórico por debajo-, en su perfecta señalización de los monumentos, en sus bancos para sentarse por doquier, en sus papeleras y en sus numerosos y gratuitos actos culturales.

Pero como no es oro todo lo que reluce también hay que decir que nos hemos llevado la impresión de que Guanajuato "se lo tiene creído" y que se está "durmiendo en los laureles". Partes del centro histórico están muy descuidadas, hay fachadas que lucen desconchadas, recodos negros que huelen a pis, cableados de electricidad y teléfono que cuelgan por todos lados, edificios vacíos que acumulan escombros, en fin no seguimos, que tengan cuidado y no les quiten las ayudas que reciben de la Unesco.

La plaza más bella en el centro de la ciudad es el triangular Jardín de la Unión, rodeado de restaurantes, tiendas y hoteles, y con magníficos laureles de la India plantados en 1903 por las esposas de los embajadores extranjeros de entonces y cortados, a escuadra y cartabón, en forma de cubo.
El mejor museo que vimos fue el de la Casa de Diego Rivera. Aquí nació en 1886 y vivió los primeros seis años de su niñez. La planta baja alberga muebles y objetos de la época para evocar el ambiente familiar y el de su infancia, y en las plantas superiores se expone una colección de obras suyas, que es una de las más completas del mundo al estar representadas todas las distintas etapas de su trayectoria artística. Su etapa de formación, la cubista, la neoimpresionista, la mejicanista, la neoclásica, etc. están presentes en retratos, paisajes, desnudos, alegorías, bodegones, litografías, acuarelas y bocetos de murales. También hay una magnífica cronología de su vida y obra en el patio de la casa y una copia de su famoso mural "Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central" en la planta superior.


También fuimos al Museo Iconográfico de Quijote. La historia de amor entre Guanajuato y Cervantes se remonta a 1953, año en que empiezan a representarse los Entremeses Cervantinos, a lo que siguió el Festival Internacional Cervantino anual desde 1972 y el Coloquio Cervantino Internacional organizado por este museo desde hace 22 años y que es uno de los 3 foros cervantistas más importantes del mundo. Así que se puede decir que en Guanajuato "Don Quijote cabalga por todos los ámbitos". Con más de 900 obras relacionadas con Cervantes y El Quijote, el patrimonio del museo se compone de pinturas al óleo, acrílicos, grabados, esculturas, artesanías, porcelanas... La Capilla Cervantina tiene una trilogía mural quijotesca del pintor Gabriel Flores, y en la Sala de Porcelanas y obras artesanales puede verse la 1ª edición y traducción del Quijote en 1612, que fue probablemente la que leyó Shakespeare. 

Dos museos a los que no fuimos fueron el famoso y "grotesco" de las Momias porque ¡para qué ver más de 100 momias! y el de historia llamado "Alhóndiga de Granaditas" por sentirnos discriminados. Era domingo cuando fuimos y era gratis, pero ¡qué le vamos a hacer! no para extranjeros, que tenían que pagar. Como no estábamos muy interesados, les dijimos pues adiós mientras una pareja mejicana joven ponía "verdes" a los dos guardias de la entrada que no nos dejaron entrar. ¡Qué culpa tendrían ellos!
Aprovechamos para subir a ver el Monumento a El Pípila. Nati en funicular y yo a pie por las callejuelas monte arriba. ¿Adivinan quién llegó primero a la cima? Pues yo, claro. El monumento se erigió en honor de este joven minero, así apodado, que incendió las puertas de entrada del fuerte de la Alhóndiga (alhóndiga significa "almacen" en árabe), en donde se resguardaban las tropas españolas, logrando así que entraran los rebeldes y consiguieran su primera gran victoria en la Guerra de la Independencia mejicana. Las vistas panorámicas de la ciudad desde allí arriba son espectaculares. Se ve todo, hasta las tres minas de las montañas: la redondeada Mina de Rayas, la vertical Mina de Cata con el Templo del Mellado casi en la cima, y el famoso Templo y Mina de la Valenciana, en donde se descubrió en 1558 una de las más ricas vetas de plata y oro del mundo, y que produjo el 20% de la plata que se extrajo en el mundo durante ¡¡250 años!! (la misma veta de 23 km alcanza las tres minas).

Precisamente hacia La Valenciana encaminamos nuestros pasos al día siguiente. La visita a la mina, una estafa. Y el templo, el más hermoso de Guanajuato. La mina: unas simples escaleras. Pagamos 35 pesos cada uno, nos pusieron unos pesados cascos de minero inútiles porque no los necesitas, se nos  "pegó" un guía que era un antiguo minero ya jubilado, bajamos unos 60 metros por las escaleras de un "agujero" y, con explicaciones muy someras, volvimos a subir por la misma escalera. Y eso fue todo en unos 15-20 minutos. Nada que ver con el magnífico recorrido en la Mina El Edén de Zacatecas, en cuyas entrañas pasamos una hora y pico.

Al lado de la boca-agujero de la mina se encuentra el bello Templo de La Valenciana, también conocido como la Iglesia de San Cayetano, construido con los grandes beneficios que produjo la mina en el siglo XVIII. ¡Qué manía la del Conde de Rul, el patriarca de la plata de La Valenciana, de explotar a los mineros y luego, supongo que para congraciarse con Dios, construir una espectacular iglesia churrigueresca! La fachada es imponente y está muy bien preservada, al igual que sus tres extraordinarios retablos dorados del interior (el del altar mayor y los dos laterales). Son éstos unos de los escasos exponentes que se conservan de los "grandes retablos barrocos del siglo XVIII" de los que Méjico estaba lleno y que, en su inmensa mayoría, han desaparecido. ¡Seguro que los villistas, que fundían las campanas de los templos para hacer cañones, vendían también estos retablos para pagar a la soldadesca! Una pena. En fin, destaquemos también en su interior tres enormes cuadros-murales con perspectiva de punto muerto pintados por Luis Monroy en 1885.


En la ciudad nos gustó la Basílica, aunque no tiene ni un solo retablo barroco original, el Templo de San Diego y el de la Compañía de Jesús. El famoso Callejón del Beso estaba lleno de gente y turistas haciéndose fotitos y lo dejamos ir.

También visitamos el "Santuario de Cristo Rey-Oasis del Espíritu" en el Cerro del Cubilete, a unos 40 km de Guanajuato. Lugar de peregrinación de los mejicanos, con una basílica moderna y sobre ella, de pie, la enorme estatua de 20 metros en bronce de Cristo Rey, merece la pena visitarse para ver las extensas panorámicas del valle y sierras circundantes. Se dice que el sitio en el que está ubicada esta montaña es el centro geográfico exacto de Méjico y por eso, dicen que los mejicanos tienen a Jesús en el "corazón de su país". Añadamos que la línea de autocares que te lleva al cerro se denomina "Autobuses Vasallo de Cristo" y que, en otro orden de cosas, las minas de Guanajuato, incluyendo La Valenciana, continúan siendo explotadas por la empresa canadiense "Endeavour Silver".

¿Algo más que decir de los guanajuatenses? Pues sí, su magnífica oferta cultural. Aquí van los actos a los que asistimos en nuestros cinco días de estancia en la ciudad (y todos gratuitos):

Películas:
* The Young Lions (Dmytrik), "La ira de los dioses", en el Ciclo de Films de Guerra programado por el Cine Club de la Univ. (unas 50 películas durante un mes, dos y tres pases diarios)
* La Reyna Infiel (danesa) en el Ciclo de Cine Nominadas al Oscar, en la Capilla Barroca de Museo del Pueblo
* Hable con ella (Almodovar) en el Ciclo Producciones El Deseo, en el Museo Casa Diego Rivera
* La Princesa Mononoke, en el Cine Club infantil de la Casa de la Cultura
Conferencias:
* Cervantes y Shakespeare, por el Dr. Frank Robert Loveland Smith (en perfecto español), en el Museo Iconográfico del Quijote
* Parodia, humor e ironía en "Lolita" de Nabokov, por el Dr. Ignacio Díaz Ruiz (UNAM), en el mismo museo
* Lectura de cuentos de García Marquez, en el Teatro Juarez
Música: 
Magna Callejoneada-Noches de Estudiantina, conmemorando el 50 Aniversario de la Estudiantina de la Univ. de Guanajuato (la 1ª en América) en la Plazuela de San Roque
Hasta vimos una sentida manifestación el 22 de abril por las calles céntricas de la capital cortadas al tráfico y encabezada por una gran pancarta en la que decía: "Un día como hoy en 1937 fueron asesinados 6 valientes mineros que, desafiando a su patrón, fundaron un sindicato minero para proteger los derechos de los trabajadores. Por eso se les recuerda con honor y orgullo". Con jóvenes tocando tambores, marcha fúnebre y mucha gente en la comitiva.

Hay que decir que el "Programa de Eventos Guanajuato abril 2013" que tuvimos en nuestras manos contenía diariamente varios espectáculos de cine, música, literatura, teatro, conferencias, talleres y exposiciones; que los museos, parques y teatros prestan gratuitamente sus instalaciones; y que esto es posible por los más de 20.000 universitarios que tiene la ciudad. En particular, nos sorprendió gratamente ver que la mayoría de los museos tienen una sala con su "home cinema" y que un encargado cualquiera del museo puede ponerlo a funcionar. Tan solo un ejemplo: llegamos al Museo-Casa Diego Rivera para ver el film de Almodóvar a las 17 horas, lo dijimos a la entrada y nos contestaron: "Suban a la segunda planta que ahorita mismo se lo ponen", vimos que el vigilante de la entrada hablaba por un walkie-talkie y, diez segundos después, ya nos estaba esperando arriba otro encargado, que nos puso la película para nosotros solos. Empezado el film vimos que entraba alguna persona más. Todo muy informal y eficaz. 

Hay que destacar también el magnífico programa del MIQ (Museo Iconográfico del Quijote) con los siguientes programas semanales: Lunes de Cine, Martes de Artes, Miércoles de Letras (conferencias de temas literarios o Círculos de Lectura) y Jueves musicales.

De Guanajuato a San Miguel de Allende no hubo necesidad de madrugar. La empresa Flecha Amarilla tiene cuatro autocares diarios y cogimos el de las 11 de la mañana. A la una y pico estábamos ya en el hotel. La ciudad, apacible y algo vetusta, nos recibió con un calor veraniego -y eso que estamos al igual que Guanajuato, a casi 2.000 metros de altitud- y ¡ay! un montón de "gringos viejos" mayores que nosotros, bien visibles en las calles desde el primer momento. El nombre de la ciudad proviene de su fundador, el fraile franciscano Juan de San Miguel, y de Ignacio Allende, caudillo y mártir de la Independencia, ya que fue capturado y ejecutado aquí. Es una ciudad virreinal muy bella, de calles empedradas, mejor cuidada y restaurada que Guanajuato, con una catedral muy hermosa -tiene 3 extrañas torres neogóticas rosas con agujas que la asemejan a una iglesia alemana-, 12 bellos templos, una bonita plaza de armas (El Jardín Principal), otro parque estupendo (el de Benito Juarez) y muy limpia. Es más fácil de recorrer que Guanajuato al ser más llana y, aunque la ciudad se extiende por las laderas de las colinas, su gran casco histórico es casi llano.


Sin embargo, San Miguel tiene dos problemas y, más, viniendo de Guanajuato. El primero es el "contingente norteamericano". De sus 65.000 habitantes, se calcula que más de 10.000 extranjeros, principalmente jubilados estadounidenses, viven o tienen casa aquí, lo que altera considerablemente el paisaje local de esta ciudad y, lo que es peor, tira hacia arriba de los precios hasta hacer de San Miguel la ciudad más cara para vivir en Méjico. ¡Hasta en Cancún pagamos menos de hotel! ¡Y qué propinas dejan los gringos, madre mía!

Me vino a la mente aquello de:
"El Mosquito Americano
ahora acaba de llegar;
Dicen se viene a pasear
A este suelo mexicano."


El segundo problema es el páramo cultural, agudizado viniendo de donde veníamos. Ni un solo museo que mereciera la pena, ni centro cultural, ni una buena librería ni actividad interesante. Todos los actos que se detallan en la revista bilingüe "San Miguel Guía" son "business-oriented". Ahí vimos anunciadas cosas como "Dinner & A Movie" or "Lunch & A Movie for only 240 pesos" en una cafetería-restaurante que llaman Cinema Splendor o películas diarias en el Movie Pocket Theatre por 80 pesos, lo que incluye bebida y ¡horror! palomitas.
Aun así, antes de irnos de San Miguel, asistimos el sábado 27 de abril al Primer Encuentro de Tunas y Estudiantinas celebrado en la Plaza Cívica. De las cuatro tunas que participaron la agrupación que más nos gustó fue la Tuna Tradicional y el espectáculo, en general, fue interesante.
Tampoco hay mucho que ver fuera de San Miguel. Tan solo algunos balnearios y un santuario, el de Atotonilco, y de ambos, "pasamos" a estas alturas del viaje.

Así que, después de estar tres días con los sanmiguelenses, nos fuimos a la última ciudad virreinal de nuestro recorrido: a la Muy Ilustre Ciudad de Santiago de Querétaro, ubicada como muchas otras en el centro de un valle y casi en el centro de Méjico, y que se anuncia con frasecitas como: "Querétaro, ven, vive y siente" o "Suertudo, vives en Querétaro". Además, ir de San Miguel a Querétaro es fácil, hay un autocar cada media hora y se tarda menos de dos horas en llegar.

Querétaro feliz, sí justamente
La Fama Vocinglera te pregona
Joya Preciosa de la Real Corona
Del Monarca más justo y más clemente.

Considerada a veces como el "patito feo" de las ciudadades de la Ruta Virreinal, Querétaro, otra ciudad Patrimonio Mundial de las 27 listadas por la Unesco en Méjico, no desmerece mucho de las demás. Venir aquí, a la cuna de la Independencia de Méjico, es encontrarse con tranquilidad, limpieza y seguridad mientras se descubren, en su gran centro, museos, sitios históricos y hermosas plazas situadas entre calles adoquinadas y bellos edificios civiles y religiosos de los siglos XVI al XVIII.
Así que dimos vueltas y vueltas por el Jardín Zenea, la plaza principal con kiosko y fuente del siglo XIX; por el Jardín Gerrero, que estaba en obras; por el pequeño Jardín de la Corregidora y  por la Plazade Armas, también conocida como Plaza de la Independencia. Todo ello peatonal, como debe ser. 

Más lejos, paseamos por la extensa Alameda Hidalgo; subimos al Cerro de las Campanas, que más que un cerro era un panteón rodeado de zonas verdes donde fusilaron al emperador francés Maximiliano de Habsburgo; y nos acercamos al Mirador para ver el emblemático Acueducto, un icono queretano de 74 arcos construido entre 1726 y 1735 por el Marqués de la Villa del Villar del Águila a petición de la religiosa Sor Marcela por "los grandes males que la escasez y la contaminación del agua provocaban". Aquí, en el cercano Panteón de los Queretanos Ilustres, se lee que a este insigne benefactor se le debe la introducción del agua potable en la ciudad y que el mismo marqués cooperó con 88.287 pesos de su "propio caudal" y dirigió personalmente la "grandiosa obra".


De los templos, el más hermoso que vimos fue el de Santa Rosa de Viterbo, una verdadera joya de la arquitectura barroca con seis grandes retablos dorados laterales enormemente bellos, pero en el que falta, significativamente, el del altar mayor. El porqué lo destruyeron dejando intactos los laterales es, para nosotros, un misterio.

Un misterio que se repite con el Templo del ex-convento de Santa Clara, ubicado más en el centro de la ciudad. "Construido por los indios en 1606 -como se lee en una placa fuera de la iglesia- y habitado por las monjas clarisas desde 1633 hasta su exclaustración en 1864, fue uno de los más importantes y opulentos de la Nueva España". Pues bien, en su interior lucen 6 maravillosos retablos dorados barrocos laterales, "de los más exuberantes de la época, realizados entre 1770 y 1780 por Luis Ramos, Pedro de Rojas y Francisco Martinez", pero el retablo del altar mayor neoclásico, que data de 1845 desentona. ¿Qué habrá sido del bello original? 

Por lo demás, en el Templo de San Francisco no hay nada que destacar, al igual que en la Catedral, la más anodina quizás que hemos visto en Méjico. También nos acercamos al interesante Templo de la Santa Cruz para ver su famosa Cruz de Piedra de 1531 dentro de la iglesia. Allí está escrito que "al pie de esta cruz los frailes cortaban la cabellera a los neoconversos y los bautizaban". En este mismo lugar se libró una batalla hacia 1650 en la que, se dice, los otomíes se rindieron a los españoles "ante la milagrosa aparición de Santiago" y aquí también tuvo su cuartel general el emperador Maximiliano poco antes de que se rindiera y fuera ejecutado. Lo que no vimos fue el famoso "Árbol de la Cruz", que crece en el huerto del convento con "espinas en forma de cruz", dado que el paso al jardín del huerto estaba cerrado y no abrían hasta la tarde, pero ya no volvimos.

En cuanto a museos, nos dimos un paseo por el ecléctico MaQro (Museo de Arte de Querétaro). Dignas salas con pintura europea flamenca del XVI y mejicana del XIX, pintura manierista en Méjico de los siglos XVI y XVII, y arte novohispánico y pintura barroca de los siglos XVII y XVIII. Ya se nos van haciendo familiares grandes pintores de aquí como Miguel Cabrera, Nicolas Correa, Manual Antonio Martinez de Pocasangre y los Baltasar de Echave, Luis Juarez, etc. 


De las 3 exposiciones temporales que había nos pareció muy interesante la Retrospectiva (40 años) del pintor cubano Hernán García, que ya ha expuesto en Madrid. No podemos dejar de mencionar que el museo tiene en su centro un patio barroco con un magnífico claustro, uno de los más bellos de Latinoamérica. "El claustro bajo representa al mundo y a la naturaleza, la fuente en el centro a Cristo -fuente de vida eterna- y el claustro alto a la Iglesia y sus ministros". Todo ello con gran cantidad de elementos iconográficos.

Mencionemos también la buena oferta cultural de Querétaro. Lamentablemente nos íbamos ya pero en la revista "AsomArte. Qué hacer en Querétaro" de este mes de mayo se incluyen varios ciclos de cine: "Triunfadoras de la década" y "Grandes Maestros del Cine", un "Ciclo Documental" con biografías del History Channel 2006, otro sobre "El Imperio de la Ingeniería" y un Cine Fórum de Cine Chicano. Todo ello en el Centro Educativo y Cultural del Estado de Querétaro con, además, conferencias "Sábados de Ciencia para Todos", proyecciones de Conciertos Musicales en dvd y un Cine Club familiar, entre otras actividades.

También, en el Cine Teatro Rosalío Solano está, ahora en mayo, la 54 Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional con films destacados en Cannes el año pasado, un Cine Club en Blu-Ray semanal (ciclo: Supremacía de Hitchcock III), Ópera en Blu Ray (un buen ciclo de óperas de Haendel, Verdi, Donizetti y Richard Strauss), Danza, Eventos Especiales... para qué seguir. Se hace realidad eso de "Suertudo, vives en Querétaro" para todos los amantes de la cultura. ¿Es que no podían hacer lo mismo el Thyssen o el Reina Sofia, sin hablar del mastodóntico Prado? Actos culturales semanales sencillos, significativos, sin alharacas y al menor precio posible, como los de Querétaro, sí señor, que no es tan difícil. Y agrupados en un práctico programa mensual (20.000 ejemplares) de 50 páginas. Por si a alguien le interesa: www.asomarte.com editado por la Secretaría de Turismo y el Instituto Queretano de la Cultura y las Artes.

Fuera de Querétaro nos dimos una vuelta por el pueblito mágico de Bernal (4.000 habitantes) para ver a su "eterno guardián", La Peña de Bernal, y subir hasta casi su cima. Este enorme "pedrusco", perdón "monolito", el tercero más grande del mundo después del Peñón de Gibraltar y del Pan de Azúcar de Río, se formó en el periodo jurásico, hace 65-80 millones de años, tiene un peso de 2 millones de toneladas, se encuentra a una altura de 2.215 metros y está formado por roca "traquítica y porfiroide". Su formación se debe a una erupción volcánica al formarse la Sierra Madre Oriental y la Occidental, y anuncia el principio de otra sierra: la Sierra Gorda. El vocablo Bernal es de origen vasco y significa "peñasco". Cuenta la leyenda que al aproximarse los conquistadores españoles a esta zona y ver La Peña exclamaron: "Éste es un Bernal como los que existen en el mar y en los valles". Y con Bernal se quedó.

Bueno, pues hasta este peñasco considerado como territorio sagrado desde tiempos prehispánicos, subimos. Hasta el último mirador, a unos 300 metros de su base. Nos encontramos subiendo a muchos mejicanos jóvenes, algún que otro turista extranjero y hasta una "japonesita" que no hacía más que empaparse el sudor de su cara con un pañuelito blanco mientras charlamos con ella unos minutos. Tardamos una hora y media en subir y eso sí, una vez más, las vistas desde arriba de todo el valle eran magníficas.

Otra excursión muy interesante, que no pudimos hacer por falta de tiempo, es ir a la famosa Sierra Gorda y a las Misiones. Está lejos, a 200 km, y, aparte del paisaje de la sierra, tiene el aliciente de ver por allí las Cinco Misiones Franciscanas declaradas Patrimonio Mundial. Son, al parecer, cinco templos de belleza excepcional fundados por Fray Junípero Sierra en el XVIII, magníficas muestras del barroco mestizo mejicano, sin igual en el país, y con fachadas ricamente elaboradas. En fin, para otra ocasión, que ¡ay! ya no volverá.

Dos horas y media después en autobús, ya estábamos en la capital, en la Gran Tenochtitlán, en la que pasamos la última semana de nuestro viaje.

"Este es el lugar de nuestro descanso y de nuestra quietud y grandeza; aquí ha de ser ensalzado nuestro nombre y engrandecida la nación mexicana; ha de ser conocida la fuerza de nuestro poderoso brazo y el ánimo de nuestro valeroso corazón...
Este lugar manda se llame Tenochtitlán para que en él se edifique la ciudad que ha de ser reina y señora de todas las demás de la tierra." 
(Código Durán, siglo XVI)

Pues "reina y señora de todas las demás" no lo sé, pero sí de las más pobladas del universo. ¡Uuy madre mía, otra vez la marea humana de la azteca Tenochtitlán, con sus ruidos ensordecedores y su enorme metro convertido en un bazar donde todo se vende y cuyos vagones entran en las estaciones a "toda leche" y frenan como si fueran el Ferrari de Fernando Alonso! ¡Qué tortura! Lo malo es que, lamentablemente, esta vez iba de últimas:


*** Las últimas "ruinas": Las Pirámides de "Teotihuacán", palabra que en azteca significa "el lugar donde los dioses fueron creados".

"Y toda la gente hizo adoratorios al Sol y a la Luna.
después hicieron muchos adoratorios menores, allí hacían su culto
y allí se establecían los sumos sacerdotes de toda la gente.
Así se decía Teotihuacán,
porque cuando morían los señores, allí los enterraban.
Luego encima de ellos construían pirámides, que aún ahora están."

"Un recuerdo es cada piedra/Que toda historia vale/Cada colina un secreto/De príncipes y galanes." (José Zorrilla)

Recorrer Teotihuacán, la ciudad más importante del Méjico antiguo y uno de sus centros culturales más poderosos, después de ver las maravillas de Palenque, Chichén, Tikal y Copán, decepciona un poco. Es cierto que ésta es la peor época para visitarlas. ¡Tendríamos que haberlo hecho a finales de noviembre, cuando llegamos! Ahora no hay ni una brizna de hierba, ni un maldito árbol donde cobijarse del calor, todo seco, árido (mayo es como agosto en España). Y preparaos a caminar, bajo un sol implacable, porque de la primera a la tercera (y última pirámide) hay 2 kilómetros. Pocos turistas a la vista y, eso sí, un trazado urbano bien articulado por ejes ortogonales y grandes avenidas.

En el bus de ida, con 3 ó 4 cristales cuarteados a balazos -la seguridad aquí es grande por temor a los atracos: nos filmaron al subir y la policía se sube en las paradas intermedias y hasta cachea a ciertos pasajeros- vimos los restos de un terrible accidente en la carretera ocurrido horas antes: un camión cisterna destrozado, varios coches calcinados y muchos muertos y heridos de las casas colindantes, según nos enteramos al día siguiente. Tardamos más de una hora en llegar.

Nada más entrar te das de bruces con el Templo de Quetzalcóatzal (o Pirámide de la Serpiente Emplumada) y con La Ciudadela, el centro de control político-administrativo de la ciudad con una capacidad para albergar, por aquel entonces, a más de 100.000 personas. El problema es que la pirámide está tapada por una plataforma adosada que cubre ¡su fachada principal! Así que no hay más remedio que subir hasta la cima de esta plataforma para poder ver las cabezas de serpientes, jaguares y otras criaturas, las serpientes emplumadas laterales que parecen moverse y otras figuras de conchas y caracoles además de algún que otro monstruo con grandes colmillos y texturas cuadriculadas.
Caminamos después un kilómetro, cruzamos el río San  Juan que más que río era una cloaca por el olor que despedía, nos metimos a refrescarnos en el magnífico Museo del Sitio (la conserje nos despidió con un ¡Que tengan bonita tarde!), compramos dos obsidianas con figuras del Dios Sol y la Diosa Luna a un vendedor ambulante que había por allí (¡Amigo -nos dijo- más barato que en el Corte Inglés!) y nos dispusimos a subir a la enorme Pirámide del Sol.

"Y dicen que después de esto
los dioses se hincaron de rodillas
a esperar a donde salía
Nanahuatzin hecho Sol." 

La tercera más grande del mundo, después de las de Keops y Cholula: 224 metros de base, 64 m de altura, construida en 4 grandes cuerpos arquitectónicos en el 100 dC y explorada entre 1905 y 1907. Después de subir los 248 escalones (sí, están contados) agarrándonos a las cómodas cuerdas plastificadas del centro, las vistas panorámicas en 360º desde la misma cima de toda la antigua Teotihuacán eran, ¿cómo eran?. Pues naturalmente "su-per-es-pec-ta-cu-la-res".

Sólo quedaba (serían ya las tres de la tarde) dirigirnos hacia la Plaza de la Luna y subir ¡sí, también subimos! hasta la mitad de la Pirámide de la Luna, en el extremo norte de la ciudad. Más arriba no te dejan subir, pero es suficiente para impresionarte con los 2 kilómetros de edificaciones de la Calzada de los Muertos justo delante de ti, con los montículos piramidales sin restaurar a la vista y con las montañas circundantes del Valle de Méjico a tu alrededor. 

*** Los últimos museos: El Nacional de Historia en el fantástico Castillo de Chapultepec
Buenas salas temáticas (desde la sala I: Dos continentes aislados hasta la sala VI: El siglo XX, pasando por El Reino de la Nueva España, la Guerra de la Independencia, La Joven Nación y Hacia la Modernidad) y magníficos murales: el enorme de Siqueiros, en 8 paredes y 419 m2, sobre la Revolución Mejicana ("sus diferentes puntos de fuga en la composición crean perspectivas audaces y formas envolventes de gran movilidad": sí señor, es verdad), otros de Orozco sobre la Reforma y la Caída del Imperio y otros de Juan O'Gorman sobre la Independencia y el Sufragio Electivo-No Reelección.

Y el pequeño y gracioso Museo del Estanquillo dedicado al "ínclito, perínclito y archiperínclito" Don José Guadalupe Posada, al gran genio de la estampa, al Picasso del grabado.
He aquí otra de las coplillas-calaveras, que no tiene desperdicio:

"Es calavera el inglés,
Calavera el italiano,
Calavera el francés,
Lo mismo Maximiliano.
El Pontífice romano
Y todos los cardenales,
Reyes, duques, concejales
Y el jefe de la nación
En la tumba son iguales
Calaveras del montón."

*** La última excursión: A Tepotzotlán, a ver "el conjunto de retablos más importante y completo del barroco novohispánico en Méjico (siglo XVIII)"


Desde la terminal de autobuses de El Rosario tardamos una hora en llegar. Iglesia, museo y monasterio adjunto por sólo 55 pesos "que valen su peso en oro". La fachada y torre de la Iglesia de San Francisco Javier son muy bellas. Y el Museo Nacional del Virreinato es magnífico con buenos cuadros cronológicos y explicaciones. Vimos muchos cuadros, 22 óleos sobre tela pintados por Cristobal de Villalpando con escenas de la vida de San Ignacio, dos claustros, el patio de cocinas, el patio de naranjos y la huerta en la planta baja, dos buena exposiciones temporales sobre "Artes y Oficios en la Nueva España" y "Monjas coronadas", colecciones de esculturas, gráficos, libros y... dos joyas para terminar:

-- Siete enormes y bellísimos retablos dorados que cubren el interior del templo (4 laterales y 3 en el presbiterio) diseñados (y pintadas las bóvedas y el crucero) por Miguel Cabrera y tallados por el escultor/dorador Higinio de Chávez. ¡Dios bendito, qué hermosura! La riqueza iconográfica de los retablos es extraordinaria. Debe haber mucho en internet porque, en la tienda del museo, no pudimos comprar ni una sola postal de estos retablos. ¡No había ni una! No las ocultarán, ¿verdad?
-- Y la hermosa Capilla Doméstica de Loreto o Capilla de Novicios, otra maravilla, más pequeña con un altar mayor dorado churrigueresco lleno de santos, ángeles, plantas, personas de refinado estilo y un Camarín de la Virgen similar.
Todo ello visto por, no sé, tan sólo seis o siete turistas durante las dos horas que estuvimos allí, y todos mejicanos. Ni un solo extranjero.

*** El último centro histórico. El de  la "Ciudad de los Palacios" como era conocida la Muy Noble, Leal y Gran Ciudad de Méjico. Últimos paseos por el esplendor colonial de San Angel, por los viveros de Coyoacán, por la Plaza Santa Catarina, por el Jardín del Centenario, por la birriosa Casa de Cortés (¡no me extraña que se fuera de aquí a Cuernavaca!) convertida ahora en ayuntamiento local, por el magnífico interior de la Parroquia de San Juan Bautista (una gran iglesia de ¡una sola nave! y con hermosos retablos barrocos dorados), por el Palacio Nacional a ver los murales de Diego Rivera, por el europeo Paseo de la Reforma, por el Monumento a la Independencia, por la Alameda Central, por la peatonal Madero todos los días... para qué seguir.

*** El último espectáculo: Un magnífico "72 Migrantes", dramaturgia con tan solo cuatro actores de la Compañía de la Escuela Nacional de Arte Teatral, en el Centro Cultural de España.

*** Y los últimos adioses: A Ana y Sebastián por su ayuda y compañía, a José Antonio por su amabilidad, entereza vital y franca conversación, a Jordi y a Alex por sus ausencias-presencias, a Aleyda Rojo por regalarme su libro, ¡aadios a todos!

Terminemos con un resumen de lo más destacado de nuestro viaje:

* Lo más majestuoso: Las Barrancas del Cobre desde los miradores de Divisadero y del Parque Barrancas del Cobre
* Lo más insólito: Las ruinas del Templo San Juan Parangaricutiro rodeadas de montañas de lava
* Los mejores restos arqueológicos: Palenque, Chichén, Tikal, Copán y Teotihuacán (por este orden)
* Las ciudades coloniales más bonitas: Puebla, Campeche, Antigua, San Cristóbal, Zacatecas, Guanajuato
* Tres ciudades para quedarse a vivir: Puebla, Aguascalientes y Guanajuato
* La mejor oferta cultural: la de Guanajuato
* Una magnífica tuna: La Estudiantina de la Univ. de Guanajuato (50 años y tres generaciones tocando y cantando juntas)
* Una hermosa iglesia perfectamente restaurada: Santo Domingo en Oaxaca
* Otra hermosa iglesia: El Templo de Santa Prisca en Taxco
* La más bella fachada: la catedral de Zacatecas
* Otra hermosa fachada: la de la catedral de Morelia
* Otra más: la plateresca del Templo de Santo Domingo en San Cristóbal de las Casas
* Dos iglesias "singulares": Santo Tomás en Chichicastenango (Guatemala) y el Templo de San Juan en Chamula
* El conjunto "retablístico" más importante y completo del barroco novohispano: en la Iglesia de San Francisco Javier en Tepotzotlán
* Una bella capilla barroca llena de oro y con una "orquesta celestial": Capilla del Rosario en el templo de Sto. Domingo (Puebla) 
* Un templo: la Basílica de Guadalupe en la ciudad de Méjico
* Una isla: Inolvidable Holbox con sus kilómetros y kilómetros de playas desiertas
* Un lago: el más bello del mundo, el Atitlán
* Una subida a un volcán: al Pacaya (Nati a caballo)
* Otra subida todavía más impresionante: al Paricutín (a caballo y andando) y el recorrido de una hora por los bordes de su inmenso cráter
* La bajada más espeluznante (de esas que te juegas la vida): De Bahuichivo a Urique, de 1.500 a 500 metros
* Una magnífica subida: Las 3 horas de ida y otras 2 de vuelta a El Quemado, la montaña sagrada de los Huicholes
* Las mejores grutas: las enormes de Cacahuamilpa, a una hora de Taxco
* Una bahía esplendorosa: la de Acapulco
* Un bello rompimiento de olas: la "Mexican Pipeline" en la playa Zicatela de Puerto Escondido
* Un pueblito mágico y fantasma: Real de Catorce (1.000 habitantes)
* Un árbol monstruoso: el Ahuehuete de Santa María de Tule (2.000 años de edad y 636 toneladas de peso)
* Un enorme monolito: La Peña de Bernal (2 millones de toneladas)
* Un mirador esplendoroso: el Cerro del Gallego (cerca de Cerocahui)
* Un aquelarre tarahumara: Viernes Santo noche en Uapalai
* Un recorrido en lancha: de Río Dulce a Livingstone
* Otro: el imponente Cañón del Sumidero
* La mejor mina: Mina El Edén en Zacatecas (unos 500 metros en tren hasta el interior y unos 500 metros de recorrido posterior)
* Los mosquitos más "hijos de p.": los de El Fuerte, que sólo pican cuando es de día
* ¿Dónde ver 5.000 hermosos flamencos rosados a escasos metros de una lancha?: en la ría de Celestún a mediados de diciembre, a 200 pesos por pasajero (Celestún es "zona primaria" de cortejo del flamenco rosado durante otoño-invierno)
* El "tour" más largo: 12 horas desde San Cristóbal de las Casas (grutas, lagos de Montebello y cascadas)
* Otro tour aún más largo: unas 15 horas de 6 de la mañana a 9 de la noche: Yaxchilán y Bonampak, con avería de furgoneta incluida
* El viaje más surrealista: De Fresnillo a Zacatecas, solos en el autocar con el revisor (que iba durmiendo) y el conductor. Todos los demás pasajeros que venían con nosotros se bajaron en Fresnillo y nos dejaron solos.
* Ciudades en las que nos hemos helado por las noches (en febrero): San Cristóbal de las Casas, Oaxaca y Posada Barrancas
* Una frustración: No haber podido hacer la excursión a los Pueblos Mancomunados desde Oaxaca, "mucha altura y mucho frío"
* Otra: No poder ir a la Baja California por falta de tiempo
* Otra más: No poder subir a la Sierra Gorda y ver las 5 Misiones Franciscanas (Jalpan & Cía), también por falta de tiempo
* Algo inesperado: las dos noches "compartidas con una familia mejicana" en el Hotel Papagayo (3.000 pesos, dos noches) en Playa del Carmen en fin de año
* Una pesadilla: los dos días con fiebre en Río Dulce debido a una insolación
* Algo que habría que importar a España: no permitir la "ingesta" (como dicen por aquí) de alcohol en la vía pública
* Un dicho mejicano: "Agua de las verdes matas, tú me tumbas, tú me matas, y me haces andar a gatas"
* Un ripio: Acostúmbrate a morir, antes que la muerte llegue, porque muerto sólo vive, el que estando vivo muere" (en la Catedral de Morelia)


* Frasecitas mejicanas:
 "Nota: Este restaurante cuenta con baños pero no son públicos. Evíteme la pena de negarle el servicio." (en el restaurante    El Tragadero en Morelia)
 "Haga feliz, haga contento, pero orine dentro" (en un wc de hombres en Creel)
 "Un carro se puede reemplazar, una vida no. ¡Baja la velocidad!" (en Urique)
 "Esto es Centro Histórico. Prohibido orinar aquí." Gracias. (en Xela)
 "Nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido" (en una tienda en Panajachel)
 "Su libertad de fumar termina donde empieza mi libertad de respirar" (en Valladolid)
 "Feliz Año Nuevo y un Mundo Nuevo" (no recuerdo dónde)
 "Este hogar es católico. No aceptamos propaganda protestante ni de otras sectas. ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva la Virgen de   Guadalupe, Madre de Dios! (en Valladolid)
 "¿Son españoles? ¡Arriba España, amigos! (alguien nos saludó así en Xela)
 "Se prohibe hacer sus necesidades biológicas en este lugar. Atte. Honorable Ayuntamiento" (en Chiapas)

 " Santa María del Camino, llévanos sanos y salvos, a nuestro Destino" (en una terminal de autobuses)
* Un letrerito (en un coche en Guatemala): "Mi Dios es 100% Real". Y el escudo del Real Madrid debajo bien grande

* Otro: "Dios en adelante, ¡y yo en mi volante! (en una camioneta)

* La solución de Méjico para tener menos accidentes de tráfico: los famosos "vibradores", también llamados topes o túmulos. La carretera se llena de ellos en cuanto se pasa por un pueblito, una escuela o una curva peligrosa, y no hay más remedio que parar casi el coche o autobús y pegar un buen saltito.

* Unos "segunda clase" singulares: los "chicken buses" en Guatemala. Son autobuses escolares norteamericanos (esos amarillos que todos hemos visto en las películas) de segunda o tercera mano que se compran, redecoran y "tunean", y se usan para trasladar personas y mercancías mientras echan chorros de guarrería negruzca por el tubo de escape

* Algunos nombres de ranchos (yendo de Valladolid a Cancún): Rancho Aquí Estoy... Aquí me Quedo, Rancho La Derrota Total, Rancho El Divino Redentor, Rancho Que Dios te Bendiga

* La frase más socorrida (la que nos han dicho siempre después de pagar): ¡Muchas gracias, que les vaya bien!

* Lo mejor de Méjico: la amabilidad de sus habitantes (¡Cuanto más humildes, más amables!). Nunca hemos visto caras largas ni malas "pullas"en nadie

* Lo peor de Méjico (1): la enorme cantidad de basura que hay en el campo y a ambos lados de las carreteras y caminos. A pesar de las "Campañas de Limpieza. Únete", el campo mejicano se asemeja a un estercolero

* Lo peor de Méjico (2): La obesidad, los refrescos y la mala dieta (la Coca Cola y la Pepsi están presentes hasta en el más diminuto ejido o poblado indígena)

* Lo peor de Méjico (3): La desigualdad social, un mal que no mengua. Por un lado, el país de los 11 billonarios, por el otro, 52 millones en pobreza extrema. Una persona muere de hambre cada hora según la revista "Hojas Políticas" de abril de 2013.

* Lo peor de Méjico (4): La violencia vinculada con el crimen organizado. Se estima que desde 2006 los cárteles mejicanos son responsables de la muerte de más de 25.000 personas. Un total de 914 personas fueron asesinadas en febrero de 2013 en Méjico, en diciembre de 2012 la cantidad de asesinatos fue de 1.139 y en enero 2013 de 1.104. El actual presidente ha fijado la disminución de la violencia criminal como uno de sus objetivos prioritarios (datos de "El Sol del Centro, el 13 de abril de 2013)

* Un enigma mejicano: "Compro Acciones de TelMex"
Este anuncio visto muchas veces por todo Méjico es enigmático ¿Qué pasa con las acciones de Teléfonos de Méjico? ¿Es que no cotizan en Bolsa o las tiene todas Carlos Slim?

* La frase del viaje (muy simple pero aquí está): "Todos somos viajeros. Desde el nacimiento hasta la muerte viajamos hasta la eternidad. Que estos días sean amenos para usted, de utilidad para la sociedad, de ayuda para aquéllos a quienes usted conozca y de alegría para aquéllos que lo conocen y aman." (Un mensaje del Hotel La Casona en Ocosingo, Chiapas)

* Otra frase del viaje: En un Gobierno corrupto, el dinero es insuficiente, las obras malas y caras y los pretextos abundantes (en una óptica de Campeche)

* Un chiste mejicano (que nos contó un guía maya en Valladolid al hacer el "tour de la ciudad: primero en español y después lo repitió en inglés): Una señora priista de toda la vida compra un loro en un mercado y, cual no será su sorpresa, cuando se da cuenta que, ya en su casa, el loro sólo sabe decir: ¡QuemueraPeñaNieto, quemueraPeñaNieto!. Llama a su amiga y le dice: ¿Qué hago? Y su amiga le dice: Ah no, a ese loro hay que reeducarlo, llévalo a la iglesia porque allí los curas tienen uno que ése sí es muy educado. Pasa una semana y la señora priista llama a la iglesia y pregunta ¿qué tal va mi loro? Y el cura enfadado le contesta:¡Muy mal, muy mal, mucho peor! Pues, ¿qué pasó? Y el cura le dice: Imagínese, en cuanto su loro dice ¡QuemueraPeñaNieto!, el nuestro le contesta: "¡Amén, amén, así sea!"
Nota: Un priista es un partidario del PRI, el partido que ganó las elecciones en 2012 y que lidera Peña Nieto.
 
Y lo último de lo último (que lo hago mío):
¡Oh, mi público lector!
A quien yo quiero de veras,
¡Ahí van de mi caletre
Un montón de calaveras 
(del museo de Guadalupe Posada)


No hay comentarios:

Publicar un comentario