miércoles, 26 de junio de 2013



Ángel de la Peña, La Pintura como elección y lenguaje

 
Ángel de la Peña


L.M.A.

         La exposición del pintor Ángel de la Peña (Madrid, 1955) ha expuesto sus últimos trabajos pictóricos en el Luxury Purple Club de Madrid, donde permanecerán hasta finales del próximo mes de julio de 2013.

En sus últimos cuadros las formas aparecen más sólidas y rotundas que en etapas anteriores, que se instalan en campos bi-cromáticos de gran fuerza expresiva o en campos monocromáticos grises de gran sutileza. También presenta algunas piezas de papel endurecido con geso.

La crítica de arte Julia Sáez-Angulo escribe en el catálogo:
         “El color es el verdadero artista de la pintura”, dice Richard Turtle. Ciertamente la pintura es un lenguaje -misterioso y cercano al mismo tiempo- de color y de forma. Ángel de la Peña, arquitecto de formación, la eligió como su medio expresivo artístico y confiesa que ya no podría presidir de ella. La pintura se ha vuelto un estado de necesidad para él, porque vive y habita en ella. Sus cuadros destilan la trayectoria de su vida y pensamiento.


Grafismos, formas y manchas

         La obra de este pintor se manifiesta en campos de color, monocromos o parcelados a modo de dípticos irregulares, en los que se instalan dibujos, grafismos, formas, manchas o sombras, que actúan a modo de signos y símbolos de un alfabeto particular del artista. Un repertorio icónico singular que conforma el mundo expresivo del autor; un repertorio de imágenes igualmente abstractas que dialogan o tensionan con el fondo. Un vocabulario que traduce de modo sutil el pensamiento que se revela en gestualismo automático o controlado. Una sensibilidad plasmada en trazo y color. En luz.

         La abstracción es libertad inmediata para plasmar de modo creativo el consciente e inconsciente del pintor culto e inteligente. Hay que saber para mostrar. Hay que tener dentro para poder dar fuera. Se necesita dominio del color y del ritmo a la hora de componer con arte un cuadro, por medio del pigmento sobre un  soporte de lienzo, tabla o papel. Hay que saber atrapar la luz; tener una dicción propia.

         Ángel de la Peña maneja la composición pictórica con conocimiento de armonías cromáticas, de tensión fondo/forma, de equilibrios formales, de sugerencias plásticas, de referencias orgánicas o de alusiones vagamente geométricas. Hay sabiduría profunda en su pintura. Hay lenguaje de hoy, de nuestros días; estética contemporánea para sugerir más que decir; para insinuar, más que imponer. Hay dominio cromático para manejar con acierto el azul cobalto, los rojos mitigados, los blancos o grises atenuados o los verdes sujetos a matiz, que habrán de acoger el tachismo de las nuevas formas o actuaciones plásticas.

El arte es siempre un misterio que conlleva secretas razones de la vida a la vida. Ángel de la Peña muestra su última serie pictórica bajo el título de “Misterio, Color y Forma”.

        


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