Blanca Cuesta
L.M.A.
07. 06.13 .- MADRID .- La pintora Blanca Cuesta (Huelva, 1974) ha recibido el
premio de Pintora Revelación de la Tertulia Ilustrada de Madrid, en el
transcurso de un acto, acompañada por personas del mundo de la cultura y
amigos. La pintora agradeció el galardón
y afirmó que seguirá trabajando e investigando para lograr el máximo en la
búsqueda de su lenguaje plástico.
Entre los asistentes al acto se encontraban entre otros, el
pintor Pedro Sandoval, maestro de la autora y el galerista David Bardía, que la
presentó en Art Madrid 2012; los
pintores Ángel de la Peña, Linda de Sousa, Juan Jiménez; Cristina Durán o la marchante de arte Sofía Urbina. También
estuvo presente Borja Thyssen-Bornemisza, esposo de Blanca Cuesta.
La pintora ovetense, residente en Madrid, trabaja actualmente
en una serie muy luminosa y cromática denominada Mundo de ensueños. Su proyecto más inmediato es una exposición en
Montecarlo.
Reto
de Color y Materia
La Tertulia Ilustrada de Madrid es una de las más acendradas
en el campo de la cultura en la capital de España. Está dirigida por María
Eugenia Martínez y coordinada por Julia Sáez-Angulo. Esta última ha escrito
sobre la obra de la premiada:
Su primera aparición
como pintora tuvo lugar en una exposición colectiva en 2012, junto a diversos
artistas españoles y monegascos en la Casa de Vacas del parque del Retiro
madrileño. En la muestra titulada Un
puente de arte. Mónaco-Madrid, Blanca Cuesta no escondía la influencia y la
docencia recibida en las clases en el estudio-taller del pintor
venezolano/español Pedro Sandoval.
Después la pintora volvió a exponer en la histórica
localidad toledana de Illescas, pero fue sobre todo en Art Madrid, la Feria de Arte Contemporáneo cuando se reveló al gran
público, de la mano de la prestigiosa galería Victor i Fills. La feria tuvo
lugar en el Ático de Chamartín en
febrero de 2013. El cuadro colorista, Fluor
Inspiration I, de Blanca Cuesta atraía la mirada por su contenida tensión
entre lo abstracto y lo figurativo.
“Se trata de una obra con una gran carga de expresividad
emocional, que transmite la esencia del neo-expresionismo abstracto”, dijo la
autora sobre la pintura expuesta.
El color restallante en la abundante materia pictórica se
debate con brío en los soportes utilizados por la pintora para sus cuadros:
lienzo, lino, tabla o papel. El gesto en la aplicación del pigmento describe su
caligrafía personal, donde se perciben ritmos de brocha o pincel, que se
relacionan sutilmente con diversas manchas cromáticas.
El resultado son ritmos pictóricos que se abren o cierran a
modo de ramos florales o abanicos de formas, siguiendo una pauta similar con diferentes
colores, para conformar una serie o una suerte de políptico, en una cadencia
sostenida.
Colores
Las formas parecen repetirse o desdoblase pero con distinto
trazo de apariencia automática, sabiamente dominada, para lograr el efecto armónico deseado en el
conjunto. Esto se aprecia de modo claro en la obra que lleva por título Colección Colores, seis notas cromáticas
al óleo que dialogan en una audaz secuencia: Rojo, Azul, Ocre, Negro, Verde y
Magenta. Un cierto aire floral aparece en estos cuadros.
Esta
obra, Colección Colores (81 x 100
cm.), quiso ser un homenaje al
maestro Pedro Sandoval, quien más ha animado a Blanca Cuesta en su deseo de
pintar, quien más le ha enseñado en el pausado oficio y arte de la pintura. Colección Colores es un políptico en el
que se advierte un claro guiño al magisterio del profesor. Un après que dicen los francés, un trabajo
pictórico después de alguien, “a la manera de” otro artista.
Investigación
plástica y series pictóricas
Blanca
Cuesta sabe que la pintura es un largo camino de indagación, que requiere
disciplina y, como diría Virginia Woolf: un
cuarto propio. Ella cuenta con un estudio independiente en la propia casa y
se han planteado una exigencia de dedicación y horario cotidiano, una búsqueda
de lenguaje propio, que traduzca su sentir y caligrafía pictórica personal. La
investigación plástica es una tarea que nunca termina para un artista que quiere
profundizar dentro de distintas series pictóricas.
La
autora quiere profesionalizarse en la pintura, con independencia del ilustre
apellido de su marido –Borja Thyssen- Bornemisza- en el campo del arte. Ha
optado por su propio nombre y apellido, Blanca Cuesta, porque tiene confianza
en su trabajo. Está convencida de que su obra va a ser -está siendo- respetada
y aceptada.
Su
cercanía al expresionismo abstracto americano de Jackson Pollock y su dripping, a Joan Mitchel, Cy Twombly o
Pedro Sandoval, son un buen punto de partida para su pintura.
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