martes, 10 de septiembre de 2013

Marqués de Tamarón: " La guerra a caballo ha inspirado más literatura que la diplomacia"


    Marqués  de Tamarón


M. Dolores Gallardo López

 Una tarde de este ya pasado verano tuve la ocasión  de conocer personalmente al  Sr. Marqués de Tamarón, D. Santiago de Mora-Figueroa y Williams, de amplia carrera diplomática,  excelente escritor  y  Director  del Instituto Cervantes entre 1996 y 1999, entre otros menesteres.

 Ciertamente ya lo conocía a través de sus apariciones televisivas en diversos programas culturales;  en ellas  me  había gustado su manera de expresarse y la mayoría de las ideas que  motivaban sus intervenciones. También había tenido ocasión de leer  algunos de sus artículos en ABC y otros medios periodísticos.

  En persona nunca había coincidido con él.  Este verano ocurrió y, tras haber pasado  una agradable tarde en casa de nuestra común amiga Julia Sáez Angulo, decidí pedirle que accediera a contestar unas preguntas.

Amablemente aceptó y el resultado lo expongo a continuación.

 Como el lector comprobará, el Marqués de Tamarón sigue muy activo en su quehacer cultural. Si alguien  desea seguirlo de cerca,  su página en la red es

www.marquesdetamaron.es


PREGUNTAS


¿En qué consiste su nombramiento de Embajador de España para la Diplomacia Cultural?



Fui nombrado hace un año y se trata de un cargo no retribuido. Desde entonces he tenido ocasión de echar una mano en algunas tareas relacionadas con la proyección internacional de la cultura española. Últimamente estoy preparando y realizando entrevistas audiovisuales de historiadores extranjeros que han investigado y escrito sobre España.

Hay una rica tradición de Diplomacia y Cultura. ¿Qué personajes y aspectos destacaría usted al respecto?

En España como en otros países siempre ha habido diplomáticos escritores; quizá el más famoso haya sido Juan Valera, pero también escribieron mucho y bien Foxá o Edgar Neville. Y precisamente ahora acabo de releer una magnífica novela, La soledad de Alcuneza (Historia de espuela y de espada), una de las tres mejores sobre la Guerra Civil española, según Andrés Trapiello. Su autor es Salvador García de Pruneda, que fue Embajador de España pero también, mucho antes, Teniente de Ingenieros en una unidad montada. La verdad es que creo que la guerra a caballo ha inspirado más literatura que la diplomacia, y con motivo.

¿ La Marca España es actualmente un buen proyecto?

Sí, y la pena es que el proyecto no se haya empezado antes. Ahora bien, haría falta que los españoles nos pusiéramos de acuerdo sobre la imagen que queremos dar de España en el extranjero. Si persistimos en una imagen esperpéntica o de pandereta, que además es falsa, actuaremos en contra de nuestros propios intereses.

¿Qué aspectos de la cultura española ha subrayado usted con más intensidad durante su carrera diplomática?

Nunca he negado la mezcla de elementos que existen en la cultura española tanto como en la alemana, la inglesa o la francesa. Pero también me he opuesto a reducir nuestra cultura a Unamuno sin Ortega, al Quevedo de El buscón sin los sonetos, al Goya de los Desastres sin las Majas, al desgarro sin la armonía, al pathos sin logos.

¿Qué aspectos de la cultura española cree que proyectan mayor interés fuera de nuestro país?

Sobre todo y gracias a los estereotipos románticos, los aspectos patéticos más que los lógicos.

¿Qué autores españoles o hispanos en general le han interesado más? ¿Con cuál de los contemporáneos ha mantenido una buena relación?

La poesía del Marqués de Santillana, de Garcilaso, de Quevedo, de Góngora y de García Lorca, tan distintos entre ellos, me parecen insuperables. Las novelas españolas del siglo XIX son tan buenas como las inglesas o las francesas. Siempre se menciona a Clarín y a Galdós, y en efecto son grandes escritores. Pero hoy se habla poco de Juan Valera o de Emilia Pardo Bazán porque eran más de derechas, o por lo menos eso creen los críticos literarios. Durante el año pasado releí casi todas las novelas de Doña Emilia, y me parecieron las mejores del siglo XIX. Pero, claro, era condesa y creía en Dios, lo cual la descalifica a los ojos de quienes decretan las modas. Ni siquiera su condición de mujer liberada y muy aficionada a los hombres bastaba para compensar los dos defectos antes citados.
En cuanto a los escritores contemporáneos, al que más trato y leo, ambas cosas con gran gusto, es a Fernando Ortiz.

¿Qué libros ha leído recientemente y a qué se debió la elección?

He leído o releído buena parte de los escritos históricos de Hugh Thomas y de John Elliott para preparar las entrevistas audiovisuales que les he hecho. No ha sido ninguna obligación penosa; muy al contrario.

¿Qué consejos daría para estimular la lectura en los escolares?

Tan sólo hay dos opciones: aplicarles el método de “las letras con sangre entran” o incitarlos a que disfruten con la buena literatura, que en general es muy disfrutable. Pero luchar contra la caja tonta es difícil dada la presión tribal de las jóvenes hordas salvajes.

¿Es partidario del libro electrónico? ¿Cree que es el futuro?

     No tengo libro electrónico ni tampoco bola de cristal para adivinar el futuro. Pero a juzgar por el pasado, los soportes, por ejemplo de música (discos, cassettes, cd, etc), cambian con frecuencia, al compás de los cambios en las máquinas reproductoras, y los del anterior modelo terminan siendo inescuchables. Acaso ocurra lo mismo con las notas que el lector del libro electrónico escriba acotando el texto. Desaparecerán. En cambio las notas de Felipe II en sus libros siguen ahí. Para quien más modestamente pretenda seguir anotando libros por gusto o por trabajo, el asunto no es baladí. El par de páginas en blanco al final de un libro de papel me ofrecen más confianza si tengo un lápiz a mano. 

¿Cuáles son, básicamente, sus opiniones particulares sobre Don Miguel de Cervantes y sobre Don Quijote? ¿Qué le parece la biografía de Jean Canavaggio?

El personaje llamado Don Quijote me parece más real y mucho más respetable que Miguel de Cervantes, resultado que no creo que Cervantes buscase. La biografía de Canavaggio es buena pero tal vez circunspecta en exceso. Seguimos sin saber a ciencia cierta muchas cosas de la vida azarosa de ese gran escritor y oscuro personaje que fue Cervantes.

¿Considera que siguen existiendo tribus, filias y fobias entre los escritores españoles?

Entre los españoles y en el resto del mundo y desde siempre. Recuerde a Horacio: genus irritabile vatum, “raza irritable la de los poetas”.

¿Qué desearía para la Literatura española actual?

Que extremase los esfuerzos para ser amena.

¿Piensa escribir sus memorias?

No. Lo que puedo contar es aburrido y lo interesante debo callarlo.


Más información
 www.marquesdetamaron.es 





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