Julia Sáez-Angulo
“Pedagoga y artesana ejemplar” la denomina Jaime Esaín en el
texto del catálogo en el que presenta la exposición de la artista María Pilar
Burgues (Zaragoza, 1928 - 2008), muestra retrospectiva 1949 – 1986, que ha tenido lugar en Zaragoza.
Artista apreciada y cotizada por sus colegas, su obra
resulta polifacética al abarcar desde el dibujo al retrato, pasando por gouache, el collage, los murales…
En cuanto a materiales: óleos, resinas, cerámica, tintas, técnicas mixtas para
los collages…de todo ello ha dado cuenta la exposición mencionada que ha sido
como una recapitulación mayor de M. Pilar Burges.
En cuanto al estilo, la pintora ha dominado el realismo entre
hierático y poético, sobre todo en sus retratos al expresionismo en piezas tan
fuertes como el cuadro “Puro machismo” (1970), todo un grito de mujer ala aire
por su drama. El eco y magisterio del gran Goya late en la enseñanza de la
pintora, como de cualquier Aragón que se precie. El discurso feminista de la
autora es una constante.
Hay ironía en algunas de las obra de María Pilar Burges,
como en los cuadros titulados “Los expertos” (1977) o “Los entendidos””, del
mismo año, ambos parte de un tríptico.
Interesante “Los sueños de Becquer gouache que representa
una cabeza del poeta sevillano que pasó un año en el monasterio aragonés de
Veruela, donde le acompañó con frecuencia su hermano el dibujante Valeriano y
sobre ellos se ha montado un museo dentro del citado monasterio.
La pintura mural de Burges merece un capítulo aparte, que
estudia María Luis Grau Tello en el catálogo. “El desarrollo del arte del
escaparate precede al renacimiento del arte mural", recuerda la crítica
que escribe, quien subraya la veta surrealista de Burges, seguramente porque su
padre fue amigo de Luis Buñuel y lo conoció desde niña.
Burges hizo murales para establecimientos públicos, sobre
todo en sus comienzos. La pintora habita desde 1934 en la misma casa y tanto en
el piso familiar como en su “estudio” dispuso siempre de amplios espacios, por
ello hoy, a los 78 años”, mantiene reunido un extenso conjunto vital y creador.
Tal situación no suele darse en el trabajo artístico de las mujeres”, señala
Grau Tello.
La aspiración de Pilar Burges fue dejar su extenso legado en un
museo monográfico en el que se resalte el papel de la mujer artista –ella
admiró a su maestra Joaquina Zamora- tan marginado habitualmente por la
dinámica misógina explícita o invisible. No cuajó la idea con la Diputación de
Zaragoza, que le concedió premios y becas en su juventud, y quizás se llegue a un
cuerdo con el ayuntamiento de Fayón para depositar su legado.
Recordemos que la Asociaición Española de Críticos de Arte
AECA llevó a cabo un congreso sobre la mujer en el arte y una de sus
comunicaciones habla de los museos con nombre de mujer son más abundantes en
Portugal que en España. También hay otra comunicación sobre las mujeres
muralistas, de Carmen Valero.
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