martes, 20 de mayo de 2014

José María Gómez: Poemas en el IV Centenario del Greco en “Éxtasis en Toledo”





J.M.Gómez Gómez



Julia Sáez-Angulo

            “Todos somos griegos en el exilio”, decía el escritor argentino Jorge Luis Borges de los hombres occidentales. El profesor y poeta José María Gómez Gómez (Parrillas. Toledo, 1951), residente en Talavera de la Reina, ha publicado un libro dedicado a Domenico Theotocopoulis, titulado Éxtasis en Toledo. Poemas en el IV Centenario de El Greco.

            José Luis Merchán es el autor de la ilustraciones que representan de modo clásico la efigie del pintor cretense y los personajes de sus cuadros en magníficos dibujos en color y blanco y negro.

            Antonio Hernández-Sonseca, autor del prólogo del libro escribe: “No hay palabras que acierten a explicar el misterio de la pintura de El Greco. Sólo acaso pueda lograrlo el lenguaje poético. Te ves como desvalido, pero a nadie se le escapa que en aquellos espacios donde viven estos cuadros se palpa el éxtasis, es decir, el anhelo místico de salirse de sí mismo y aspirar a la unión con Dios.

            “Hijo de Grecia ha sido mi destino/ el Laberinto y su árido sarcasmo. Heredé de Platón el entusiasmo/ y de Ulises el ser de peregrino” (…) dicen algunos de los versos de Éxtasis en Toledo.

            “¿Es griego? ¿Es oriental?¿Es veneciano?/¡Candiota? ¿Bizantino?/ ¿Mediterráneo?”, con este comienzo del primer poema del libro, el autor va recorriendo la figura y la obra de un pintor excepcional y singular como pocos en la Historia del Arte, que se afincó en Toledo y allí creó sus mejores cuadros.

            “Hay que saber mirar y aprender a mirar, como sostiene el cineasta Kurosawa en uno de sus filmes, con las orientaciones de alguien que sepa hacer más transparentes nuestras miradas, y nos ayude a captar esa música susurrante de la verdad y de la belleza; ese fondo misterioso que puede fácilmente esfumarse con el vértigo de las prisas o bajo el prejuicio del deja vu”, dice Hernández Sonseca.

            Toledo y El Greco, El Greco y Toledo, ambos conceptos fundidos en un machihembrado indisoluble y puesto de manifiesto en la poesía de José María Gómez: “Toledo me acogió en la encrucijada/ y aquí mi alma quedaba aprisionada…/ Contrarreforma. Docta Teología./ Nada es el arte sin sabiduría”.

            El autor es actualmente Gran Maestre del Capítulo de Isabel la Católica y miembro de la Academia de la Hispanidad, además de catedrático de Lengua Española  y Literatura.

             

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