Julia Sáez-Angulo
Sefardíes
de Francia, Marruecos, Venezuela, Colombia, Uruguay u otros países
latinoamericanos estuvieron presentes en el cambio de nombre del pueblo
Castrillo Matajudíos al nuevo de Castrillo Mota de los Judíos. En el acto
institucional celebrado ante el ayuntamiento del pueblo estuvieron presentes,
además del alcalde, Lorenzo Rodríguez, la consejera de Cultura de la Junta de
Castilla y León, M. Josefa García Cirac y el embajador de Israel, Daniel Jutner. Todos ellos
pronunciador discursos apelando al respeto y la convivencia, más allá de la
coexistencia.
El día
era festivo en el pueblo que había tomado la decisión por consulta popular. Se
hizo un descubrimiento y presentación del nuevo escudo de la población que
incluye una estrella de David, la de seis puntas y se colocó el último
indicador con el nombre del municipio. La noticia, por su particularidad, ha
despertado gran interés en numerosas televisiones del mundo.
Seguidamente
se inauguró la plaza del asentamiento de la Mota, con palabras de Miguel de
Lucas, director de Centro Sefarad-Israel, que entregó el premio Corona de
Esther al alcalde de Mota de Judíos e Isaac Querub, presidente de la Federación
de Comunidades Judías de España. Alberto Bolbot, presidente honorario del Museo
Sefardí de Caracas rezó en hebreo en memoria de la comunidad judía que habitó
aquellas tierras.
Linda Sixou, profesora y cantante,
interpretó una canción sefardita Onde
esta la yave, que habla de sueños de España.
Gabriel Elorriaga en el centro
El
diputado Gabriel Elorriaga, ponente en las Cortes de la ley que permite la
nacionalidad española a los sefardíes estuvo presente en los actos. ¿Continuará
después el reconocimiento de la nacionalidad española a los moriscos?, le
pregunté.
“Son
casos distintos. Nadie lo ha planteado con rigor hasta ahora. A los sefarditas
se les ha concedido por su conexión permanente con España y lo español: empeño
secular en mantener el idioma, costumbres y tradiciones. No cabe analogía
comparable.
A la
presunta de si la presencia del embajador de Israel en los actos sefardíes
convertía los mismos en israelíes, Elorriaga dijo: “La primera comunidad
sefardita reside en Israel, allí se encuentra la mitad de la población de sefardíes
en el mundo. Es inevitable llevar a cabo una coordinación con el Estado de
Israel, hoy abierto a esa doble nacionalidad, algo a lo que antes eran muy
restrictivos. Conviene tener una relación fluida con Israel en este campo”.
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