L.M.A.
Josefa
Serrano y Sancho-Álvarez, Pepita Serrano, nací en Madrid y guardo tan
celosamente la fecha de mi nacimiento que créanme si les digo que la he
olvidado. Mi primera afición fue pintar, después bailar, cantar, pensar e
imaginar, hasta que un día decidí contar mis pensamientos a un papel y empecé a
escribir. He colaborado en periódicos y revistas de corta tirada pero de largo
alcance; he publicado dos libros El
Romancero de la Virgen María y La
consideración de los Misterios del Santo Rosario. rapsoda y he dado unos cuantos
recitales. Soy cuentacuentos y disfruto haciéndolo. También soy cantautora y me
ha ido muy bien. Soy miembro de la Asociación Internacional de Mujeres en las
Artes. Eso es todo.
A LA VIRGEN
DE LA SOLEDAD
Qué sola, Madre,
¡Qué sola!
Madre, tú qué sola estas,
por eso cuando estoy sola
yo pienso en tu soledad.
Y me consuelo pensando
que te lo puedo contar,
que de soledad tú entiendes
y me podrás consolar.
Y me consuelo pensando
que de soledad yo sé
y así, cuanto tú estás sola,
también te consolaré.
Qué sola, Madre,
¡Qué sola!
POESÍA
Me dijiste
que tú eras poeta
y a m-i me pareció una tontería;
no sabía que el sentimiento de un poeta
todo lo convierte en poesía.
Convertiste en poesía mi mirada,
convertiste en poesía la palabra mía,
convertiste en poesía nuestro encuentro
y te enamoraste de tu poesía.
¡Quiera Dios!
que nunca encuentres prosa
en mi mirada.
¡Quiera Dios!
qu nunca encuentres prosa
en la palabra mía.
¡Quiera Dios!
que el encuentro de aquel día
sea siempre en nuestras vidas
poesía.
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