Este año -especialmente el recién acabado mes de abril- es pródigo en conmemoraciones importantes.
Ha habido una sumamente interesante, en mi opinión, para todos los que conformamos la gran comunidad hispano parlante y que, sin embargo, está pasando bastante desapercibida, aunque no ha sido así en el caso de nuestra Biblioteca Nacional, que merece elogio por ello.
Se trata de
conmemorar el IV centenario del escritor conocido como “El inca
Garcilaso” o lo que es lo mismo el peruano Gómez Suárez de Figueroa, que, al
igual que Cervantes, moría la noche del 22 de abril del año 1616 en su casa de Córdoba (España).
El Inca
Garcilaso, como se firmaba, es el
primer escritor mestizo de Perú, cronista bilingüe y traductor del
filósofo León Hebreo.
Había
nacido en Cuzco en 1539, en la primera generación de mestizos peruanos, hijo
ilegítimo del capitán español Sebastián Garcilaso de la Vega y la princesa inca
Isabel Chimpu Ocllo.
Gracias a parte del legado que le dejó su padre,
tras la muerte de éste pudo embarcarse para España y convivir con miembros de
la familia paterna.
Tras una
carrera militar no muy importante (en el
curso de la cual, entre otras empresas, participó bajo el mando de D. Juan José de
Austria en los tristes acontecimientos que rodearon la represión de los
moriscos sublevados en la Alpujarra),
dolido por la poca consideración en la que creía que se le tenía en el ejército
-posiblemente por su condición de mestizo-, aunque alcanzó el grado de capitan, en 1590 la abandonó definitivamente
y en al año siguiente,1591, se trasladó a vivir a Córdoba.
Hacia 1596
ingresó en la orden terciaria como simple clérigo e hizo los votos de
penitencia, pobreza y castidad. A
comienzos del siglo XVII fue nombrado mayordomo del Hospital de la Inmaculada
Concepción de Córdoba, en S. Nicolás de la Villa, especializado en el
tratamiento del entonces llamado morbo
gallico (sífilis).
Murió la
noche del 22 de abril en 1616, al igual
que Cervantes, en Córdoba.
Fue
enterrado en la capilla de las Ánimas
benditas del Purgatorio de la mezquita-catedral, capilla que había
comprado en 1612, previa autorización del obispo de Córdoba.
En su
testamento dejó heredera de sus muebles y de una renta de 80 ducados anuales a su concubina (“mi
criada”) Beatriz de la Vega, dio la
libertad a su esclava morisca, Marina, y mencionaba a otros tres criados, entre
los cuales estaba su hijo natural -Diego de Vargas- al que encargaba la
conservación de su sepultura en la capilla de las Ánimas.
Tres años después de su fallecimiento, su mencionado hijo Diego de Vargas fue nombrado sacristán de la capilla.
El 25 de
noviembre de 1978 el rey Juan Carlos I
donó a Perú una arqueta que
contenía parte de las cenizas del escritor, cenizas que hoy se conservan en la catedral de Cuzco.
Autor de una
prosa aún hoy día admirada, su mas
importante obra Comentarios reales de los Incas fue publicada en Lisboa en 1609 y dedicado a Catalina de Portugal, duquesa de
Braganza.
Otras
obras son la Florida del Inca
(1605) y Segunda parte de los
Comentarios reales, conocida también como Historia general del Perú,
la obra más extensa que escribió.
Entre las dos partes de sus Comentarios relata la historia del Perú, cómo la conquistaron los españoles, la
muerte del Inca (nombre con el que denominaba al soberano del imperio inca)
Atahualpa, considerado el último gobernante del imperio inca, aunque tuvo sucesores; la instauración del Virreinato de Perú; las
luchas partidistas entre los conquistadores; la resistencia de los cuatro
Incas que sucedieron a Atahualpa y que, haciéndose fuertes en en el territorio de
Vilcabamba (correspondería aproximadamente al actual Departamento de Cuzco), se enfrentaron a los españoles,
resistencia que acabó con la ejecución del Inca Tupac Amaru I en la
plaza de Cuzco en 1572, casi cuarenta
años después de que Atahualpa fuera
alevosamente ejecutado en 1533.
La segunda parte de Comentarios Reales fue publicada en Córdoba en 1617, después de la muerte del autor.
Ningún libro sobre las civilizaciones
indígenas americanas -excepción hecha de Brevisima relación de la destrucción
de las Indias de fray Bartolomé de las Casas- ha tenido tanta difusión.
Durante más de cuatro siglos la imagen que se ha tenido del imperio inca ha sido la que el inca Garcilaso trazó.
En Francia los filósofos del llamado “Siglo
de las Luces” lo utilizaron para
denunciar el despotismo colonial y clerical. La edición ilustrada de
1714 inspiró una de las tramas de la ópera de Jean Ph. Rameau Les Indes
Galantes.
Con la independización de los pueblos americanos, la efigie del Sol
de los incas se convirtió en uno de los símbolos de las nuevas repúblicas.
Justo Sahuaraura -uno de los próceres de la
independencia del Perú- en los últimos
años de su vida, decepcionado y ya retirado de la vida política en el pueblo de
Canas, redactó Recuerdos de la
monarquía peruana o Bosquejo
de la Historia de los Incas, que fue publicada en París, en compañía de
dieciséis acuarelas, en 1850. Estaba basada en los Comentarios de
Garcilaso.
LA EXPOSICIÓN DE LA BIBLIOTECA NACIONAL
Nuestra Biblioteca Nacional ha
tenido el acierto de conmemorar el centenario de la muerte del inca
Garcilaso con una magna exposición, que
cierra sus puertas mañana, día dos de mayo, en la que:
-
Por
una parte intenta reconstruir la
biblioteca que Garcilaso poseía en su
casa de Córdoba y su archivo
personal, apoyándose en el inventario de sus bienes realizado por sus
albaceas testamentarios pocos días después de su muerte (se conserva en el Archivo Histórico de
Córdoba y ha sido expuesto en esta exposición). Hay en él un total de 188 entradas que el trabajo bibliográfico de diversos especialistas
ha permitido identificar casi en su
totalidad
- Por otra
presenta textos, documentos, objetos y piezas varias con el propósito de “definir a este primer intelectual mestizo y
a la comprensión de las tensiones que esta condición implica”, como reza el
catálogo de la exposición.
Garcilaso con su obra y su
propia vida defendió el mestizaje “como
una confraternidad en la que culturas de distinto signo se confunden en una
nueva que aprovecha lo mejor de cada una de ellas para hacer avanzar a la
humanidad hacia horizontes mejores”, dice Mario Vargas Llosa en su artículo “El
primer peruano” incluido en el catálogo de la exposición.
Quienes hayan visto la exposición han tenido la posibilidad de
contemplar los retratos de los sucesivos Incas
que gobernaron Perú y como entre
ellos se incluye, desde el momento en
que esas tierras forman parte de los dominios de España, a los monarcas
españoles como continuadores legítimos
del poder imperial incaico.
Así, por ejemplo,
inmediatamente después de Atahualpa -mencionado como emperador nº XIV- aparece a Carlos V, numerado como el emperador
de Perú nº XV. Felipe V es mostrado como XX emperador de Perú y su hijo Luis I, efímero rey de España, como el XXI
emperador de Perú, según la
representación de emperadores incas que
aparece en la obra Relación histórica del viaje hecho de orden de su Majestad a la
América Meridional (Madrid, 1748)
de Jorge Juan y Antonio de Ulloa.
Ambos formaron parte de una misión de carácter científico para medir el meridiano terrestre, pero en esta obra aportaron abundantes noticias geográficas e históricas.
Ambos formaron parte de una misión de carácter científico para medir el meridiano terrestre, pero en esta obra aportaron abundantes noticias geográficas e históricas.
FELIPE V COMO XX EMPERADOR DEL PERÚ, LUIS I COMO XXI EMPERADOR |
EMPERADORES DEL PERÚ |
También se podía ver al rey Fernando VI como XXII emperador,
ilustraciones debidas a Juan Bernabé Palomino.
Magnífica, hermosa e ilustrativa la exposición de la Biblioteca Nacional de España.
No cabe decir lo mismo de la triste y pobre
exposición con la que La Casa de América, ubicada en el antiguo palacio de Linares de en la
madrileña plaza de Cibeles, pretende homenajear a este escritor.
Muy interesante este artículo de la Dr. María Dolores Gallardo López. El Inca Garcilazo representa un puente entre ambas culturas. Resaltó la antigua tradición del Perú incaico con minuciosa agudeza y acusiosidad. Sin él no habríamos conocido una gran parte de la Historia de los Incas. Felicitaciones a esta iniciativa de la Biblioteca Nacional de Madrid. Me hago eco del llamado de la Dra. Gallardo a difundir este tipo de actividades fundamentales, y más aún, si representan una oportunidad de abrir lazos estrechos entre la América Hispana con su rico y complejo mestizaje y la muy ilustre nación de España.Saludos a la Biblioteca Nacional de España desde Venezuela.Sigan adelante en tan valiosa labor.
ResponderEliminar