16/10/17.-
Que los nacionalistas quieran celebrar la figura del ex presidente secesionista
catalán Lluis Companys es lógico, pues su conducta fue igual de desleal con la
patria común, España. Pero sería un acto de verdad, algo que los nacionalistas desconocen con harta
frecuencia, el dar a conocer la biografía de este personaje político, que tiene
en su haber la responsabilidad de miles de muertos de manera directa o
indirecta. De hecho no fue fusilado por su secesionismo de España, al presidir
la República de Cataluña en tiempos de la II República que lo encarceló, sino
por la hilera incesante de muertes bajo su mano asesina, que muchos califican
de genocida: desde más de dos mil clérigos a más de mil carlistas, más de
doscientos miembros de la CEDA, más de doscientos entre sindicalistas y
falangistas, más de medio centenar de periodistas, más de 50 miembros de
Círculo Ecuestre y casi 17 escritores. ¡Un auténtico carnicero! ¿Quién da más?
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No deseo la muerte de nadie, porque
es la anti-pena por excelencia. Un criminal debe pagar con años de prisión sus
fechorías, para que reflexione y pueda purgar su conducta nefanda e incluso
arrepentirse de cara a un posible perdón. Companys fue una figura siniestra en
la historia de España; que ahora sus émulos celebren su memoria, solo cabe
pensar en deseos de analogía. Los partidos que acompañan a los secesionistas en
la ceremonia de exaltación a Companys apoyan igualmente su imagen. Hay que
tener más coherencia con la Historia y sus personajes.
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