jueves, 23 de noviembre de 2017

Antonio Mateos: Homenaje al pintor en la Tertulia Peñaltar de Madrid



 Autorretrato. Antonio Mateos


L.M.A.

            24/11/17 .- MADRID .- El pintor Antonio Mateos será objeto de un homenaje en la Tertulia Peñaltar de Madrid, dirigida por Rosa María Manzanares en la sede del Hogar de Ávila, en la que disertará la crítica de arte Julia Sáez-Angulo. El acto cultural, presidido por Anunciación Guil, tendrá lugar el próximo jueves, 30 de noviembre, a las 20 horas (c/ Caballero de Gracia, 18. Madrid).

            Antonio Mateos Prieto (Barcelona, 1972), residente en Madrid, es un pintor y profesor de pintura figurativa que confiesa con orgullo su aprendizaje, deuda y agradecimiento con pintores como Antonio López, Isabel Quintanilla, María Moreno, Antonio Zarco o José María López-Mezquita, a través de los cursos que hizo con ellos en distintas ocasiones en Ávila, Madrid y en Priego (Córdoba).

            “Estos profesores no solo me enseñaron, sino que me orientaron cuando yo andaba disperso o perdido sobre el camino que habría de tomar”, declara Antonio Mateos. “El pintor Antonio López me abrió el mundo, cuando yo estaba sumido en un mar de dudas y quería buscar la verdad. Él me enseñó que las cosas que nos rodean son importantes y había que prestarles atención. Parece un consejo pequeño, pero para mí fue decisivo. Me limpió el corazón. Sentí una gran afinidad con el artista en sus clases. Creo que fue el más espiritual de todos los profesores que tuve”.

        El poeta Juna Ramón Jiménez también elogiaba las cosas que nos circundan:


¡Qué quietas están las cosas
y qué bien se está con ellas!
Por todas partes sus manos
con nuestras manos se encuentran.

    ¡Cuántas discretas caricias,
qué respeto por la idea;
cómo miran extasiadas,
el ensueño que uno sueña!

    ¡Cómo les gusta lo que a uno
le gusta; cómo se esperan,
y, a nuestra vuelta, qué dulces
nos sonríen, entreabiertas!

    ¡Cosas -amigas, hermanas,
mujeres-, verdad contenta,
que nos devolvéis, celosas,
las más fugaces estrellas!

            "De María Moreno y López Mezquita aprendí sobre todo la importancia de la técnica, de las medidas en la composición del cuadro. De Isabel Quintanilla me interesó su fuerza y energía, su sentido de la disciplina. Era una mujer con carácter. “Tienes que trabajar más intensamente”, me advirtió al verme algo disperso en aquella juventud. De Julio y Francisco López Hernández aprendí a perfeccionar el dibujo; de Paco, el segundo, me conmovía su gran bondad”.

            Hoy es Antonio Mateos el profesor, el que ejerce la docencia en su estudio de Madrid y en diferentes centros culturales de la capital de España. Sus alumnos lo reconocen y valoran. “Sabe enseñar sin presionar y sus orientaciones son siempre muy valiosas”. Es la cadena del conocimiento, cuando se transmite el testigo del saber con generosidad.

            Antonio Mateos dibuja mucho y pinta al óleo una figuración que transcurre por la figura humana, el paisaje y la naturaleza muerta. De esta última decía Giorgio de Chirico en 1938: “Recordad que la expresión “naturaleza muerta” tan fea (…) le corresponde, en otro idioma, una expresión más profunda y auténtica, y mucho más amable y poética: vida silenciosa. Escuchar, entender, aprender a expresar la voz remota de las cosas, ese es el camino y la meta del orbe”.

            Al pintor barcelonés –de origen extremeño-, bien afincado en Madrid, le gusta pintar el proceso o secuencia de unas frutas o verduras, como por ejemplo, una lechuga iceberg. “Me gusta presentarla en el cuadro con el plástico que la arropa, tal y como yo la adquiero en el mercado, porque, como hombre de ciudad,  así la veo”.

            Su Autorretrato parcelado en cuatro posiciones, como una fotografía de DNI, fue seleccionado en el premio BMV 2017. “Me gusta el retrato de personas desconocidas o cercanas. Tienen una verdad y vivacidad especial. He retratado recientemente a un joven con síndrome de Dawn. Es una figura interesante”, explica Mateos.

            El pintor es devoto del Barroco, seguramente por ello pinta cráneos, en homenaje a las vanitas de ese periodo histórico. El tempus fugit. También representa cráneos de distintos animales, sobre todo aves, siguiendo la estela de una Georgia O´Keeffe y su cráneos de búfalo calcinados en el desierto.

            Recientemente podemos ver obra de Antonio Mateos en la galería Alcolea de Madrid, donde presenta una serie de árboles, tomados en su esencial esquematismo como figura. Mateos refleja el alma de las cosas cercanas y cotidianas –cafeteras, microondas… los elementos de cocina le interesan para bodegones-, como le enseñara con acierto su maestro Antonio López.

Más información
www.antoniomateosprieto.com




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