Padre Cruz Goñi Paternáin. Terciario Capuchino. Amigoniano, cumple sus bodas de oro en el sacerdocio

Padre Cruz Goñi en la Fundación y Colegio Caldeiro. Madrid

L.M.A.

30.11.17 .- MADRID.- El Padre Cruz Goñi Paternáin, terciario capuchino, amigoniano, cumple sus bodas de oro en el sacerdocio; 50 años al “servicio de la Palabra, los Sacramentos y la Caridad pastoral” . La parroquia madrileña de Nuestra Madre del Dolor lo celebrará con una misa solemne el próximo domingo, día 3 de diciembre.

Cruz Goñi Paternáin nació el 3 de mayo de 1939 en Guirguillano, Navarra. Fue ordenado sacerdote el 23 de julio de 1967 en Vitoria. En la Archidiócesis de Madrid ha desempeñado los siguientes ministerios:

Ecónomo de Nuestra Madre del Dolor desde octubre de 1973 hasta octubre de 1983; arcipreste de San Juan Evangelista desde junio de 1976 hasta junio de 1979; párroco de Nuestra Madre del Dolor desde octubre de 1989 hasta septiembre de 2013; miembro elegido del Consejo Presbiteral y del Consejo Diocesano de Pastoral desde junio de 2006 hasta junio de 2012; coordinador de Catequesis de la Vicaría II desde 1999 hasta 2015.

En la actualidad ejerce su ministerio sacerdotal como vicario parroquial de Nuestra Madre del Dolor desde septiembre de 2013.

Datos académicos

Estudios de Humanidades en el Seminario Diocesano de Pamplona. Filosofía en Hellín y Teología en Sevilla. Licenciado en Catequesis por el Instituto Superior de Ciencias Catequéticas San Pio X. Pedagogo y Diplomado en Psicología por el Consejo Superior de Protección de Menores, de Madrid.

En la Congregación Amigoniana ha desempeñado los servicios de: superior y director del Colegio P. Luis Amigó de Pamplona desde septiembre de 1968 hasta agosto de 1971; formador en el Seminario San José de Godella, Valencia, desde agosto de 1971 hasta junio de 1973; consejero provincial desde julio de 1977 hasta junio de 1983; Superior Provincial desde junio de 1983 hasta julio de 1989.

En la actualidad es hermano de la comunidad religiosa del Colegio Fundación Caldeiro desde julio de 1989.

De talante franciscano y amigoniano, es una persona con las personas, que vive su vocación al servicio de Dios y de los hombres; que fomenta la dimensión comunitaria y realza el valor del compromiso gratuito; que acompaña en especial a las personas más necesitadas, sabiendo que el encuentro con la debilidad es un encuentro con Dios.