Julia
Sáez-Angulo
10.11.17 .- Más
de cien canciones y ochenta tipos de danzas folklóricas ha recopilado la
estudiosa Pilar Sicilia, investigadora del Folklore de Jaén en el canto, la
danza y la indumentaria. Actualmente ha terminado su cuatro libro, con DVD
incorporado, Canciones y danzas de la
sierra de Cazorla, sobre sus últimos descubrimientos en este campo. El
libro, que será publicado por la Diputación de Jaén como los tres anteriores,
lleva un prólogo de Concha Herranz, conservadora de Indumentaria popular en el
Museo Nacional del Traje en Madrid.
Los
libros anteriores fueron. Canciones y
danzas de la sierra sur; Canciones y danzas de sierra Mágina, y, Canciones y danzas de Segura de la sierra.
Para la investigadora, Jaén es una provincia ideal como geografía de cruce
entre Andalucía y Castilla, amén de Murcia y Valencia, por lo que su música
registra una mayor riqueza y variedad, como son fandangos, seguidillas,
boleros, jotas…
“Jaén
perteneció durante once siglos al Adelantado de Cazorla, de influencia
toledana, por lo que dejamos sentir su influencia, además de la pirenaica y del
paso de Murcia y Valencia. Los arrieros venían a Jaén con sedas y otros
textiles y regresaban con aceite. Todo queda registrado de una u otra manera en
la danza y su música. La danza de llanura es siempre más abierta y la de
montañas y bailes más picada o cerrada. La geografía y el espacio son clave en
la danza”, explica.
María
Pilar Sicilia de Miguel (Madrid, 1940), residente en Jaén, funcionaria del Estado, primero y de la Junta
de Andalucía, después, ha vivido con la pasión de conocer y recopilar todo el
Folklore de la provincia de Jaén y a ello ha dedicado energía y recursos
personales desde muy joven, cuando acompañó a la estudiosa Paquita Anguita, de
la Sección Femenina de España, a Segura de la Sierra, para investigar lo mismo
que ella sigue investigando hoy.
“Era
en los años 60, cuando no se contaba con medios electrónicos para grabar y
registras música y cantos, pero Paquita Anguita tomaba nota en su papel pautado
de música e hizo una gran labor que yo he continuado hasta hoy”, cuenta Pilar
Sicilia.
“A mí
me interesaba la danza y era muy buena para registras los diferentes pasos de
distintos bailes en los pueblos más remotos. Íbamos en coche de línea y, al
igual que ahora, nos sufragábamos nosotras todos los gastos. Cuando Paquita
murió contábamos con pesados magnetofones que nos ayudaban a hacer mejor nuestra
tarea. Todo ha sido muy duro y a base de esfuerzo personal, pero no me quejo,
he hecho lo que me gustaba hacer, explica Pilar Sicilia.
¡Que bien me hubiera venido un año sabático para hacer
un seguimiento mayor y más cercano del Folkore; no se hubiera perdido ningún
canto ni danza de los que aprendíamos de las personas mayores de los pueblos
con los que nos entrevistábamos”, suspira la investigadora..
A
mediados de los años 70, Pilar Sicilia creó con otras aficionadas a la música y
la danza folklórica, la Asociación Lola Torres, nombre de una gran bailarina
del género. Amplió conocimientos estudiando más a fondo el flamenco y otros
aspectos del patrimonio, al tiempo que dirige el Grupo de danza, al que imparte
rigor y disciplina profesional. Sus intervenciones en distintos foros y
escenarios son muy reconocidos; los intercambios de actuaciones por distintas
geografías son un hecho que amplia horizontes de participación.
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