Julia
Sáez-Angulo
24.11.17 .- MADRID .- La
escritora portuguesa Sophia de Mello es la autora de Cuentos ejemplares, traducidos al español por la lusista María
Tecla Portela Carreiro e ilustrados en color por Juan Jiménez. El libro, que autora
parafrasea al de Novelas Ejemplares de
Cervantes, ha sido publicado por la editorial Encuentro.
El
enfoque cristiano de la escritora portuguesa lleva aparejado una demanda social
ante el hombre desheredado, pobre e indigente en tantos campos frente a una
requerida dignidad humana.
Sophia
de Mello Breyner Andersen (Oporto, 1919 – Lisboa 2004) es una reputada poeta, que publicó quince
poemarios, amén de una docena de libros de cuentos, ensayos y obras de teatro.
Fue la primera escritora que obtuvo el premio Camoens 1999, el más prestigioso
en lengua portuguesa, y el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2003.
Sophia de Mello es una autora de gran inquietud religiosa y social a lo largo
de su vida y su literatura. Fue diputada de la Asamblea Constituyente en 1975 tras
la denominada Revolución de los Claveles.
Mujer
de gran cultura clásica, a la vieja usanza del gran bachillerato, esa cultura
la manifiesta en su poesía junto a la visión cristiana que tiene su
cristalización en la visita a la Acrópolis o el Aerópago, desde el que San
Pablo dijera su célebre discurso “Al dios desconocido”.
Delfos,
Creta, la luz de Grecia, Orfeo, La Odisea,
Homero… toda la Hélade desfila por la poesía y narrativa de esta autora
portuguesa de gran calado moral. “Homero” es el título de uno de sus cuentos.
La
traductora Tecla Portela hace un amplio prólogo del libro de Sofía de Mello en
el que afirma que sus cuentos “hacen pensar. Más aún: obligan a pensar. Y en el
caso de Sophia, me atrevería a decir que “imponen” el pensar y a veces, incluso
de una forma angustiosa, delicada y brutal al mismo tiempo, sin concesiones…”
Los
personajes de estos cuentos son de trazo fuerte, esculpidos sobre el bien y el mal, por lo que
la tensión está asegurada en una batalla moral sazonada de tiempo y matices.
Siete relatos que ejemplifican muy bien la condición humana. Un acierto haberlos
traducido al castellano.
Cuando mi
cuerpo se pudra y yo se muerta
Seguirán el jardín,
el cielo, el mar,
Y como hoy
igualmente han de bailar
Las cuatro
estaciones en mi puerta.
Estos
versos con aroma de epitafio los escribió Sophia de Mello en Dia del Mar (1947).
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