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Rogelio Sánchez Molero
Julia Sáez-Angulo
13/06/18 .- MADRID .- Rogelio Sánchez
Molero. Ajofrín (Toledo), 1966. Abogado en ejercicio y poeta. Es socio de
número de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles. Y miembro del grupo
literario Boadilla Troquel. En 2016 recibe la Mención Honorífica al mérito
literario del Grupo Pro Arte y Cultura, presidido por S.A.R. doña Ana de
Orleans y dirigido por la pintora y mecenas Mayte Spínola. En 2011 publicó el
libro de poemas Memorial de Ausencias; Editorial Cuarto Centenario. Y en 2016
apareció su segundo poemario, Surge la luz, editado en la colección Mirador
de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles. Ha colaborado con un
relato en la obra colectiva El Arte de narrar, publicado en 2018 por Huerga y
Fierro Editores. Es colaborador habitual en diversas tertulias y revistas
literarias.
1. ¿Qué
definición de poesía le convence más?
Puede parecer
difícil encontrar tal definición. Quizás porque sea preciso distinguir entre
“la Poesía” y “lo poético”. Tal como yo la entiendo, la Poesía debe ser, sobre cualquier otra
consideración: la potenciación de la escritura literaria en su máximo grado.
Trabajando la puridad del lenguaje, desdeñando la vulgaridad y haciendo que las
palabras sencillas sean pura creación. Buscar la expresión de lo inefable y
buscar la belleza en sí misma; si bien, como afirmaba Juan Ramón Jiménez,
“puede parecer éste un esfuerzo baldío porque la Poesía no se realiza nunca,
escapa siempre, es forma huída, forma apasionada de la libertad”.
2. ¿Cómo
percibió usted la vocación poética?
Siendo aún
niño, debía tener unos siete u ocho años, mi abuela Lucila me regaló “Platero y
Yo” (una edición en rústica de Taurus, que por desgracia he debido perder en
alguna mudanza). Quizás leyendo esa prosa poética -sin yo saber entonces que se
llamaba así- empecé a notar esa llamada. Siempre me gustó leer poesía. Y hacerlo
en voz alta. Intenté aprender a declamar los versos de Miguel Hernández, de
Machado... De repente, cuando era un joven estudiante me descubrí escribiendo
versos que iba guardando. Sólo yo los leía y algunas pocas personas, sin pensar
que alguna vez verían la luz en forma de libro.
3. ¿Qué
autores le marcaron más en su sensibilidad poética?
Ya he citado a Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado o a Miguel
Hernández. Añado a Pedro Salinas, Jorge Guillén, Cernuda, Vicente Aleixandre.
También la poesía mística de San Juan de la Cruz, de Fray Luis de León y de
Santa Teresa de Jesús.
4. ¿Se
puede enseñar la poesía en un taller de Escritura?
Yo creo que los talleres de escritura pueden enseñar la técnica,
las formas, e incluso la manera de afrontar un proyecto de obra. Es más yo
añadiría que los talleres deberían enseñar a declamar. Pero hacer Poesía es
otra cosa. Dice Emilio Porta, con mucho acierto e ironía, que el poeta no es
tan solo un “sentidor” sino un “escritor”. No solo por trasladar
sentimientos a un papel se está
escribiendo Poesía. Hacer versos puede ser sencillo, escribir Poesía, no tanto.
Yo no he asistido nunca a un taller de escritura, por eso digo que me considero
poeta autodidacto, pero he leído y leo mucha poesía. Quizás por no haber
aprendido, académicamente, la técnica me cueste tanto hallar esa sublimación
del lenguaje a la que me refería antes.
5. ¿Se
compagina bien con el ejercicio de la abogacía?
Ciertamente el ejercicio de la abogacía, con su lenguaje prosaico
trufado a veces de tecnicismos, deja poco margen a la escritura poética. Yo,
personalmente, necesito abstraerme de lo
jurídico, para componer. Aunque el mundo del Derecho, puede, eso sí, servir
de base, quizás de fuente, para trasladar al poema ideas, pensamientos,
disquisiciones.
Pero no es nada fácil. El trabajo diario me absorbe y escribo en
muchas ocasiones, si se me permite la expresión, “a
salto de mata”, anotando ideas, esbozando versos, que luego intento que
acaben siendo un poema. Pero me cuesta.
6. ¿Se
están administrando bien los premios de poesía en España?
No acostumbro concurrir a certámenes, por eso no sé si se
administran bien o no. Las pocas veces que he presentado poemarios no han
resultado premiados. Sí puedo decir, siendo Jurado del Premio de Poesía Carmen
de Silva y Beatriz Villacañas que se convoca anualmente, que en este certamen
el fallo no está premeditado, ni se nos sugiere a los jurados “lecturas detenidas”; es un premio
completamente limpio y basado en la calidad poética de las obras.
7. ¿Está
equilibrado el número y la calidad de hombres y mujeres poetas?
Desconozco si actualmente hay más hombres que mujeres poetas, o si
más mujeres que hombres. Quizás la percepción es que haya más mujeres que
escriben muy buena poesía. En cuanto a la calidad, el problema no es del sexo
de quien pretende escribir poesía, sino de la calidad de lo que se escribe, en
sí misma. Y para eso no hay que distinguir sexos, es el trabajo la
concentración y la búsqueda de la belleza lo que dará el resultado deseado
8. ¿Qué
poemario último ha leído y que le pareció?
He estado leyendo Los pálidos señores con tazas de moca de la
rumana Herta Müller, premio Nobel de Literatura en 2009. Lo he leído en la
traducción al castellano hecha por José Luis Reina Palazón, porque yo no hablo
ni leo alemán (idioma en que se escribió originariamente la obra). Es un
poemario descarnado; de versos duros, como la vida dura que le tocó vivir a la
autora. Prescinde en los poemas de los signos de puntuación (lo que permite
lecturas diversas), diera la impresión de una escritura caótica, con
neologismos imposibles, como si hubiera que buscar la idea entre las ruinas.
Pero son poemas donde se atisba, no obstante, la esperanza. Valgan estos dos versos a modo de ejemplo: “y nada acaba/en el alfabeto de la angustia/tan
cabezacaninamente pesado/y a la vez lagartijamente delicado/como el presente.”
9. ¿Cómo
es la vida cultural en Toledo? ¿Cuáles son las instituciones más vivas?
Toledo es una ciudad con una animada vida cultural. No en vano ha
sido y es lugar de buenos artistas. Hay convocatorias e invitaciones a inauguraciones de exposiciones,
presentaciones de libros, teatro, conciertos. Tanto las instituciones públicas
–Ayuntamiento, Biblioteca Regional- como la iniciativa privada a través de
asociaciones, librerías, propician que prácticamente a diario haya actos
culturales en agenda.
Estoy corrigiendo unos poemas que pretendo publicar. Quiero
titularlo Flores entre las piedras. Es
un poemario en el que, siendo reconocible mi estilo, de alguna manera, varían
el fondo y la temática de mis dos poemarios anteriores. Pero esto lo tendrán
que decir quienes me lean; puede que mi percepción no sea, por subjetiva, la
adecuada.
Estoy también valorando la posibilidad de publicar mi primer libro
en solitario de relatos cortos. Y a
más largo plazo, hacer también una serie de retratos poéticos de algunos
escritores. Pero este proyecto, como digo, va a ser más a largo plazo.
ResponderEliminarEn esta entrevista ROGELIO SÁNCHEZ MOLERO se nos revela como un intelectual equilibrado en sus juicios de contemporaneidad y como un poeta preocupado no solo por el mensaje poético de sus trabajos sino también, algo cada vez menos frecuente, por las formas que protegen y mantienen la pureza de nuestro lenguaje. Veo en él un gran presente y un brillante porvenir en hacer poético cotidiano.
El comentario anterior fue firmado por Ramón L. Fernández y Suárez, compañero de Rogelio en Grupo TROQUEL de Boadilla del Monte y amigo que se honra en estrechar su mano de buen creador de poesía.
ResponderEliminarAmigos Julia y Rogelio, aplaudo tanto a la periodista como al poeta. Maravilosa entrevista y muy acorde con lo que yo pienso.
ResponderEliminarMi cariño para ambos. May