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Peter Wal con la Infanta Doña Elena
Julia Sáez-Angulo
30/07/18
.- MADRID .- Se hace llamar Peter Wall y así firma sus instantáneas
fotográficas bien enfocadas, partiendo de su nombre civil: Pedro Tapia. Quiso
parafrasear al actor Antohny Queen, que se llamaba Antonio Reina. Después se
encontró con que en Internet hay un célebre oficial británico, ya fallecido, que
también se llamaba Peter Wall. Pues ya está: ¡ambos se denominarán por igual en
la red!
Pedro
Tapia Ruano (Madrid, 1960), experto en Informática y Fotografía, hijo de exitoso
arquitecto madrileño, dice que ha trabajado desde muy joven y en distintos
campos, por eso es un todo terreno que sabe de cualquier cosa. Primero trabajó
con su padre y de la construcción conoce muchas cosas, cuando supervisaba las
obras paternas y recorría los chalés levantados para calibrar la calidad
debida.
Después
trabajó para el Ayuntamiento de Madrid, también como inspector en los distintos
barrios, recorridos que hacía en pareja o en solitario, tarea no siempre fácil
y sí con peligros y tentaciones. A veces trataban de untarle y él se reía,
recordando aquel dicho inglés de que un ramo de flores es un regalo y un barco
es un soborno. Nadie le ofreció nunca un barco– por tanto no puede saber si es
de verdad honrado- y ante los simples regalos los rechazaba y soltaba unas risas
sobre sus interlocutores. Se asombraba de que algunos colegas los aceptaran.
Es un
hombre tranquilo, como los célebres pistoleros del Oeste en el cine. Un pólipo
en la laringe le hace hablar de modo nasal y pausado. Algunos le dicen: ¡Vaya
catarro que tienes Peter! y él les saca o no del error, según le place. Otros
que lo sabemos le preguntamos ¿por qué no te operas? Y él responde impasible:
“porque los médicos no me garantizan que no se vaya a reproducir, así que prefiero
dejarlo como está”. Pienso que sin ese toque nasal, Peter Wall sería otro.
Está
separado y tiene una hija. Tiene sus hábitos, que como ya se sabe, se
convierten en manías a partir de los 40: le gusta la comida sana, sin
colorantes, conservantes ni aditamento alguno. Él mismo hace la compra en
lugares de garantía, para asegurarse de que no le venden contaminados o
directamente basura. No toma alcohol, porque es un hombre centauro que va
siempre con su coche atestado, incluso al centro de la capital, porque su buena
estrella le proporciona siempre aparcamiento. Eso sí, paga fortunas por ello al
Ayuntamiento de Madrid, su antiguo patrón.
Desde
hace unos años se dedica a la fotografía artística y de reporterismo gráfico.
Se ha especializado en fotografía de las artes visuales y recorre el circuito
de museos, galerías, marchantes y estudios de artistas con su figura familiar y apreciada para todos
ellos. Después las edita en distintas
revistas o en su blog. Peter Wall es un singular personaje de la fauna
madrileña.
¡Ah!
una colega suya, algo bruja, le ha augurado que muy pronto será un caballero de
fortuna.
Eres un crack!! Peter
ResponderEliminarÉxitos, Amigo