miércoles, 25 de julio de 2018

RETRATOS: María López de Castro, conservadora y restauradora de arte


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 Recibiendo la Medalla de Oro del Foro Europa. 2015





Julia Sáez-Angulo


            25/07/18 .- MADRID .- Pasea su gentil y estilizada figura por el circuito artístico de exposiciones, galerías, museos y conferencias sobre arte y atrae, entre otras, la mirada de la cámara de Peter Wall. María López de Castro,  conservadora y restauradora de Bienes Culturales y especialista en Pintura por el Instituto per l’Arte  e il Restauro Palazzo Spinelli de Florencia y la Escuela de Restauración de Madrid. Lleva más de dos décadas desarrollando su labor. 

            Para ella la principal tarea es respetar la lectura histórica de la pieza que tiene entre manos. A la restauradora no le cabe creatividad alguna en ese campo y momento, sino la fidelidad al autor de origen, repite María López de Castro (Madrid, 1976) con empeño, casi como un mantra que se le quedó grabado en el taller de su aprendizaje.

            Cuenta que, pese a sus elevadas calificaciones académicas, arrastra una cierta dislalia –nadie lo diría-, que ella venció y sigue venciendo con tesón y empeño. Su paso por Italia, particularmente sus diez años en Florencia le hacen querer y admirar la patria de la gran pintura.

            Sabe de arte con mayúsculas, porque lo estudió a fondo y sigue haciendo cursos para documentarse y disfrutar más y más, el último el del profesor Jesús Luca de Tena sobre arte contemporáneo. La formación permanente es para ella un mandamiento general.

            Tiene tal ansia y apetito de aprender que camina con un cuaderno entre sus manos tomando notas de aquello que ve, que  oye y le parece digno de ser registrado. Tiene un cerro de estos cuadernos que a veces repasa porque encierran enseñanzas de grandes maestros. No son un diario, pero casi, el “querido diario” lo escribió hasta los 21 años.

            Ha restaurado principalmente obras de la gran pintura de los siglos XVI y XVII de colecciones públicas y privadas, pero también ha abordado con ganas y entusiasmo la buena pintura del XIX e incluso frescos de basílicas y catedrales. Muestra con orgullo las fotografías de algunas piezas que entraron en la UVI de su taller y la magnificencia con la que salieron curadas sin añadir un ápice de cosecha propia.

            A María López de Castro le gusta su profesión y la disfruta, si bien se ve obligada con frecuencia a dejar Madrid y viajar a otras ciudades para ejercerla. Es la lucha por la vida, que diría Pio Baroja. Recientemente estuvo en algunos conventos de Burgos.

            A veces le encargan la venta de algunas obras de arte cercanas a las que restaura y pone de inmediato en contacto a sus dueños con los anticuarios, marchantes o subastas, en este circuito variado y variopinto del arte.

            El yoga le ayuda a mantenerse en forma y lo brinda generosa a los amigos que vamos a hacer un curso amistoso y reducido de petit comité cuando pase el verano. Hemos pensado en el parque del Retiro al aire libre, pero también contamos con otros jardines para hacerlo. Arte y naturaleza se dan la mano a través de esta mujer inteligente y pizpireta, que elogia al prójimo, cuando la sabiduría está en ella misma.

María, ala dcha, junto a Julia Sáez-Angulo y el profesor Luca de Tena. 2018. (Foto Peter Wall)

2 comentarios:

  1. Es un excelente reconocimiento por parte de la escritora y crítica Julia Sáez-Ángulo, a tantas horas de continua formación, trabajo, sacrificio, superación y profesionalidad!!! Gracias Maria Lopez De Castro por tu generosidad aportando tanta valía al apasionante mundo del arte! AR

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