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Julia
Sáez-Angulo
15/08/18
. – MADRID .- Como crítica de arte, siempre le fascinó el personaje del poema Peregrín cazador de figuras, del peruano
José María Eguren y de la misma manera ella busca historias que contar, por lo
que está atenta a la narrativa oral de la gente. Necesita escribir cada día,
siguiendo el aforismo latino Nulla dies
sine línea, ningún día sin línea. Si nos adentramos un poco, vemos que
escribe más que el Tostado –Alonso Fernández de Madrigal, ese personaje abulense
del siglo XV, de quien se dice que escribía al menos una hoja de pergamino al
día. Su efigie está esculpida en el trascoro de la catedral de Ávila.
Julia
Sáez-Angulo (La Rioja, 1946) presume de su buen bachillerato que le enseñó los clásicos,
interna en un colegio de la Compañía de María de Santa Juana de Lestonac
(sobrina de Montaigne), colegio que fundara en La Rioja una tía suya, la madre
Marijuán. El convento fue incendiado por un pobre diablo que se hizo una foto con la
lata de gasolina al lado, antes de comenzar la proeza durante la guerra civil de 1936. El colegio fue reconstruido y allí ella tradujo a Julio Cesar, a Homero y a
Virgilio. El latín le pareció, por encima del griego, la lengua más concisa y
hermosa que se haya hablado en el planeta. Hoy es solo lengua viva en la Santa
Sede, pero nutre lenguas romances como el español.
En
Filosofía sacaba matrícula de honor, le llamaban en clase "la filósofa", pero,
cobarde, no se atrevió a estudiar Filosofía pura, por temor a que le patinase
la mente. A los 16 años no se fiaba de sí misma. Durante el bachillerato la
chica era lista, apuntaba maneras y prometía, pero se quedó en una aurea mediocritas (término medio), al decir de Horacio, que es una forma confortable de estar en el mundo. Su marido se lo
reprochaba: “No te haces valer” ("no te sabes vender" eran sus palabras textuales). La curiosidad universal, quizás, la dispersó.
No lo lamenta.
Se
decidió a estudiar Derecho en la Universidad Complutense, decisión de lo que no se arrepiente,
porque le ordenó un poco el cerebro y le puso los pies en el suelo. Y no
patinó. Pero como la cabra tira al monte, volvió a las Humanidades con el
Periodismo, estudiando la carrera por la tarde en la primera escuela de Periodismo
en España (fundada por Don Ángel Herrera Oria antes de la guerra civil), mientras
dejaba las mañanas para el Derecho. Sus padres, viticultores generosos,
financiaron ambas matriculaciones; dos licenciaturas –sin master apócrifo
alguno. Después vino la Historia del Arte en la Sorbonne y en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander en verano. Mal que bien habla inglés y francés por estancias continuadas en Londres y París. Se desenvuelve en ambos.
Le
gustan los asertos prácticos que le enseñaba el Derecho, sobre todo el Romano, porque condensan
tratados en una sentencia: primus
in tempus, potior in iure (el primero en el tiempo es el primero en el
Derecho); pacta sunt servanda (los
pactos son para ser guardados); cláusula rebus
sint stantibus (estando las cosas como están); ius usus inocui (derecho de uso inocuo en propiedad ajena)… También
los del Periodismo: “la noticia es materia pronto perecedera; si no se emite de
inmediato, huele a fiambre”. También los dichos cínicos como: “No dejes que la
verdad te arruine un buen reportaje”. Ceñirse a la veracidad, impedía la
imaginación, por lo que Julia Sáez-Angulo acabó como fabuladora de novelas y cuentos,
sobre todo con relatos breves que se ciñen en espacio a una buena crónica y que piratea sobre la marcha por la oreja.
En el
Ministerio de Cultura
Trabajó
en la sección de Periodismo internacional –después de un breve paso por Tribunales-,
pero el director la nombró pronto jefe de la sección de Cultura y ahí se doctoró a
fondo en el campo de la literatura y el arte, donde hoy permanece. Su mayor
tiempo laboral transcurrió durante casi 30 años en el Gabinete de Prensa del
Ministerio de Cultura.
Ha
publicado siete novelas y once libros de relatos, cuatro de poesía, cuatro
biografías… Los artículos, reportajes, entrevistas y editoriales se cuentan por
miles. No sabe hacer la "O" con un
canuto, por lo que, envidiosa, admira a los artistas visuales capaces de
plasmar en líneas y colores la realidad o la imaginación. Quizás por eso se
hizo crítica de arte. Ha participado en los congresos de la asociación de
críticos en los que ha impartido comunicaciones y conferencias sobre temas
como: Nacimiento, muerte y resurrección
de la pintura; El retrato; La mujer en las artes visuales; La escultura después de las
vanguardias; El coleccionismo de arte; Camilo José Cela coleccionista de dos
mil obras de arte; Arquetipos literarios… Actualmente prepara para
noviembre una conferencia en Sevilla sobre Arte
Naïf y Museo Internacional de Arte Naïf Manuel Moral en el Palacio de
Villardompardo.
En la Tertulia Peñaltar de Artes Plásticas en Madrid, dirigida por
Rosa María Manzanares, lleva diez años impartiendo laudatios, a favor de los homenajeados por su trayectoria artística.
Por allí han desfilado muchos pintores y escultores, al igual que por la Tertulia
Ilustrada, una vez al mes. Mayte Spínola, fundadora del Grupo pro Arte y
Cultura la nombró portavoz de dicho Grupo, a mucha honra, además de cronista de
las exposiciones y creación de museos o colecciones que el Grupo lleva a cabo.
A Julia le hubiera gustado que la llamaran vocera, como se dice en
Hispanoamérica, pero no cuajó la idea.
Es persona
cordial, por convicción íntima, pero también sabe ser cortante. No tiene
interés alguno en caer especialmente simpática, para evitar posibles
campechanías o abusos, que los hay. Se confunde amabilidad con agencia de servicios. Le gusta cierta distancia y respeto en el
trato, más que los cariños, las carantoñas o el estilo campechano. Le ponen nerviosa los elogios, reconocimientos
y homenajes, porque le suenan a adulación y se siente incómoda ante ellos; las alabanzas, mejor detrás. Considera que el teléfono es invadente y desconcentrador en su
trabajo, prefiere el correo electrónico o el whatssapp.
Aunque no se siente
escrupulosa, detesta los besos por una cuestión profiláctica, lo mismo que dar
la paz en la misa con un apretón de manos (cosa censurable, ¡qué le vamos a
hacer! Confío que no se entere el papa Francisco), porque se encuentra con
palmas sudorosas o sarmentosas que le producen grima y ha de contenerse para no
limpiarse las manos en la ropa, como hizo Pedro Sánchez en campaña electoral. A Mayte Spínola
tampoco le gusta el besuqueo, pero no pone freno y lo tolera, ya que es persona
generosa; conmigo, nunca tiene ese problema. Julia sueña con el saludo a la
japonesa, sin roces, de simple inclinación respetuosa de cabeza, pero ya se sabe que los
occidentales, los caucásicos -como dice la policía-, somos todavía bárbaros a ojos de Oriente, que se asombran de nuestro apretón de manos a la romana, que no significa otra cosa que decir: "no voy armado".
Padece
una rinitis alérgica general e indefinida, con causa idiopática (eufemismo médico cuando no tienen ni idea de qué se trata), inespecífica, con rechazo a todo: humo del cigarrillo, polvo, perfume
muy fuerte o abundante, corrientes de aire, cambios de temperatura… ¡Una cruz! Esta
matraca le hace estornudar, llorar y moquear en los momentos más inoportunos, seguramente
por eso se esconde a veces como el pájaro espino.
Sócrates
le enseñó la máxima: ¡Conócete a ti mismo!
pero cree que eso es imposible. Los demás tienen siempre la palabra.
¡Ah! Julia es nombre de reina española que nunca pisó territorio nacional. Adivinen. También de la esposa de Ciceron, pero ella lo tomó en el bautismo de su abuela materna.
Más información
https://lamiradaactual.blogspot.com/2018/03/cela-el-arte-y-mallorca-conferencia-de.html
¡Ah! Julia es nombre de reina española que nunca pisó territorio nacional. Adivinen. También de la esposa de Ciceron, pero ella lo tomó en el bautismo de su abuela materna.
Más información
https://lamiradaactual.blogspot.com/2018/03/cela-el-arte-y-mallorca-conferencia-de.html
JULIA:
ResponderEliminarGracias por esta sincera y objetiva confesión que, aún así, no te aleja de nuestro afecto y reconocimiento.
Ramón L. Fernández y Suárez
Nadie mejor que tú para describirte y nadie mejor que nosotros para agradecerte todo lo que has hecho por el arte y por las personas que nos dedicamos a la creación.
ResponderEliminarBreve, pero interesante y divertida semblanza la que nos haces de tu persona.
Me ha encantado
Gracias Julia
Javier
¡Bien por ti Julia!, un certero trazo en tu .... autorretrato. Veo que las grandes escritoras como tú, ya no viven "peligrosamente", como las pioneras. ¡¡Todo eso hemos conseguido gracias a mujeres como tú, audaces y valientes!!
ResponderEliminarDespués de tantos años jamás he pensado que «no te hicieras valer»...Sin duda eres tú.Un abrazo
ResponderEliminarLo que no sabia es hasta qué punto eres sinceramente valiente o val...mente sincera. Felicidades por ser tú misma, sin tapujos y exponer tu convencimiento con ese excelente humor. Un beso "virtual", jeje
ResponderEliminarAunque tarde, llego a tiempo para escribir que cuentas con una brillante e interesante trayectoria profesional. Un abrazo
ResponderEliminarSeñoras Julia Sáez Ángulo Dolores Ángulo, soy Rodrigo Valenzuela Fernández, un tío bisabuelo mío Monseñor José Luis Espínola Cobo de familia argentina y residente en Chile estudió e hizo el árbol genealógico en Argentina y Chile de la familia Spinola, que partió con don Pedro de Spinola casado con Petronila Pardo Zela, el tío José Luis fue el a pagado más antiguo de Sudamérica y Deán de la Catedral de Santiago.Mi interés en la familia Soinola es muy grande y quisiera saber cómo puedo comprar el libro sobre la genealogía de esta familia y conocer mis antepasados en España. Díganme a qué editorial me puedo dirigir y cómo puedo acceder a él. Les agradecería mucho que me pudieran decir, muy agradecido: Rodrigo Valenzuela Espínola y Fernández.
ResponderEliminarPuedes comprar el libro en linea o hacer que te lo envien en fisico. “Los Condes de Casa Barcena Memorias de una Familia Viguesa (1839-2008)
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