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Julia Sáez-Angulo
16/08/18.- MADRID .- Contaba Anna
Magnani en una entrevista, que su madre se reía a carcajadas, porque era una
mujer que había sufrido mucho. Después de eso, sabía aprovechar los buenos
momentos de la vida. A la poeta le sucede algo parecido, de vez en cuando suelta
carcajadas sonoras, una risa bien a gusto, porque sabe de la vida, del amor, el
desamor, del dolor y la pérdida. Con el tiempo, como lenitivo y la poesía, como
expresión, ha sabido canalizar toda su existencia y sublimarla en la cultura,
sobre todo en la literatura, la música y el arte.
Juana María Herce García (Quel, La
Rioja, 1954) salió de su pueblo, pequeño municipio apoyado en una peña
gigantesca y que reparte desde un balcón pan y queso en los días de la fiesta
de agosto, siguiendo una tradición medieval, para estudiar Enfermería en
Madrid. Trabajo algunos años en un hospital, pero comprendió que no era lo
suyo. Tuvo dos hijos madrileños y se refugió con ellos, muy pequeños, en
Almería para cambiar de aires y calmar su ánimo soliviantado.
En una casa cerca de la playa cuidó
a sus hijos, a los que vestía siempre como príncipes, y les dio estudios
universitarios. Por su casa playera pasábamos familia y amigos del interior,
para disfrutar días de mar junto a la generosa anfitriona y visitar la hermosa
alcazaba y el poblado étnico de la Chanca con su particular arquitectura. Entre
tanto, sociable como es ella, iba haciendo amigos entre vecinos y periodistas –recientemente
ha fallecido su amigo Kayros- que vivían en la cercana Ciudad Jardín de
Almería, la ciudad peor comunicada por tren de España y a la que se tardan
horas en llegar desde Madrid. Todo el mundo lo dice, pero ha carecido de
diputados eficaces para abogar por ello. ¡Simples cuneros o ni eso!
La vida acecha con sus sorpresas y
mazazos. La inesperada pérdida de un hijo –siempre es inesperada- fue un
hachazo, más que mazado, en la vida de Juana María Herce. Aquel suceso iba
contra natura y solo el llanto mitigaba en principio el dolor y la angustia,
pero la escritura como vomitivo, la poesía como catarsis, vinieron en su
auxilio y surgió un poemario elegíaco titulado Bajo diversos cielos (2014). Una peregrinación por el Camino de
Santiago, que pasa por La Rioja, le ayudó previamente a abrirse al cielo, a
reconciliarse con él, que no tuvo culpa alguna. Los versos brotaban como gotas
de lluvia en cadena y reflejaban el poso
del alma.
Lloró mucho, buscó consuelo en amigos, conoció casos similares al suyo y acabó por asumir lo inconsolable.
Lloró mucho, buscó consuelo en amigos, conoció casos similares al suyo y acabó por asumir lo inconsolable.
En realidad fue la escritura y su
hija María, brillante académica, las que le fueron levantando el tono vital a
la poeta riojana, que hoy reside en Arroyo de la miel (Benalmádena) -¿puede
haber nombre más poético?- donde acude y asiste a todos los actos culturales
que se organizan en la moderna biblioteca del lugar, desde recitales de poesía,
presentaciones de libros, conciertos o conferencias de arte de Pablo Rodríguez
Guy.
Además cultiva los viajes al norte y
sur de la península para conocer nuevos aires. Viajar es lo que más despeja.
La gusta la música y el canto, por
eso encarga a ciertos compositores que pongan música a algunos de sus poemas y
graba su interpretación. El resultado ha sido magnífico: un poema/himno a la
Virgen de Valvanera, Sol de la Rioja, que compuso Javier de León e interpretó
la soprano Aurora Bañasco. Y otro poema cantado por la voz racial de la gitana Naiara
Jiménez.
Juana María Herce se ha paseado este verano por los montes de Valvanera y su monasterio, no lejos de sierra de la Demanda para visitar los hermosos parajes de Suso y Yuso en San Millar de la Cogolla y tomar un vaso de buen vino en Berceo. Se dice que en Suso están enterrados los Siete Infantes de Lara, en concurrencia con otros varios sitios que dicen lo mismo.
Juana María Herce se ha paseado este verano por los montes de Valvanera y su monasterio, no lejos de sierra de la Demanda para visitar los hermosos parajes de Suso y Yuso en San Millar de la Cogolla y tomar un vaso de buen vino en Berceo. Se dice que en Suso están enterrados los Siete Infantes de Lara, en concurrencia con otros varios sitios que dicen lo mismo.
Como narradora de cuentos fue
seleccionada por los periódicos Ideal de
Granada y El Eco del Cidacos. Actualmente
prepara la publicación de su segundo poemario. Da muchas vueltas a los títulos
de los libros, porque le parece algo importante como resonancia estética y el
próximo tiene el provisional de Cuando pausa la mar. Espero que no lo
cambie, porque suena muy bien. Y que no se lo pirateen.
Dice que su buen tronco de pelo es lo mejor que Dios le ha dado a su figura. Le gusta jugar a la lotería para
tentar a la suerte y al azar. Y lo dicho, de vez en cuando suelta carcajadas
estentóreas, porque tiene derecho. Ella lleva lo suyo.
Más información
https://es.wikipedia.org/wiki/Juana_Mar%C3%ADa_Herce
Juana María y la cantanatehttps://es.wikipedia.org/wiki/Juana_Mar%C3%ADa_Herce
Con Julia Sáez-Angulo
Con su hija María Contreras
Juana María Herce
Muchas gracias Juani por varios motivos: porque eres mi Hermana;porque has sabido educar a tus Hijos,mis sobrinos del Alma;porque has sabido sublimar tu dolor por esos bellos poemas que son bálsamo para el espiritu del que los lee.
ResponderEliminarGracias extensivas a Julia Sáenz por el cariño con el que acompaña a Juani.Desde mi México querido,os mando un abrazo.
Con cariño: Goyo.
Aunque tarde -acabo de venir de vacaciones- he leído este estupendo artículo sobre Juana M. Herce y me he conmovido por la fuerza de sus vivencias. Enhorabuena a las dos, a la poeta y a la escritora Julia Sáenz Angulo.
ResponderEliminarÁngela Palomeque