-->
Retrato del Rey para la sala de plenos del Ayuntamiento de Noblejas (Toledo)
Julia Sáez-Angulo
08/08/18 .- MADRID .- Es más lista que el hambre, y esta agudeza, que en astucia y maldad podría ser terrible, se atempera por su bondad y generosidad que se hace difusiva en quien está a su lado. El arte es su empeño y el hecho de ser una ama de casa impecable, una cocinera masterchef, una gestora eficaz de su patrimonio y abuela a tiempo parcial, no le restan un ápice de energía para ordenarse y ponerse a pintar o modelar cada mañana en su gran estudio de la madrileña calle de Doctor Esquerdo.
En la Escuela de Artes y Oficios de Madrid le
dieron la máxima calificación en la escultura y su profesor le indicaba que
siguiera por este camino, pues modelaba las formas como los ángeles; el barro,
la plastilina o la cera se convertían en su manos en formas artísticas
perfectas. Lo sigue haciendo.
Mercedes Ballesteros Rodríguez (Noblejas,
Toledo, 1946) es una mujer práctica y pensó que si el arte es difícil de vender
en general, la escultura lo es en particular, por lo que se ha dedicado
fundamentalmente a la pintura figurativa que se le da estupendamente. No teme
a la figura humana que le gusta sobre cualquier otra forma y trabaja con
modelos vivos en su estudio, que se permite contratar, porque quiere y porque puede, para trabajar a
gusto. Después de todo es una “niña rica”, porque antes fue rica heredera.
Ha sido tesorera de la Asociación
Española de Pintores y Escultores, AEPE, y nadie mejor que ella, porque, como buena
castellana, sabe ahorrar y gastar en la dosis conveniente, por eso su marido
confió en ella a la hora de administrar los caudales de la empresa. Hizo bien,
porque Mercedes Ballesteros supo hacer patrimonio razonable, sin dispendios ni
equivocación alguna. Esa virtud le viene por el lado materno, pues su progenitora
hizo lo mismo comprando casas en mal estado en Noblejas para rehabilitarlas con peones -ella dirigía la empresa- y disponer
de una para cada una de sus cuatro hijas. Lo de su padre eran las letras y los
números, pero no la economía.
Mercedes Ballesteros se crió en su
infancia junto a la presa del Tajo cercana a Noblejas, municipio situado en la comarca de la Mesa de Ocaña, que abastecía de
electricidad a la comarca toledana circundante. Todos los empleados de la presa vivían en
una gran casona por pisos, con un jardín amplio de árboles delante y huertos cercanos para cultivar
hortalizas y frutas. Su padre, empleado ilustrado de la presa, les daba clase a
las hijas, alumnas díscolas que preferían las labores del hogar. Mercedes solo vivió un año en Noblejas con su
tía Mercedes, porque para hacer la
primera comunión tenía que asistir a clases de Doctrina Cristiana y de paso
acudió ese curso a la escuela municipal. Ella recuerda con nostalgia los
años de infancia en la casa de la presa, donde todo era bucólico y feliz, hasta
un día en que vio flotar algo sobre las verdes aguas del Tajo y, al acercase, vio
que era un hombre muerto. Avisó de inmediato a su padre y aquel día Mercedes
clausuró la inocencia y su infancia, ante la evidencia de que los días tenían su fin.
La casa de la presa es hoy fruto de la incuria y el abandono. Por sus ventanas desvencijadas entran las ramas de los árboles cercanos y el antiguo jardín es hoy pasto de jaramagos, ranúnculos y retamas. Sic gloria transit.
La casa de la presa es hoy fruto de la incuria y el abandono. Por sus ventanas desvencijadas entran las ramas de los árboles cercanos y el antiguo jardín es hoy pasto de jaramagos, ranúnculos y retamas. Sic gloria transit.
La pintora ha llevado a cabo una
amplia retrospectiva de 40 años de trabajo en
el Ateneo de Madrid en este año 2018 –la de los 30 la hizo en Toledo-, donde ha mostrado pintura, escultura,
dibujo y fotografía, con todas las técnicas a su alcance. Desde hace unos años
practica la acuarela, además del óleo, y ha sido una nueva revelación positiva
en su trayectoria.
Le gusta hacer retratos y tiene logros magistrales como el que hizo a Carmen Valero. Algunos de los pintados al rey Felipe VI cuelgan en museos o salas de pleno consistoriales como la de Noblejas. Colaboradora pronta con el Grupo pro Arte y Cultura de Mayte Spínola, sus cuadros han atendido siempre las exposiciones y la solidaridad que conlleva el Grupo.
Le gusta hacer retratos y tiene logros magistrales como el que hizo a Carmen Valero. Algunos de los pintados al rey Felipe VI cuelgan en museos o salas de pleno consistoriales como la de Noblejas. Colaboradora pronta con el Grupo pro Arte y Cultura de Mayte Spínola, sus cuadros han atendido siempre las exposiciones y la solidaridad que conlleva el Grupo.
Buena amiga de los amigos, los
invita a su estudio que habilita para fiestas de fin de año o de disfraces en carnaval, o a
su casa de Manzanares el Real para una buena barbacoa. Sus empiñonadas de carne
o manzana son de perder la cabeza y deleitars el gusto.
Mercedes Ballesteros es un ser noble, por ello nació en Noblejas, combina con
sabiduría, arte y fiesta, arte y gastronomía, arte y amistad. Dios la bendiga
por ser así.
Más información
No hay comentarios:
Publicar un comentario