viernes, 7 de septiembre de 2018

RETRATOS: Antonio López o la historia del célebre cuadro “La Gran Vía” de Mariluz Barreiros




 Antonio Lopez entrega el I Premio Iberoamericano de Mecenazgo a Mayte Spínola (2015)
 Antonio López. pintor

"La Gran Vía de Madrid", O/L por Antonio López


Julia Sáez-Angulo

            08/09/18 .- MADRID .- Dicen que “La Gran Vía” es  el mejor cuadro del pintor y tienen razón, pues bien, la intrahistoria de esta pintura tiene su aquel, que dice mucho del mejor artista realista del panorama pictórico español e internacional. Un manchego con mas retranca que un gallego, que expone en la galería Marlborough, que fue premio Velázquez 2006 y Medalla de Oro Mayte Spínola 2017, que sostiene que en el patronato del Museo del Prado debe de haber siempre algún pintor y no solo políticos y coleccionistas de arte. Tiene muchísima razón, de la misma manera que yo diría que no debe estar copado por artistas, porque buenos son ellos. Él fue en su día miembro de ese patronato magno y allí dejó oír su voz.

            Antonio López García (Tomelloso, Ciudad Real, 1936) siempre pide una mayor y mejor educación artística en el bachillerato. Íñigo Méndez Vigo, cuando era ministro de Educación, lo asentía.

            Cuando se iba a casar la hija del empresario Eduardo Barreiros, Mariluz, con Alberto Comenges, su tío, Valeriano Barreiros, el que llevaba las finanzas de la conocida empresa de automoción española, encargó a su cuñada, la pintora Mayte Spínola, que adquiriese un buen cuadro para su sobrina. Le dio el talón para pagar el regalo y la pintora conversó a su vez con su sobrina Mariluz hasta que se decidió que sería un cuadro de Antonio López. Mayte y su esposo Graciliano le regalaron un pequeño Dalí.

            Con las mismas, las dos damas Mayte y Mariluz quedaron con Antonio López y su esposa María Moreno –buena pintora- en casa para concretar que tipo de cuadro quería la que se iba a casar y se barajó la posibilidad de un bodegón o un paisaje urbano. Se optó finalmente por lo segundo y Antonio sugirió que fuera la Gran Vía de Madrid. Recibió el talón de manos de Mayte y se puso a pintar, pero ya saben como es la pintura del artista manchego, que entregó el cuadro a la desposada cuando ya ésta se había divorciado y estaba a punto de casarse con Jesús Polanco. 

            Antonio López, que ha visitado varias veces la Fundación Arauco dirigida por Carmen Spínola en Chinchón (Madrid), se lo contó allí, entre risas, a Mayte. El manchego es como es, imposible. No hay mas que recordar el cuadro que hizo sobre la familia real del rey Don Juan Carlos para el Palacio Real de Madrid, con el príncipe y las infantas solteros, y terminado con ellos casados. Todo esto forma parte de la realidad  y su leyenda.

            Mariluz Barreiros es hoy la Delegada del Grupo pro Arte y Cultura, PAC, en Galicia y dirige con tino la Fundación Eduardo Barreiros de la automoción y el Museo Barreiros.

            Escuchar a Antonio López en conferencias, como las que ha impartido en el Museo del Prado, la Fundación FOCUS, el Club Siglo XXI y en el Taller del Prado, es un espectáculo, porque en ellas no se contiene un pelo, provoca y cuenta todo lo que tiene que contar y decir como en petit comité. Ya tiene edad para decir lo que quiera, e incluso “para ser impertinente”, como decía la escritora Ernestina de Champourcín.

            Antonio López, entre otras cosas ha dicho:  “El buen pintar figurativo contiene la abstracción, sabe colocar adecuadamente el color y las formas. Hablar de abstracción en la pintura es una redundancia. Es la propia pintura. La abstracción es un contenedor de sentimientos y formas, algo que ya estaba en la pintura desde siempre”. El premio Velázquez recordó a la VEGAP cuando tenía su sede en lo que hoy es el Taller del Prado. Dijo que nunca había tenido dificultades para estar en un sitio, cuando quería pintar desde él y así lo había hecho en Vallecas y en la Gran Vía.

No solo pintor de Madrid

            No se considera un pintor de Madrid, aunque haya pintado la ciudad en distintos puntos. “Yo pinto lo que está cerca de mí, mi casa, mis cosas, la vida misma, lo que tiene importancia para mí, como hacía Vermeer, que pintaba su casa y su cercanía”. “El pintor ya no está secuestrado por el encargo y no tiene por qué pintar dioses o imágenes sagradas”, añadió.

            El pintor de Tomelloso ha recordado su llegada a Madrid a una pensión, cuando tenía 13 años, para estudiar en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, animado por su tío, su admirado pintor Antonio López Torres (1902-1987), que tiene un museo en Tomelloso. “La pintura del Museo del Prado, tan oscura, me parecía una pesadez. Me interesaban más los últimos pintores, sobre todo Picasso y lo que más me interesó fue el arte griego al que entendía mejor que a Goya. Lo descubrí en el Museo de Reproducciones Artísticas”, cuenta el artista, y señala que en la docencia debiera de empezarse siempre por mostrar lo que hacen los pintores últimos, los más relevantes, y no repetir la Venus de Milo. “Tío me gusta más lo que usted hace”, le dijo a López Torres después de visitar el Museo del Prado.

            Recuerda también Antonio López que estuvo cuatro años dibujando y pintando en la Escuela de San Fernando. “Se puede aprender a dibujar en uno o dos años, pero “la pintura es sobre todo pintura y eso es algo muy personal”. Señala la pintura como emoción color y formas, algo que él sabe muy bien calibrar en los demás pintores y no tanto en su propia obra.

            “La figuración realista tiene su propio lenguaje y a muchos les cuesta pintarla, como a De Chirico; después de tanta metafísica en sus cuadros, cuando quiso volver a la figuración realista, le costó mucho. Buena parte de los cuadros metafísicos que se mostraron en su exposición de Chirico en la Caixa de Madrid, eran flojos”.

            “Cuando veo la figuración de nuestra época me parece nueva en su libertad”, dijo y señaló los ejemplos de Bacon, Balthus, Hopper, Peter White, Richard Estes, Giacometti en sus retratos… “Me parece asombrosa la riqueza de lenguajes dentro de la figuración…”, señala Antonio López: “No me preocupa nada lo que va a pasar en el arte dentro de 50 años. Tenemos arte de sobra, lo que hay que hacer es disfrutar de la vida”.

            “El orden está en la vida y la mente de cada cual, más que en el estudio”, declara. También dice que ha comprado pintura abstracta, “porque conozco su recorrido y me gusta la abstracción, que también puede seguirse en la figuración. Hay abstracción en la obra de Velázquez, no así en la de Murillo, por eso me interesa más el primero…”

            El artista manchego señala que hoy no se enseña la pintura figurativa en las Escuelas y por ello habían surgido numerosas Academias privadas, desde las que se impone un estilo.

            “Los artistas figurativos no hemos tenido mucho mimo de la sociedad, aunque nos hayan dado algunos premios”. “Los pintores constituimos unas cuatro “familias” y en la propia te aplauden, pero no así en las otras y hay que andarse con cuidado”. “Hay gente que me quiere, aunque no entienda de pintura, porque soy para ella un símbolo”.

            Sobre Marcel Duchamp dice que era “un artista zángano, persona de cultura e inteligencia, pero un vago. Era nada, frente a Paul Klee, que sí era un gran pintor. Y hay algunos que siguen a Duchamp y que son igual de zánganos que él”. Antonio López dice que le gusta mucho ver y leer libros de grandes artistas.

            “A mí –a diferencia de Pérez Villalta, pintor muy creativo que le gustaría ser como un arquitecto, proyectar y que lo hagan otros-  me gusta ser un pintor que lo hace todo, desde la preparación de los lienzos hasta el bastidor y la firma, pasando por la escala o su cambio, disfruto y gozo en todas las etapas de la ejecución del cuadro.

            “Todo lo que tiene que ver con la pintura me parece intemporal. La figuración de nuestra época, de los siglos XX y XXI es un lenguaje precioso, intemporal. El día en que se haga una exposición con todo su recorrido, la gente se va a caer de espaldas, porque cada uno  (cita a los pintores anteriores) tiene su propio lenguaje” “Me parece maravillosa la aventura de pintar, las dudas, los arrepentimientos... como a Velázquez”.

Más información

https://lamiradaactual.blogspot.com/search?q=Antonio+L%C3%B3pez

Carmen Iglesias, Mayte Spínola y Antonio López

Antonio López, Alicia Koplowitz y Mayte Spínola en el centro

Antonio López en el Taller del Prado (Foto Peter Wall)
Retrato de los Reyes (2016). 0/L por Antonio López

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