“ULISES: Sino o Destino”... la interminable
travesía del judío errante.
De Dublin a Madrid 2008-2018
J.S.A.
30/11/18
.- MADRID .- El pintor Jean Paul León presenta su serie pictórica “Ulises”
en su nueva Casa –Estudio de Madrid. La
inauguración estuvo concurrida de coleccionistas y amigos, con Ofelia León,
esposa del artista, como co-anfitriona.
Jean Paul dirigió una palabras a
los asistentes, para recordar la tradición del judío errante, también encarnada
en su persona, ya que nació en la estación de Hendaya, su madre lo registró como nacido en Madrid, donde vivió algunos años, para hacerlo más adelante en
París, seguido de Los Ángeles, un año en Irlanda para preparar la serie Ulises, y de nuevo en España hasta
afincarse de nuevo en Madrid. Seguidamente habló de la reciente serie en su
pintura.
Génesis
de la serie pictórica Ulises
“En la primavera del 2008,
flanqueado por la hecatombe de Lehman Brothers y la creciente rebaba que más
tarde llegó a tiros hasta la redacción de Charlie Hebdo, volví a dejar Paris.
Veinticinco años en América no me habían servido para echar raíces ni en Nueva
York ni en Los Angeles. Irlanda, con su claustrofobia isleña se me ofrecía como
un refugio de paz verde, ambarina y sola, desde la que a tiro de piedra, en
Londres, se pudiesen respirar los aires del mundo, o los principios alambicados
que orquestó la Commonwealth. Tras el Ulises de Joyce y en clave de Homero, me
dediqué a pintar las 24 horas del día que suelto por Dublín, recopiló en sus
huesos Leopold Bloom. Penélope, Circe, Nausica y Calypso, desfilaron una tras
otra, envueltas en seda de manufactura femenina. Si bien, al llegar a Itaca,
conquistado por el verde esmeralda, supe en mi corazón que me encontraba muy
lejos de mi casa.
De Dublín a Berlín. Ese salto era un
tirabuzón más propio del Mago Merlín que de un pintor de cuadros ambulantes
como yo. En Alemania, fuera de la cancela que enmudece a la historia, en carne
propia, comprendí el fuego del Holocausto, esa cámara de gas que aún se
extiende hasta nuestros días en esta Europa dividida que se aferrra al hierro
del Norte y al mercachifleo del Oeste con una política racista que cuestiona el
Este y se atrinchera atemorizada contra el Sur como si fuese una vieja América
presidida por cualquier Donald Trump. Un cóctel molotov, propio de la
post-guerra que aún se mastica en el Bundestag, tirado contra el ventanal de mi
estudio en Ku´Dam, me hizo poner los pies en polvorosa como si fuese un
rebotado más de Kristalnacht ochenta años más tarde.
Dando tumbos, me presenté en Oxford,
sin ganas de dar clases a nadie ni considerarme voz adicta a la Universidad
podrida por el clasismo. El clima y dos embolias cerebrales se ocuparon del
resto. Jávea, paraíso terrenal para los ingleses pre y post Brexit, se mostró acogedora,
con una Ibiza al fondo, prístina y clara, en las que las mañanas límpidas con
la punta de los dedos se podía llegar a tocar.
Frente al Mare Nostrum nació
"Mortal Migrations", una colección de acuarelas dedicada a los muchos
Ulises a los que irremediablemente el sino o el destino se ha venido empeñando
en hacerles naufragar. Como otro náufrago más, las olas me vomitaron de nuevo
en Madrid, en la capital de un país en el que nací, procedente de la Gare de
Austerlitz, con destino Príncipe Pío. La noche cerrada de un 24/25 de enero
tempestuoso, al tener que bajarse mi madre del tren en Hendaya para entrar a
pie en Irún junto a su madre, se produjo el evento. Dio a luz en el andén
francés, antes de que el tren de la Renfe llegase con retraso y sirviese de
refugio para una noche de perros, desolada y fría en la que se produjo mi
nacimiento. ¿Destino de entonces y de ahora? El corazón del foro, Madrid”
Estancia
en Irlanda
“En 2007, por recomendación de la
consultante de arte, Clare McAndrews, Jean Paul Leon aceptó la invitación de la
editora Noelle Campbell-Sharp, fundadora de la residencia de artistas Cill
Rialaig Arts Centre en Irlanda. En 2008 trasladó su estudio a Dublín donde creó
“Ulises, Sino y Destino”, una colección de arte que ilustra los 18 capítulos
del Ulises de James Joyce según explora
el sujeto de Leopold Bloom como ejemplo del judío errante, y el Ulises de
Homero como símbolo del héroe por autonomasia que se enfrenta al peligro de
muerte en cada recodo del camino de vuelta a casa, a su reino, a su Ítaca.
Tras completar “Ulises, Sino y
Destino” en Dublín, Jean Paul Leon se asentó en Berlín, donde creo el memorial
al Holocausto, "Cuando la Muerte se convirtió en Industria", concepto
finalista seleccionado entre más de ochocientas propuestas, ganando Mención de
Honor, en un jurado encabezado por Daniel Libeskind. En Berlín, Leon enfocó su
energía en una colección pendiente: “Reflejos del Islám”, comenzada en 1978
cuando, durante su luna de miel en el Sahara, recibió una copia del Corán de
manos de otro viajero. Este trabajo lo retomó en 1991 a raíz de la invasión de
Kuwait, en otro desierto, el Desierto de Sonora, Arizona, donde el grueso de la
obra fue creada con objetos 3D y espejos que reflejan al espectador y lo/la
incorporan en el arte, proyectando imágenes exteriores y reflejos interiores.
La obra resultante está "basada en la lectura del Texto, en la contemplación,
en el espejismo del desierto, en el oasis, en la arena, en el viento, en el
amor por la caligrafía, en el embrujo de La Alhambra con su tendencia única a
viajar consigo, no sólo en el arabesco y en la filigrana del tiempo, si no en
los confines más ojivales de la imaginación."
Las tres colecciones: “Herencia
Hebrea”, I.N.R.I. y “Reflejos del Islam”, conforman “Tres Culturas”, el
resultado de la dedicación de toda una vida y de su más profunda convicción...
que “en estas tres religiones, por más que se comience buscando el Maggid -el
oír la voz de Dios- inexorablemente, uno se acaba encontrando con el hombre,
que en plural se hace masa y en singular, se diluye en soledades”. Ong Namo
Guru Dev Namo. En su introducción al artista, el renombrado Tasador de Arte de
la ciudad de París, Maître Pierre Cornette de St-Cyr, Presidente de la
Asociación del Palais de Tokyo, escribe: “... Estamos hoy sumidos en una
violencia imbécil, como todas las violencias. Pero la luz del arte, como nos lo
muestra Jean Paul León, nos guiará hacia la inteligencia”.
Muy interesante el texto, la trayectoria y la pintura.
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