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Carmen Valero
Foto: Peter Wall
Foto: Peter Wall
27/12/18 .- MADRID .- La japonesa Chieko Sugiyama, desde niña tuvo,
amó y cuidó a los perros; los tuvo junto a ella de muchas razas: chihuahua,
teckel, de pelo corto y largo, pastor australiano... pero sus preferidos son
los japoneses, las seis razas del país del Sol Naciente, de las que a su vez
destaca los perros Akita y Shiba, de los que es experta y llegó a criar en su
casa de Collado Villalba, rodeada de naturaleza y montaña.
Con sus perros ha ganado numerosos
concursos internacionales de belleza en Europa y América, de ello queda
constancia en los diplomas y fotografías que cuelgan en su despacho, donde
Chieko Sugiyama (Tokio, 1940) explica las características que acompañan a los
perros Akita y Shiba:
“Son muy primitivos, ágiles,
inteligentes y bonitos. Aunque en origen eran perros de caza, hoy son mascotas
de compañía, cariñosos aunque no sean tan expresivos como otros. Cuando los
amantes de los perros los conocen, los adoran, aunque en España todavía no son
tan conocidos como otras razas. En Vitoria hay un excelente criadero de esos
perros, yo críe pero en menor cantidad porque solo tenía una perra Shiba”.
Los países escandinavos, Alemania e
Inglaterra son los países que más aprecian y demandan estos perros japoneses.
Esta mujer japonesa llegó a
Algeciras en 1970 y, dos años más tarde, a Madrid, donde se afincó, trabajó
como intérprete, primero en Acerinox y después en Fujitsu. Se casó con el pintor
español Vicente Rubio, que exponía en la madrileña galería Sokoa. Lo de los
perros era una actividad paralela, de la que disfrutaba por afición y por
reconocimiento general ante su conocimiento sobre los Akita y Shiba, pues era
una consultora clave en este campo de las razas caninas niponas. Las otras
cuatro razas son: shikoppu, kai, hokaido
y kishu.
Chieko Sugiyama explica que la
belleza de un perro radica en los buenos cuidados: largos paseos diarios al
aire libre –ella hacía hasta seis km con ellos-, cepillado cuidadoso, constante,
buen pienso –no les daba carne y arroz como otros, pero también también pude
hacerse- y mucho respeto al animal, que lo devolverá en atención y afecto,
incluido a los niños.
Un buen cachorro Shiba de dos meses,
con buenos antepasados, puede costar unos 1200 euros, y si va para el
extranjero, 2200 euros. Es un perro que no ladra mucho, solo lo suficiente para
convivir con él a gusto. La clave para un buen adiestramiento del perro es
demostrarle desde el principio, quien es el dueño y quién es el que manda en la
relación con él. Un perro maleducado se puede re-educar, pero ha de hacerlo un
buen adiestrador de perros.
“En China y Corea si se comía carne de perro, pero en
Japón nunca”, señala Chieko Sugiyama con orgullo.
Más información
https://crazyshiba.com/
perro japonés de Chieko en su casa de Collado Villaba
wow una verdadera amante de los shiba, aqui tengo una web sobre esta raza Crazyshiba
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