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Julia Sáez-Angulo
Fotos: Carmen Valero
20/5/19 .- Madrid .- Cantante de jazz, de blues, de Godspel, de
boleros, de mariachis... espectacular con un soberbio vestido de Valentino
en blanco y oro y dos flores como dos cocas a los lados de su pelo recogido,
Glenda Gaby interpretó un concierto en la iglesia de San Antón a favor de
Mensajeros de la Paz, entidad solidaria dirigida por el Padre Ángel para los más necesitados de la sociedad, quien estuvo presente en el evento musical repleto de
público.
El concierto contó también con el
apoyo de un pianista venezolano y un guitarrista cubano, Ray Roy, que siguen y
persiguen con acierto todas las derivaciones, interrupciones, lapsos e
interpretaciones imprevisibles de la cantante en el escenario. Lo suyo es la
libertad en la música, como buena hija del jazz. Glenda Gaby puso su potente
garganta, su voz briosa o aterciopelada, sus variaciones de sonidos singulares, guturales o nasales, con la lengua, la nariz, las onomatopeyas, los gritos tropicales de ¡Azúcar! y
otros varios...
La cantante sabe llenar el
escenario, implicar al público y hacerle cantar. Es una show-woman indiscutible, con sus artes de voz, de escena y de
sonrisa. En el Salvador la adoran, al decir del embajador de su país, presente
en el concierto; en España se la conoce y se la sigue. No ha mucho, actuó en el Teatro
Galileo. Los miembros del Grupo pro Arte y Cultura la hemos visto interpretar
canciones en los encuentros artísticos de la mecenas y pintora Mayte Spínola,
sentada en primera fila –fila cero- junto a Helena Kirby de Bragation; ambas
subieron al final al escenario, a invitación de Glenda, junto al torero José
Ortega Cano, que compartió micrófono, por un minuto con la artista (no lo hacia
mal). También se vio en el concierto a Cuchi de Osma, Solange D´Acosta, Carlos Mazariegos,
Consejero de la Embajada de Guatemala, Javier de Montini, Paloma Barrientos, Elena
Tablada, Lola Rodríguez y otros muchos.
Glenda estuvo divertida contando una
anécdota de juventud, ya cantante, al regreso de sus prolongados estudios
en Nueva York , Londres y España: coincidió en el avión con el querido y desaparecido monseñor Oscar
Romero. Al bajar del avión vio una gran muchedumbre en el aeropuerto agitando
banderitas de El Salvador, “creí que
eran para mí, que no me habían olvidado, porque entonces ,yo ventiañera, creía que el mundo giraba en torno
a mí”, contó Glenda con humor, pero cuando me asomé,
la multitud no reaccionó (¡sí me han olvidado!, pensé) y la gente reaccionó con entusiasmo al salir monseñor Romero. La joven Glenda
leconfesó a monseñor que el público salvadoreño la había olvidado a ella como cantante, pero él le
dijo: “Nos están esperando a los dos” y bajaron juntos del avión.
Glenda Gaby, nacida Dina Esmeralda
(El Salvador, 1967), casada con empresario español Luis Pérez Cobos (la escuchaba arrobado), residente en Madrid, tiene tres
hermanos Alirio, Sandra Leticia y Ana Glenda, dos de ellos dedicados a la
música, él con el nombre de Alirio Guerra. Su mamá, Doña Edelmira, murió el año
pasado y sus amigos vimos a la cantante profundamente desconsolada.
En el concierto, en la iglesia de San Antón, hemos visto a una Glenda Gaby radiante, feliz, espléndida cantante con su manto de tul verde lima o su soberbio vestido de Valentino, blanco y oro. La voz en temas como Cucurrucucú paloma, Malagueña y Summer Time alcanzaban unos sostenidos increíbles. Nos tenía magnetizados pendientes de su prolongación. ¡Una diva!
Foto de familia, final del concierto
Mayte Spínola, Glenda Baby y Solange D´Acosta
El padre Ángel recibe la recaudación para Mensajeros de la Paz
Carmen Valero, Carlos Mazariegos, Cuchi de Osma y Glenda Gaby
Cuchi de Osma y Glenda Gaby
Cuchi, Carmen y el padre Ángel
Cuchi, Carmen y padre Ángel
Foto de familia, final del concierto
Mayte Spínola, Glenda Baby y Solange D´Acosta
El padre Ángel recibe la recaudación para Mensajeros de la Paz
Carmen Valero, Carlos Mazariegos, Cuchi de Osma y Glenda Gaby
Cuchi de Osma y Glenda Gaby
Cuchi, Carmen y el padre Ángel
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