jueves, 3 de octubre de 2019

SALVADOR VICTORIA: “ESPACIOS DETENIDOS” [ OBRA GRÁFICA 1967-1994 ], EN LA CALCOGRAFÍA NACIONAL


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Lugar: REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDO. CALCOGRAFÍA NACIONAL.
Alcalá 13, Madrid
Fechas: del 3 de octubre al 1 de diciembre de 2019




L.M.A.
Fotos Peter Wall

            4/10/19.- MADRID.- La exposición “ESPACIOS DETENIDOS” [ OBRA GRÁFICA 1967-1994 ] del artista visual Salvador Victoria, ha quedado inaugurada en la Calcografía Nacional. En la inauguración de la muestra estuvo presente su viuda Mari Claire Decay-Cartier. El comisario de la exposición es Alfonso de la Torre, quien escribe:.
La dedicación de Salvador Victoria Marz [Rubielos de Mora, Teruel, 1928-Alcalá de
Henares, Madrid, 1994] a la obra gráfica no constituyó, como se muestra en la exposición Salvador Victoria: espacios detenidos (Obra gráfica 1967-1994), un capítulo más de suquehacer, apartado de obra menor ni, menos aún, mero acompañante de sus trabajos sobre lienzo. Esta exposición, que debemos a la generosidad y afán de su viuda, MarieClaire Decay Cartier, contiene sesenta y cuatro obras, treinta serigrafías y treinta y cuatro estampas realizadas con técnicas calcográficas. Junto a ello, se muestran cartelesserigráficos y carpetas o libros ilustrados por el artista, también otros ensayos gráficos.

Desde las enseñanzas en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos, en Valencia finales de los cuarenta, recibidas por el grabador Ernesto Furió Navarro, el interés de Victoria por la serigrafía tiene su origen en la estadía en Paris mediada la década de los cincuenta, en donde la serigrafía tuvo un gran impulso sucedido desde la postguerra mundial por talleres entonces muy activos como el de Wifredo Arcay y las ediciones de la Galerie Denise René. Eusebio Sempere, buen amigo -ya desde Paris- de los Victoria, aprendió en ese contexto la técnica serigráfica, exportada hacia nosotros en 1960 como una novedad con extraordinaria visibilidad con el trabajo junto a Abel Martín en las ediciones del Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca, a partir de 1963. A ello hay que sumar la consabida tradición editora emprendida casi a la par en la Comunidad Valenciana, debiendo citarse aquí la actividad de Ibero Suiza, con quien también colaboró nuestro artista.
            Cumpliéndose veinticinco años del fallecimiento de este pintor amante de la obra sobre papel, voz baja capaz de decir grandes cosas, prosecutor de los efectos producidos al realizar hendidos con el tórculo en los papeles, de las superposiciones y gofrados o del collage con papeles y cartones, debe mencionarse fue Victoria un verdadero elogiador de la investigación de los medios expresivos gráficos, también del pintar con papel, emblema de nuestro tiempo desde los cubistas. Así, durante casi tres décadas, desde 1967, Victoria acometería los primeros trabajos gráficos, entonces serigrafías y litografías, luego aguafuertes y aguatintas, hasta componer un corpus de unas ciento veinte obras estampadas a lo largo de su trayectoria. Los testimonios de sus grabadores o serígrafos, revelan un entusiasmo desbordante en cada nuevo trabajo iniciado, y un espíritu ansioso por conocer cada día más sobre la técnica que afrontaba. Lo que explica que algunos de
los ejemplares que podemos ver ahora fueran realizados en su totalidad por el artista.
            Las serigrafías fueron editadas a partir de 1967, en su comienzo en el taller
valenciano familiar de Ramón Victoria, Vima, un taller de vocación industrial en donde el artista halló la posibilidad de un camino diferente, luego en estrecha colaboración con el serígrafo Ángel López.
            Junto a ello, litografías y aguafuertes, las primeras (desde 1970) de la mano del maestro litógrafo Dimitri Papagueorguiu, con quien coincidiera en la Biennale de Paris (1961), grabador de la generación abstracta. En cuanto a su trabajo al aguafuerte, realizado desde temprano, debe mencionarse, por su intensidad y colaboración continuada, a Jafar T. Kaki. También debemos recordar que Victoria tuvo su propio taller gráfico, estampándose algunos aguafuertes ahora expuestos.
Fueron numerosos los talleres que también realizaron obra grabada de Salvador
Victoria y así, cronológicamente, mencionamos: Ángel López, Grupo Quince, Pepe
Bofarull, José Luis Fajardo, Mónica Gener o Taller del Val (Teo Dietrich Mann e Ignacio
Díez). Entre otros editores, además de las numerosas emprendidas por el propio artista:
Cortes de Aragón, Galería EEGEE-3, Galería Juana Mordó, Galería Rafael Colomer, Galería
Sen, Arte-10, Colegio de Médicos de Madrid, Diputación Provincial de Teruel, Ibercaja,
Iberia, Ministerio de Trabajo o Promociones Culturales del País Valenciano. Obvio es
señalar que de la anterior lectura de talleres y editores se colige buena parte de la historia
reciente del arte contemporáneo español.
Sobre su amistad con Dimitri Papagueorguiu, y su aprendizaje de las técnicas
litográficas, este refirió en 1988 que Victoria “quedó entusiasmado con la técnica de la
litografía, desde pulir con arena la piedra hasta manchar con tintas y colores y ver el
resultado final de las pruebas. Una nueva materia para él, que luchó con ella, borraba y
comenzaba otra, como un aragonés que quería llevar la visión de sus imágenes a la
perfección (…) un mundo que pretende crear desde la Nada un Universo”. Frente a la
planicie de la serigrafía, estas primeras litografías (1970) de Victoria con Dimitri, como le
sucederá con los diversos aguafuertes grabados con Jafar T. Kaki, tienen un aire hondo,
intenso, casi de paisaje sumergido en la noche. Si mencionado queda su trabajo
serigráfico, y el litográfico con Dimitri, unas líneas deben recordar el pionero realizado por
Grupo Quince, creado por María Corral y José Ayllón en 1971, con la cooperación de
Carmen Giménez. Dirigido el taller por el citado meteco litógrafo y luego por Antonio
Lorenzo, participando grabadores como Don Herbert u Oscar Manesi en una aventura que
fue fundamental en el desarrollo y difusión del arte español hasta su desaparición a finales
de los ochenta.
En la exposición se muestra la carpeta Espacios Detenidos, de la que tomamos
nuestro título, conjunto serigráfico editado por su Galería Juana Mordó en 1969, con
poema de Jules Supervieille, elogiador de silencios y eternidades, al año siguiente de su
exposición individual en dicha sala. Otros ejemplares gráficos ilustrarían textos literarios
de autores como José Hierro (5 Poemas de Agenda, 1988) o Vaclav Havel (La tentación,
1990). En este punto también deben citarse las ediciones en múltiple de collages,
cuidadosamente editados, como es el caso del hermoso collage en papeles de seda que
acompañaba a la exposición Collages. Obra Gráfica (Galería Da Vinci, Madrid, 1969) o
ejemplares gofrados realizados en el Taller del Val, mostrados en esta exposición, siempre
proclive a tiradas cortas, en ocasiones incluso en ejemplares únicos. En este punto debe
señalarse la exposición que, sobre su obra grabada, realizó en 1998 el Museo del Grabado
Español Contemporáneo (Marbella).
Viaje de la obra grabada en paralelo a su obra pintada, una coda final
mencionando su tipofilia, amor por su trabajo acompañando libros, colaboración en
ilustraciones, o los muy hermosos carteles realizados en serigrafía para sus exposiciones,
o las de otros, o ciertos verdaderos alardes bibliográficos como el catálogo de su individual
en Juana Mordó, 1968, realizado también en Vima, escrito por Antonio Lorenzo y cuya
cubierta era serigráfica inclusive con hendidos o huecos, portando, además una serigrafía
conmemorativa en tirada limitada. Carteles serigráficos, la mayoría bellísimos, en especial
los realizados también coincidiendo con sus individuales en Juana Mordó y el ya casi
mítico con ocasión de la exposición dedicada a Eiffel (Propac-Colegio de Ingenieros de
Caminos, Canales y Puertos, Madrid, 1973), melancólico pareciere, casi alusivo a su
historia de pasado parisino del pintor.
Pintor de planicies y círculos, sol naciente (como se titula uno de los grabados),
mas tentador de los relieves, fue Salvador Victoria creador de una obra grabada muy
singular, temprana emuladora de sus superposiciones mediante el trasvase a tintas
evocadoras del collage, papeles en horizonte de suprematista. Serigrafías, litografías o
aguafuertes que acompañarían su transcurso pictórico a veces más geométrico, otrora
suspendido, siempre de extraordinaria hondura poética.

POEMA

Et c’est à peine si l’on pense à la terre
Comme à travers le brouillard d’une millénaire
tendresse.
Dans l’orbite de la Terre
Quand la planète n’est plus
Au loin qu’une faible sphère
Qu’entoure un rêve ténu.
L’âme folle d’irréel
Joue avec l’aube et la brise
Pensant cueillir des cerises
Dans un mouvement du ciel.

Jules SUPERVIELLE
(Selección de Salvador Victoria, del libro de poemas de Jules Supervielle, “Gravitations”, Editions Gallimard, Paris, 1925. Con ocasión de la edición de la carpeta de serigrafías, “Espacios detenidos”, del artista editada en 1969).






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