Isabel Bernardo Fernández (escritora)
Cuestionario por Julia Sáez-Angulo
21.4.20 .- Madrid.- Isabel Bernardo Fernández (Salamanca, 1963) es autora de varios libros de poemas, entre los que destacan Sur (2009), Tiempo de migraciones (2014), Caballos sobre el viento (2015), Flores del fuego (2015), Para que calle el viento (2015), Salve. Hijos de Eva (2016), Donde se quiebra la luz (2017), de la plaquette Diario del caballo, la noche y la herida (2018 y África (2020). Autora además de algunos títulos de género infantil y de la novela GTB2.0 (Un viaje a la Gastronomía de todos los siglos en una historia de ficción) (2018). Otra parte de su obra (poemas, artículos, ensayos, relatos…) está publicada en diferentes revistas, antologías, y en el periódico La Gaceta Regional de Salamanca, donde es columnista desde 2006. Ha desempeñado una larga labor de coordinación y difusión de la cultura en diferentes ámbitos e instituciones. Es miembro numerario del Centro de Estudios Salmantinos. Entre sus reconocimientos están el Premio Internacional de Poesía Flor del Almendro (2010), XXXIV Premio Mundial Fernando Rielo de Poesía Mística (2014), Premio Sarmiento de Poesía (2016), Poeta ante la Cruz (2017). En 2019 recibió la distinción de Hija Adoptiva de La Fuente de San Esteban (Salamanca).
1. ¿Qué reflexión sobre la poesía le ha interesado más?
Toda aquella que venga a señalar que la poesía existe para que la naturaleza, los hombres, las cosas, se expresen en libertad y desde sus entrañas, dentro de una estética que se eleve sobre cualquier otro tipo de lenguaje. Sí, la poesía puede y debe abordar toda forma de dolor o, incluso, aberración del mundo y del ser humano. Pero el poeta ha de intentar que las palabras no maten la belleza del poema.
Me interesan también las reflexiones que hacen –a veces sorprendentes y maravillosas– quienes, estando fuera del conocimiento o del hábito poético, se estremecen ante la lectura o escucha de un poema. Es algo que he observado en personas que se han colado en algún recital por casualidad.
2. ¿Cuándo escribió su primer poema y de qué tema?
Yo debía de tener doce años y fue un poema de Navidad en torno al portal de Belén. Está lleno de ripios pero me imagino que lo que yo quería era jugar con las palabras y las rimas de la música. Aun lo conservo, porque yo era de las que pasaban todo a máquina antes de guardarlo. Años después, la adolescencia me llevó por otros derroteros poéticos. Pero creo que esto es lo normal.
3. ¿Qué lecturas poéticas le han influido fundamentalmente?
Quizás aquellos primeros poetas que estudié en el bachillerato: Juan Ramón Jiménez, Bécquer, Neruda, Lorca, Machado… Tuve una profesora de Lengua y Literatura excepcional que, además de enseñarme muchísimo, alentó mi afición a escribir poesía. Tagore también fue un referente muy especial en aquellos años. Con el tiempo fui descubriendo otros poetas (Pablo García Baena, Ángel González, Valente, Antonio Colinas y algunos más) que se hicieron fundamentales para ir encontrando el equilibrio de mi propia voz.
4. ¿Qué poema le impactó?
No puedo hablar de uno en concreto pues cada tiempo ha necesitado y tenido su poema. Puntualizar la selección, por tanto, se hace muy difícil. Lo que sí puede señalar es que nunca me he dejado llevar por corrientes poéticas muy rompedoras o agresivas con el lenguaje. Siempre he huido de sobresaltos y he preferido la poesía más de bálsamo.
5. ¿Cuáles son los asuntos habituales en sus versos?
El sin-silencio del silencio; los requiebros inverosímiles de la luz; las sombras de la noche; la recurrencia del ayer en la memoria; los infinitos y sus dioses… Me gusta ponerme en diálogo con todo lo inconquistable, siempre desde mi alrededor más inmediato. Como vivo en pleno campo charro, este alrededor está lleno de encinas, ganados y horizontes de sierra. Los que me conocen dicen que este paisaje es una constante en el campo semántico de mi poesía.
6. ¿Qué forma métrica prefiere?
El verso libre.
7. ¿Cómo es su biblioteca poética? ¿Hay autoras en ella?
Afortunadamente muy plural. Me encanta coger un libro al azar y dejarme sorprender. Suelo hacerlo a diario. Y sí, claro que tengo libros de mujeres poetas. Ahora mismo tengo en mi mesa a Ida Vitale, Ingrid Jonker y Mónica Velasco.
8. ¿Qué libro de poemas está leyendo?
“Jardín Gulbenkian” de Juan Antonio González Iglesias y “La destrucción del cielo” de Manuel Jurado López. Precisamente este último parece venir a describir todo lo que estamos viviendo ahora mismo. Espero que los ángeles se decidan a regresar a su oficio y no nos abandonen.
9. ¿Qué tres libros de poesía recomendaría?
No me gusta dar recomendaciones porque creo que cada momento y cada persona necesita su libro. Lo más hermoso de la Literatura es que tiene poesía e historias para todo tipo de circunstancias.
10. ¿Qué proyectos literarios se trae entre manos?
Acaba de salir de editorial (Sial Pigmalión) y ya está en librerías mi nuevo poemario: “África. Una lejanía donde son posibles todas las lejanías”. Es un libro dedicado a la muerte de mi padre. Desafortunadamente la pandemia nos ha obligado a aplazar todas las presentaciones que estaban programadas. Confío en que podamos hacerlo pronto.
Además, estoy con la última corrección de pruebas de un ensayo que forma parte de mi discurso de ingreso en el Centro de Estudios Salmantinos. Estaba previsto que lo leyera el 5 de mayo y también ha tenido que posponerse.
Al mismo tiempo, estoy preparando un libro antología que me ha pedido la Diputación de Salamanca desde su área de Cultura.
11. ¿Cómo lleva el confinamiento?
Vivo en el campo y eso es un privilegio. Sin embargo la situación me resulta desoladora, muy difícil de asumir. Las imágenes de las calles de las ciudades del mundo vacías; la imposibilidad de ver a mi familia y a mis amigos; la gente con guantes, mascarillas, distancias…; los colegios sin niños…; los comercios cerrados…; los enfermos tan solos, agonizando sin un abrazo, sin una mano que sostenga su último pálpito…; tantos y tantos muertos… Mentiría si digo que lo estoy llevando bien. Me preocupa el presente y el futuro. Digamos mejor que sobrevivo al confinamiento. Ni siquiera la resignación es un consuelo.
ResponderEliminarInteresante entrevista de una escritora que no conozco personalmente pero, a la que después de sus respuestas, creo que merece la pena conocer. Una escritora, en el auténtico sentido de la palabra, que ejerce el oficio no solo en el género literario, sino también en el periodismo y el ensayo y que demuestra que no solo en Madrid hay escritores notables, sino que en toda Castilla ( Castilla y León ) la cultura sigue teniendo firmes baluartes. Personalmente soy un gran admirador de su tierra, ya que tuve una abuela salmantina y conozco muy bien lo que Salamanca significa en la cultura y la historia del pensamiento en España. Enhorabuena. En este abanico que nos vas mostrando a través de tu cuestionario, de escritores españoles actuales, hay siempre sorpresas, buenas sorpresas, inesperadas y reconfortantes.