L.M.A.
26/6/2020 .- Madrid .- Habla con la finura del acento sevillano. Fernando Verdugo (Sevilla, 1942), residente en Madrid, comenzó su carrera pictórica con la figuración delicada y poética de la escuela sevillana. Murillo, Velázquez y Zurbarán laten siempre detrás de la Escuela de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría en la ciudad hispalense. Pero paulatinamente, al ritmo y el humus de los tiempos, el artista visual fue derivando a una abstracción que pasaba por geometrizar las formas.
Verdugo interpretó el duende y los Muros de Sevilla como nadie, en una serie pictórica que a veces contemplaba el símbolo del árbol de la vida, motivo ornamental de los zócalos, casas y patios, para ofrecernos superficies abstractas con presencias de blancos, de cal, de añil, alberos o almagres, que traslucían sol, luz o humedades abiertas, según el tono de los cuadros. La materia lucía pictórica y poderosa. Sevilla interpretada con el ascetismo de un artista visual inteligente. En otra de sus series, Visiones nómadas prolongó aquella visión de los muros con el aliento de un profeta, que nos dejó a todos admirados.
Verdugo ha realizado grandes formatos de muros matéricos, o bien sutilezas cromáticas en su obra gráfica, que prolongan sus series pictóricas en el papel.
Pintor invitado en Arcila, expuso sus obras en Marruecos y en Siria.
May More ha sido su galerista madrileña y sigue siendo su marchante. Fernando Verdugo ha expuesto recientemente en una serie de collages de mediano y pequeño formato en la galería Dialogue de Marsella, en los que el artista se abre a nuevas gamas de color, interrelacionando materiales de diversas texturas. Las obras parecen iniciar gestos geométricos que luego se rompen, con la rasgadura de las formas, para aumentar la expresividad y siempre en el tono poético de Verdugo. En virtud de esa ruptura de líneas en fuga, el artista ha llamado a esta serie de trabajos, “geometrías líricas”.
El cuadro que donó para el proyecto solidario de adquirir mascarillas en Madrid, también ha sido un collage evocador, con Audry Hepburn sutilmente enmascarillada.
Recientemente se ha ido a vivir al pueblo madrileño de Villa del Prado, junto al encinar del Arberche, y junto a su esposa la escritora Lourdes Ventura. Los paseos por el bosque siempre alientan la inspiración de ambos en la literatura o en las artes visuales.
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Dibujo de F. Verdugo
Árbol de la vida
Árbol de la vida
Excelente artista. Uno de los más interesantes pintores de su generación. Sus cuadros de muros son como una meditación sobre el universo.
ResponderEliminarSin duda, Julia Sáez Angulo, es la cronista de la cultura de los siglos XX y XXI, nada se le escapa a esta periodista cultural y creadora ella misma. Desde hace años sigue con su sensibilidad lúcida el itinerario de muchos artistas de hoy y del pasado. Su generosidad, percepción y amor al arte no tienen límites. Gracias Julia por este recorrido por distintas etapas de mi obra.
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