Julia Sáez-Angulo
13/07/2020.- Ciudad Real .- Las enseñanzas de Don Juan es el título del libro , publicado en la Biblioteca Añil Literaria de Añil Ediciones bajo la dirección de Alfonso González-Calero, que selecciona una serie de textos publicados en rojoalmagro.blogspot.com. Personajes reales o de ficción, al filo de la actualidad y en un recorrido, con frecuencia dialogado, por distintos bares, como espacio de ocio y socialización de ciudadanos.
Los textos seleccionados abarcan principalmente el último lustro y acogen epígrafes sugerentes como: Diego de Almagro; El amigo de Cervantes; Azaña; Faetón y otros niños malcriados; Divagaciones calatravas; Un poema de Francisco Caro; Cifuentes y don Juan Manuel; Almagro íntimo; Las madres mercedarias; Renacimiento e inmatriculación; Otra vez las calatravas; El gorrión de Proust; Fervor patriótico y literatura; “Adveniet ut fur”…
En suma, un picoteo de textos, después de una introducción de Pedro Torres titulada “Don Juan o el texto que se tiene solo”. Un total de 308 entradas que van tocando y reflexionando sobre distintos asuntos, en los que el lector puede recaban los de su conveniencia. No es la primera vez que lo que nació periodístico, en un diario, revista o blog, acabe después compilado en libro, que es la mejor forma codificada para acoger la miscelánea en un solo ramillete.
In vino veritas, decían los clásicos y ciertamente algunas conversaciones de bar son fruto de la confidencia o la confesión tras el alcohol que exalta, ayuda a la sinceridad o adormece. El libro se abre con un poema de Francisco Caro, dedicado a don Juan Rojo Almagro:
Hablar desde las torres de la vida
ser almagro por rojo, ser senado
vespertino, plural, endomingado,
ser ciudad en sus blancos detenida.
huir de cuanto fue, de la podrida
política banal, leer callado
a poetas que dice, ir al lado
de todos y con nadie, cuando pida.
un latín su lugar ceder el labio,
abjurar de banderas, reír poco,
corregir al balduendo, callar sabio,
pasar menos por sancho que por loco.
y hacer de lo que reste tranco suave,
ese es don Juan, quien lo leyó lo sabe.
Francisco Caro
Todo lo referente a Don Juan siempre es muy ilustrativo.
ResponderEliminarUn beso
May
ResponderEliminarGran soneto quevedesco. Esto es amor: quien lo probó, lo sabe.
Gracias por el recuerdo de Don Juan, de los varios donjuanes literarios.
Un recuerdo. La Plaza de los Refinadores, en Sevilla, donde está la estatua de Don Juan.
Saludos y gracias de nuevo,
Raúl