Lazarillo de Tormes (una novela en busca de autor)
Edición y estudio preliminar de Mariano Calvo
Almud ediciones de Castilla-La Mancha
Septiembre de 2020; 220 pags.; 15 €
L.M.A.
14/9/2020 .- Madrid.- La novela que inaugura el género picaresco, La vida de Lazarillo de Tormes, y de sus fortunas, peligros y adversidades, es una carta en la que un infeliz donnadie cuenta su penosa vida de criado, de amo en amo, hasta llegar a alcanzar la cumbre de toda buena fortuna con un empleo de pregonero en la insigne ciudad de Toledo. Pero la novela es mucho más que un relato divertido: es una sátira punzante contra una sociedad injusta y un estamento eclesiástico corrupto.
En su aparente sencillez, el Lazarillo de Tormes es una novela cargada de misterios que traen en jaque a los estudiosos, como quién fue su autor, cuándo, dónde y por qué fue escrita, el lugar y la fecha de su primera impresión, la proporción en que realismo y folklores intervienen en el texto y el sello alumbrado, erasmista o luterano de su anticlericalismo. Cuestiones controvertidas que llevaron a Víctor García de la Concha a calificar al Lazarillo como «un libro todo problemas», y que José Caso González rubricó diciendo que «todo en él es obscuro y arcano».
En el estudio preliminar a su edición del Lazarillo, el escritor Mariano Calvo, partiendo del examen minucioso de la obra y del conocimiento profundo del Toledo del siglo XVI, aborda los temas más problemáticos de la novela, aportando diversos argumentos a favor de la autoría del escritor conquense JUAN DE VALDÉS. Según su tesis, Juan de Valdés escribió el Lazarillo a los 24 años de edad, en el palacio toledano del magnate Rodrigo Niño, señor de Añover de Tormes, aproximadamente entre agosto de 1525 y febrero de 1526.
Mariano Calvo expone una teoría muy completa sobre la génesis del Lazarillo de Tormes en base a argumentos e hipótesis muy verosímiles y coherentes. Pone por primera vez en relación la novela con los editores Miguel de Eguía, Juan de Brocar y Atanasio Salcedo, responsables en su opinión de por qué la novela se publica con un retraso de veinticinco años y de forma anónima, siendo que, según sostiene, el Lazarillo nunca tuvo vocación de anonimato.
Asimismo, su estudio desvela por qué el protagonista recibe el sobrenombre «de Tormes»; descubre que el título se compone de dos versos endecasílabos que contienen un acróstico con el nombre del autor, y localiza la casa toledana donde muy probablemente se escribió la novela. Todos ellos, aspectos inéditos o no suficientemente tratados por la bibliografía de esta obra inmortal, tan enigmática como deliciosa de leer, que sigue siendo el más popular de nuestros clásicos.
“Lazarillo” con autoría
La edición del Lazarillo en Almud ediciones aporta explicaciones inéditas sobre muchas de las cuestiones problemáticas de nuestra primera y más célebre obra picaresca
El escritor y periodista Mariano Calvo argumenta que la novela fue escrita en Toledo por Juan de Valdés en la casa de Rodrigo Niño (hoy palacio de Munárriz), entre agosto de 1525 y febrero de 1526.
También sostiene que el sobrenombre del protagonista (Lázaro «de Tormes»), lo toma Juan de Valdés de su anfitrión, Rodrigo Niño (señor de Añover «de Tormes»), y utiliza el nombre de su mayorazgo («Tejares») como el del pueblo natal de los padres de Lazarillo.
Asimismo, demuestra en su estudio que el título de la novela es un elaborado acróstico formado por dos endecasílabos que encriptan el nombre del autor: «Val-dés».
Identifica a los impresores alcalaínos Miguel de Eguía, Juan de Brocar y Atanasio Salcedo como primeros editores del Lazarillo, ofreciendo una respuesta a por qué la novela se publica veinticinco años después de ser escrita.
Según Calvo, el Lazarillo nunca tuvo vocación de obra anónima, y si se publicó sin el nombre del autor fue a causa de la persecución inquisitorial que sufrió Juan de Valdés, lo que le obligó a exiliarse en Italia, perdiéndose así la identidad del manuscrito, que permaneció en España, en la imprenta alcalaína de Miguel de Eguía.
En su estudio preliminar, Mariano Calvo examina minuciosamente los escenarios toledanos de la obra, patentizando el realismo del Lazarillo, así como su carácter de obra hecha en Toledo aunque por alguien foráneo a la ciudad, como era el caso del conquense Juan de Valdés.
Mediante la presentación de indicios e hipótesis bien fundados, Mariano Calvo ofrece una teoría muy completa y coherente de la posible génesis de nuestra primera novela picaresca, que sigue siendo uno de nuestros clásicos más populares.
APORTACIONES NOVEDOSAS DE ESTA EDICIÓN
1.- Juan de Valdés escribió el Lazarillo a los 24 años de edad, en Toledo, en el-palacio del magnate Rodrigo Niño, señor de Añover de Tormes, perteneciente a la casa de Tejares, entre agosto de 1525 y febrero de 1526.
2.- El nombre folklórico de «Lazarillo» (preexistente a la novela), se convierte en la novela en «Lázaro de Tormes» como gesto empático de Juan de Valdés hacia su anfitrión Rodrigo Niño, durante su estancia en Toledo. Y por el mismo motivo haría nacer a los padres de Lazarillo en la aldea de Tejares.
3.- La «casa encantada» en la que conviven Lázaro y el escudero (capítulo tercero), se localiza en la toledana calle del Barco, donde se ubicaba también el palacio de Rodrigo Niño, Señor de Añover de Tormes.
4.- El título de la novela (La vida de Lazarillo de Tormes, y de sus fortunas, peligros y adversidades) lo forman dos endecasílabos que componen un acróstico con el nombre del autor, VALDES, constituido por las tres primeras letras del verso primero y las tres últimas del segundo: LAV - DES =VALDES.
5.- Juan de Valdés llega a la corte toledana de Carlos V buscando un puesto de funcionario real («viendo que no hay nadie que medre sino los que le tienen») que su hermano Alfonso, secretario del canciller Gattinara, intentó obtenerle sin éxito.
6.- La motivación del joven Juan de Valdés para escribir el Lazarillo fue hacer de su personaje Lázaro de Tormes la víctima simbólica de una sociedad injusta, regida moralmente por una iglesia corrompida. En definitiva, una manera de denunciar la corrupción social y eclesiástica que observaba críticamente desde sus convicciones erasmistas y alumbradas.
7.- Lázaro de Tormes y Juan de Valdés mantienen un asombroso paralelismo cronológico, que inclina a interpretarlo como la proyección del autor sobre su personaje: ambos nacen hacia 1501 y al terminar la novela los dos tienen unos veinticinco años.
8.- Los primeros editores del Lazarillo fueron los sucesivos regentes de una imprenta de Alcalá de Henares: Miguel de Eguía, Juan de Brocar y Atanasio Salcedo. Sus circunstancia vitales encadenadas explican la existencia de las «interpolaciones de Alcalá» y por qué Lazarillo se publica veinticinco años después de escribirse (de 1525 a c. 1550).
9.- También los editores de Alcalá son causantes involuntarios del anonimato de la novela, que nunca tuvo vocación de obra anónima, como demuestra la declaración explícita del prólogo y el acróstico contenido en el título.
10.- El Lazarillo presenta potentes indicios de que su autor no era natural de Toledo ni tenía larga estancia en la ciudad, aunque la escribiera residiendo en ella.
ResponderEliminarRealmente interesante. Y aunque no se pueda asegurar con certeza la posible autoría de Juan de Valdés, los argumentos e indicios señalados por Mariano Calvo son muy de tener en cuenta.