MOMENTO EXTRAORDINARIO DE ORACIÓN EN TIEMPOS DE EPIDEMIA
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PRESIDIDO POR EL SANTO PADRE FRANCISCO
Roma, 27.03.2020
«Al atardecer» (Mc 4,35). Así comienza el Evangelio que hemos escuchado. Desde hace algunas semanas parece que todo se ha oscurecido. Densas tinieblas han cubierto nuestras plazas, calles y ciudades; se fueron adueñando de nuestras vidas llenando todo de un silencio que ensordece y un vacío desolador que paraliza todo a su paso: se palpita en el aire, se siente en los gestos, lo dicen las miradas. Nos encontramos asustados y perdidos. Al igual que a los discípulos del Evangelio, nos sorprendió una tormenta inesperada y furiosa. Nos dimos cuenta de que estábamos en
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la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos, todos necesitados de confortarnos mutuamente. En esta barca, estamos todos. Como esos discípulos, que hablan con una única voz y con angustia dicen: “perecemos” (cf. v. 38), también nosotros descubrimos que no podemos seguir cada uno por nuestra cuenta, sino sólo juntos.
Es fácil identificarnos con esta historia, lo difícil es entender la actitud de Jesús. Mientras los discípulos, lógicamente, estaban alarmados y desesperados, Él permanecía en popa, en la parte de la barca que primero se hunde. Y, ¿qué hace? A pesar del ajetreo y el bullicio, dormía tranquilo, confiado en el Padre —es la única vez en el Evangelio que Jesús aparece durmiendo—. Después de que lo despertaran y que calmara el viento y las aguas, se dirigió a los discípulos con un tono de reproche: «¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?» (v. 40).
Tratemos de entenderlo. ¿En qué consiste la falta de fe de los discípulos que se contrapone a la confianza de Jesús? Ellos no habían dejado de creer en Él; de hecho, lo invocaron. Pero veamos cómo lo invocan: «Maestro, ¿no te importa que
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perezcamos?» (v. 38). No te importa: pensaron que Jesús se desinteresaba de ellos, que no les prestaba atención. Entre nosotros, en nuestras familias, lo que más duele es cuando escuchamos decir: “¿Es que no te importo?”. Es una frase que lastima y desata tormentas en el corazón. También habrá sacudido a Jesús, porque a Él le importamos más que a nadie. De hecho, una vez invocado, salva a sus discípulos desconfiados.
La tempestad desenmascara nuestra vulnerabilidad y deja al descubierto esas falsas y superfluas seguridades con las que habíamos construido nuestras agendas, nuestros proyectos, rutinas y prioridades. Nos muestra cómo habíamos dejado dormido y abandonado lo que alimenta, sostiene y da fuerza a nuestra vida y a nuestra comunidad. La tempestad pone al descubierto todos los intentos de encajonar y olvidar
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lo que nutrió el alma de nuestros pueblos; todas esas tentativas de anestesiar con aparentes rutinas “salvadoras”, incapaces de apelar a nuestras raíces y evocar la memoria de nuestros ancianos, privándonos así de la inmunidad necesaria para hacerle frente a la adversidad.
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Con la tempestad, se cayó el maquillaje de esos estereotipos con los que disfrazábamos nuestros egos siempre pretenciosos de querer aparentar; y dejó al descubierto, una vez más, esa (bendita) pertenencia común de la que no podemos ni
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queremos evadirnos; esa pertenencia de hermanos.
«¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?». Señor, esta tarde tu Palabra nos interpela se dirige a todos. En nuestro mundo, que Tú amas más que nosotros, hemos avanzado rápidamente, sintiéndonos fuertes y capaces de todo. Codiciosos de ganancias, nos hemos dejado absorber por lo material y trastornar por la prisa. No nos hemos detenido ante tus llamadas, no nos hemos despertado ante guerras e injusticias del mundo, no hemos escuchado el grito de los pobres y de nuestro planeta gravemente enfermo. Hemos continuado imperturbables, pensando en mantenernos siempre sanos en un mundo enfermo. Ahora, mientras estamos en mares agitados, te
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suplicamos: “Despierta, Señor”.
«¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?». Señor, nos diriges una llamada, una llamada a la fe. Que no es tanto creer que Tú existes, sino ir hacia ti y confiar en ti. En esta Cuaresma resuena tu llamada urgente: “Convertíos”, «volved a mí de todo corazón» (Jl 2,12). Nos llamas a tomar este tiempo de prueba como un momento de elección. No es el momento de tu juicio, sino de nuestro juicio: el tiempo para elegir entre lo que cuenta verdaderamente y lo que pasa, para separar lo que es necesario de lo que no lo es. Es el tiempo de restablecer el rumbo de la vida hacia ti, Señor, y hacia los demás. Y podemos mirar a tantos compañeros de viaje que son ejemplares, pues, ante el miedo, han reaccionado dando la propia vida. Es la fuerza operante del Espíritu derramada y plasmada en valientes y generosas entregas. Es la vida del Espíritu capaz de rescatar, valorar y mostrar cómo nuestras vidas están tejidas y sostenidas por personas comunes —corrientemente olvidadas— que no aparecen en portadas de diarios y de revistas, ni en las grandes pasarelas del último show pero, sin lugar a dudas, están escribiendo hoy los acontecimientos decisivos de nuestra historia: médicos, enfermeros y enfermeras, encargados de reponer los productos en los supermercados, limpiadoras, cuidadoras, transportistas, fuerzas de seguridad,
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voluntarios, sacerdotes, religiosas y tantos pero tantos otros que comprendieron que nadie se salva solo. Frente al sufrimiento, donde se mide el verdadero desarrollo de nuestros pueblos, descubrimos y experimentamos la oración sacerdotal de Jesús: «Que todos sean uno» (Jn 17,21). Cuánta gente cada día demuestra paciencia e infunde esperanza, cuidándose de no sembrar pánico sino corresponsabilidad. Cuántos padres, madres, abuelos y abuelas, docentes muestran a nuestros niños, con gestos pequeños y cotidianos, cómo enfrentar y transitar una crisis readaptando rutinas, levantando miradas e impulsando la oración. Cuántas personas rezan, ofrecen e interceden por el bien de todos. La oración y el servicio silencioso son nuestras armas vencedoras.
«¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?». El comienzo de la fe es saber que
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necesitamos la salvación. No somos autosuficientes; solos nos hundimos. Necesitamos al Señor como los antiguos marineros las estrellas. Invitemos a Jesús a la barca de nuestra vida. Entreguémosle nuestros temores, para que los venza. Al igual que los discípulos, experimentaremos que, con Él a bordo, no se naufraga. Porque esta es la
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fuerza de Dios: convertir en algo bueno todo lo que nos sucede, incluso lo malo. Él trae serenidad en nuestras tormentas, porque con Dios la vida nunca muere.
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El Señor nos interpela y, en medio de nuestra tormenta, nos invita a despertar y a activar esa solidaridad y esperanza capaz de dar solidez, contención y sentido a estas horas donde todo parece naufragar. El Señor se despierta para despertar y avivar nuestra fe pascual. Tenemos un ancla: en su Cruz hemos sido salvados. Tenemos un timón: en su Cruz hemos sido rescatados. Tenemos una esperanza: en su Cruz hemos sido sanados y abrazados para que nadie ni nada nos separe de su amor redentor. En medio del aislamiento donde estamos sufriendo la falta de los afectos y de los encuentros, experimentando la carencia de tantas cosas, escuchemos una vez más el anuncio que nos salva: ha resucitado y vive a nuestro lado. El Señor nos interpela desde su Cruz a reencontrar la vida que nos espera, a mirar a aquellos que nos reclaman, a potenciar, reconocer e incentivar la gracia que nos habita. No apaguemos
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la llama humeante (cf. Is 42,3), que nunca enferma, y dejemos que reavive la esperanza.
Abrazar su Cruz es animarse a abrazar todas las contrariedades del tiempo presente, abandonando por un instante nuestro afán de omnipotencia y posesión para darle espacio a la creatividad que sólo el Espíritu es capaz de suscitar. Es animarse a motivar espacios donde todos puedan sentirse convocados y permitir nuevas formas de hospitalidad, de fraternidad y de solidaridad. En su Cruz hemos sido salvados para hospedar la esperanza y dejar que sea ella quien fortalezca y sostenga todas las medidas y caminos posibles que nos ayuden a cuidarnos y a cuidar. Abrazar al Señor para abrazar la esperanza. Esta es la fuerza de la fe, que libera del miedo y da esperanza.
«¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?». Queridos hermanos y hermanas: Desde este lugar, que narra la fe pétrea de Pedro, esta tarde me gustaría confiarlos a todos al Señor, a través de la intercesión de la Virgen, salud de su pueblo, estrella del mar tempestuoso. Desde esta columnata que abraza a Roma y al mundo, descienda sobre
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vosotros, como un abrazo consolador, la bendición de Dios. Señor, bendice al mundo, da salud a los cuerpos y consuela los corazones. Nos pides que no sintamos temor. Pero nuestra fe es débil y tenemos miedo. Mas tú, Señor, no nos abandones a merced de la tormenta. Repites de nuevo: «No tengáis miedo» (Mt 28,5). Y nosotros, junto con Pedro, “descargamos en ti todo nuestro agobio, porque Tú nos cuidas” (cf. 1 P5,7).
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sábado, 28 de marzo de 2020
PAPA FRANCISCO. Homilia en tiempos de pandemia covid 19
viernes, 27 de marzo de 2020
OBITUARIO Francisco de la Torre y Díaz-Palacios, abogado. narrador, poeta y magnífico conferenciante
Julia Sáez-Angulo
27.3.20 .- Madrid .- Era un caballeo a la vieja usanza, con cuidada cortesía, de esos que nos gustan a las señoras. Francisco de la Torre, un gran señor. Un caballero español. Además de abogado, su inclinación y gusto por las Letras era evidente en sus ensayos, relatos y poemas, pero lo que de verdad nos gustaban de él eran sus conferencias llenas de erudición y amenidad, que todos elogiábamos.
Era también un toledano de pro, nacido en Madrid, pero de solar en Cuerva, Toledo, pueblo de Garcilaso de la Vega, de lo que Francisco de la Torre y Díaz-Palacios (Madrid, 1934 – 2020) se sentía muy orgulloso. En Cuerva pasaba muchos fines de semana y largas temporadas, desde que se jubiló, porque allí encontraba el silencio y la tranquilidad que requiere la escritura. Pertenecía a la Cofradía Internacional de Investigadores y yo tuve el honor de que me apadrinó en la presentación y en la investidura.
Era también un toledano de pro, nacido en Madrid, pero de solar en Cuerva, Toledo, pueblo de Garcilaso de la Vega, de lo que Francisco de la Torre y Díaz-Palacios (Madrid, 1934 – 2020) se sentía muy orgulloso. En Cuerva pasaba muchos fines de semana y largas temporadas, desde que se jubiló, porque allí encontraba el silencio y la tranquilidad que requiere la escritura. Pertenecía a la Cofradía Internacional de Investigadores y yo tuve el honor de que me apadrinó en la presentación y en la investidura.
Francisco de la Torre pertenecía a la junta directiva de nuestro querido grupo literario Troquel, presidido por Carmen Silva. Era miembro de la Asociación Española de Escritores y Artistas (que ha mudado su sede hacia la Plaza de Castilla), donde daba con frecuencia sus conferencias o presentaba libros propios o ajenos.
A Paco de la Torre le gustaba mucho la generación de escritores de los años 30 y pese a su seriedad y sobriedad castellanas, Paco arrancaba sonrisas y risas del auditorio, cuando nos hablaba de Ramón Gómez de la Serna, Enrique Jardiel Poncela, Edgard Neville, Noel Clarasó, Miguel Mihura, Alfonso Paso, Gloria Fuertes... El humor absurdo español de ese tiempo tiene mucha clase. Paco escribía de los autores que le gustaban. También daba conferencias y escribía ensayos sobre grandes escritores, poetas clásicos, sobre todo de su amado Garcilaso, del que lo sabía todo.
Como se había quedado en la galaxia Gutemberg, las invitaciones a sus conferencias nos llegaban a casa por correo postal, en sobres bien dirigidos a cada cual, escritos a mano como antiguallas preciosistas.
La Casa de Castilla-La Mancha en Madrid, la Biblioteca Elena Fortún, la Tertulia Ilustrada de Madrid o el Colegio de Veterinarios en la capital de España también han sido foros donde ha resonado su palabra elocuente en conferencias magníficas, que celebraban los nacimientos o conmemoraban las muertes de distintos escritores, que ahora lo habrán recibido agradecidos y alborozados con palmadas en la espalda.
Entre sus libros figuran títulos como: Francisquerías –de gran éxito-; Soledades y ensueños; Mosaico (1990); Encuentros (1997); Con otro final; Cuerva en mis versos; ... y Hacienda somos todos: Impuesto y fraude en España (2014), porque de este último tema también sabía muchísimo, por su profesión durante años.
Resulta incómodo hablar de muertes y escribir obituarios en estos tiempos duros y difíciles del covid 19, pero ¿cómo dejar pasar el momento de recordar a un amigo cuando llega su óbito? Éxitus dicen los médicos con palabra latina, cuando alguien se les va de su ciencia.
Francisco de la Torre tenía dos hijas.
Francisco de la Torre tenía dos hijas.
Más información
miércoles, 25 de marzo de 2020
Diferencia icónica entre “Anunciación” y “Encarnación”, en el 25 de marzo
"Anunciación" de El Greco
"Encarnación" de Alonso Cano
Julia Sáez-Angulo
25 de marzo de 20 .- Madrid .- Los buenos artistas lo saben y así lo interpretan en sus obras de dibujo, pintura, escultura o grabado. En la Anunciación del Verbo, el ángel san Gabriel está ligeramente elevado respecto a la Virgen María, porque la Sagrada Escritura dice de los hombres: “Nos hiciste ligeramente inferior a los ángeles”. Pero cuando María pronuncia ante el ángel el Fíat, de “Hágase su voluntad”, inmediatamente “el Verbo de Dios se hizo carne y acampó entre nosotros”, y se produce la Encarnación, por lo que el Hijo de Dios está en el seno de la Virgen y el ángel es inferior a Él y debe estar arrodillado ante Dios hecho hombre o estar más bajo.
El Greco, que ha pintado numerosos cuadros de la Anunciación y la Encarnación, como pintor va mucho más allá y, mientras la Anunciación la sitúa en una estancia humana, la Encarnación es toda una explosión e atmosfera, porque la llegada del Hijo de Dios entre los hombres, transforma por completo la vida de los hombres. Los iconos ortodoxos reflejan con frecuencia estos dos conceptos. A veces se toma uno de ellos por el todo, pero en realidad no es así.
La catedral de Málaga ofrece una hermosa y clara Encarnación en su ábside, con un devoto ángel genuflexo y adorador del Hijo de Dios encarnado -a la Virgen no se la adora, se la venera- en la Capilla de la Encarnación, situada detrás del altar mayor. ¡Solo se adora a Dios!
La Encarnación fue el gran momento de la Humanidad, porque Dios habitó entre nosotros y nos honró con su presencia y salvación.
La Encarnación fue el gran momento de la Humanidad, porque Dios habitó entre nosotros y nos honró con su presencia y salvación.
Hoy es 25 de marzo, día de la Anunciación y la Encarnación; en nueve meses, 25 de diciembre, celebraremos la Navidad de Cristo.
(El 25 de marzo, Nuestra Señora de Marzo, ¿en qué mes y en qué día cae?)
Encarnación" de Fra Angelico(El 25 de marzo, Nuestra Señora de Marzo, ¿en qué mes y en qué día cae?)
"Encarnación" de Boticelli
martes, 24 de marzo de 2020
PRIMAVERA 2020. Poema a la Naturaleza
NATURALEZA Y PRIMAVERA
Ya lo advirtió Schopenhauer, la Naturaleza
florece indiferente al sufrimiento
de los hombres.
Ella avanza orgullosa, impasible,
con su ciclo fértil y ciego al dolor.
Ahí está, enhiesta, hermosa, segura
de su pujanza, la Primavera
engalanada en colores, retadora de atención.
Han florecido las flores de abril en marzo;
el nuevo clima las llevó a brotar.
Alegres, amarillas, trepadoras,
se adhieren al muro para subir y exhibirse.
Los cactus envidiosos también afloran
en la humildad de sus macetas y arriates.
La pluma de santa Teresa dibuja
campanillas rojas y mira atenta
las hojas verde-tierno de la hiedra
fecunda.
La parra virgen asoma su primeros brotes
para ornar la dureza de los muros
y los dientes de león surgen del césped.
La Primavera, un silencio, un regalo,
un jardín para mitigar la pena y dotarla
de esperanza
miércoles, 25 de marzo de 2020
María Pilar Venegas, pintora del cuadro de la mártir Sor María del Santísimo Sacramento para la iglesia de El Toboso. Toledo
Título: Beata María del Santisimo Sacramento
Procedimiento: óleo sobre lienzo
Tamaño: 230 X 130 cm.
L.M.A.
24.3.20 .- El Toboso. Toledo .- La artista visual María Pilar Venegas ha pintado el cuadro de la religiosa Sor María del Santísimo Sacramento, que fue martirizada durante la Guerra Civil de 1936 -1939. El cuadro figurará en la iglesia de El Toboso, Toledo, donde nació la santa.
El cuadro representa a una monja concepcionista franciscana, llamada Sor María del Santísimo Sacramento ( Manuela Prensa Cano) nacida en El Toboso ( Toledo ) el 25 de junio de 1887, hija de Manuel Prensa Sánchez y Cirila Cano Casas, ambos de El Toboso.
El día 22 de junio de 2019 fue beatificada con trece religiosas de su Orden en la catedral de la Almudena de Madrid. Estas catorce religiosas sufrieron martirio en Madrid y fueron fusiladas durante la guerra civil española en 1936.
“El párroco de El Toboso, D. Juan Miguel Romeralo, me encargó un cuadro para ponerlo a la izquierda de un Calvario en dicha parroquia de El Toboso. En el cuadro, además de la beata debían ser visibles unas vides y la torre de la Parroquia”, explica la autora de la pintura María Pilar Venegas y González de Langarica, licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense.
Descripción del cuadro
En primer término está la beata Sor María con su hábito blanco, se puede ver el cordón franciscano en su lado derecho y en su lado izquierdo unas cuentas del Rosario. Sobre el pecho, una especie de prendido o broche con la representación de la Inmaculada Concepción. En la mano derecha el anillo de su pertenencia a la orden y sostiene la Palma del martirio. Lleva también un manto azul celeste, toca blanca y velo negro.
Su mano izquierda señala una dirección.
Su rostro es joven y bello, porque la presencia de los que ven a Dios, así es. Sus ojos miran a lo alto y de la cabeza sale un halo de luz. En la derecha del cuadro hay un pozo de los muchos que existen en El Toboso y un borrico que acerca su cabeza a uno de los huecos.
Un pequeño campo de vides, más arriba árboles frente a un caserío donde se aprecia la torrecilla de las Trinitarias y sobresaliendo la Parroquia con su esbelta torre. Un amplio cielo tomado desde el mismo El Toboso, representa la importancia de los bellos cielos de La Mancha.
“Para hacer este cuadro, me documente con carteles de la Beatificación, fotografías, observando al natural la luz y los colores de esa tierra. Leí la Historia de la orden de la Inmaculada Concepción. Comencé a pintarlo en octubre del 2019 en mi estudio de Las Rozas ( Madrid) y lo terminé en diciembre del mismo año. Total 25 sesiones de dos a tres horas cada una. Me siento muy contenta porque una obra mía va a habitar en la Casa de Dios.”.
Esta obra la entregó al Reverendo D. Juan Miguel Romeralo, cura párroco de la iglesia de San Antonio Abad de El Toboso, donándola a todos sus efectos.
EL MEADOWS MUSEUM DE DALLAS ANUNCIA SU CIERRE TEMPORAL Y POSPONE LA EXPOSICIÓN DE ESCULTURAS RENACENTISTAS DE ALONSO BERRUGUETE
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Las familias españolas se apoyan en la cultura en un momento de crecimiento de la Literatura Infantil y Juvenil
Premios El Barco de Vapor
L.M.A.
Madrid, 24 de marzo de 2020.- A tan solo unas semanas de que se celebre el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil el próximo 2 de abril, las empresas editoriales de toda España luchan por mitigar los efectos de la crisis del coronavirus que ya está provocando un cambio de modelo en el sector y que supone, a la vez, un momento histórico para la literatura y la dedicación en familia a la lectura.
Las familias españolas están dando mucha importancia a la cultura para hacer más llevadero el tiempo de aislamiento en casa. En este sentido, SM ha puesto a disposición de familias y educadores una serie de recursos didácticos digitales, contenidos interactivos, encuentros digitales con autores de Literatura Infantil y Juvenil (LIJ), así como lecturas diarias en directo en las redes sociales. Además, SM ofrece estos días contenidos educativos para niños en Clan y en La 2 de TVE. El incremento de visitas a sus plataformas online ha aumentado hasta un 70 % en la última semana.
Gabriel Brandariz, gerente editorial de Literatura Infantil y Juvenil de SM, comenta sobre el panorama actual de este género. “En medio de esta situación insólita, hablamos mucho de las consecuencias económicas y del impacto inequívoco que el coronavirus tendrá en nuestros respectivos mercados. No es la primera vez que el mundo de la Literatura Infantil y Juvenil está presente en un período de crisis. Pero como en otras ocasiones, ante lo inevitable de los números, no debemos olvidar que detrás de ellos hay personas. Personas de todas las edades que hoy miran al mundo a través del ojo de la cerradura de sus casas, entre cuatro paredes que parecen amplificar y reverberar los miedos, las esperanzas, la necesidad de salir, de tener contacto con los demás, de distraerse, de explicarles a nuestros hijos que deben seguir aprendiendo, pero también evadirse. Por eso, en estas circunstancias tan excepcionales, la LIJ es más necesaria que nunca: existe un caudal inmenso de libros tanto de ficción como no ficción, y un buen número de autores e ilustradores, al otro lado de una red social“.
Y concluye: “Desde SM estamos trabajando estos días para hacer lo que hemos hecho siempre: seguir acompañando a nuestros lectores, dándoles una ventana por la que poder hacer nuestro hoy confinado mundo un poco más grande, y que unos y otros estemos un poco más cerca".
Leer en familia
Según datos del último Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros del Gremio de Editores, ha crecido el porcentaje de niños menores de 9 años lectores, y a partir de los 10 años, la lectura sigue ocupando un papel protagonista. A pesar de la disminución conforme se avanza a la mayoría de edad, los españoles más lectores son los niños de hasta 14 años. En los hogares con niños más pequeños, menores de 6 años, el 83 % de los padres declara leer de forma habitual a sus hijos.
En SM las cifras de sus colecciones más emblemáticas, El Barco de Vapor y Gran Angular, y de los premios literarios que llevan sus nombres, avalan la buena salud de la LIJ.
56.000 millones de ejemplares vendidos
Casi 3.000 títulos en catálogo
Más de 660 autores y más 400 ilustradores
Los libros del Premio El Barco de Vapor han sido traducidos a 21 idiomas
Tendencias en la Literatura Infantil y Juvenil
En los últimos años, como tendencia incuestionable se consolida el libro ilustrado o libro álbum, que se ha ganado también al público adulto gracias a la calidad de los ilustradores y al esfuerzo de los editores. Una tendencia muy similar a la que vive el género del cómic, que alberga gran pluralidad de estilos y temáticas. La poesía, por su parte, repunta y continúa el éxito de los libros de tipo informativo sobre temas diversos como astronomía, arte, ciencia, música, etc.
En cuanto a la gran variedad de temáticas narrativas que a menudo entremezclan realismo y fantasía, predominan, por encima de todos, dos grandes temas: la tragedia de migrantes y refugiados, y la reivindicación del papel de la mujer en la sociedad.
Estos datos se analizan en profundidad en el Anuario Iberoamericano sobre el Libro Infantil y Juvenil 2019 publicado por la Fundación SM. Una obra que, a lo largo de 15 capítulos, ofrece una panorámica sobre la realidad del sector durante los años 2017 y 2018 en Iberoamérica.
Sobre SM
SM es un proyecto cultural y educativo con un modelo empresarial propio y diferencial, que integra Fundación y empresas, y cuya misión es hacer aportaciones significativas a la educación y a la cultura para lograr el desarrollo integral de las personas y transformar la sociedad.
Desde 1978 la Fundación SM convoca anualmente los Premios SM El Barco de Vapor -de literatura infantil- y Gran Angular -de literatura juvenil- con los objetivos de apoyar a los autores, potenciar la creación de la mejor literatura para niños y jóvenes y retornar a la sociedad los beneficios generados por la actividad empresarial de SM.
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lunes, 23 de marzo de 2020
UNIVERSO MADÍ [A LA POÉTICA CONQUISTA DEL ESPACIO]
(Reproducimos por su interés el breve texto que el crítico de arte Alfonso de la Torre escribió para exposición de Arte Madí en la Galería Odalys de Madrid, la mejor exposición de 2018)
Madrid, 23.03.2020
Pocos movimientos de la historia del arte han llegado hasta nuestros días con la intensidad con que MADI arriba, permanece entre nosotros. Si bien el uso material que otros movimientos han hecho de técnicas artísticas ha llegado hasta nosotros, véase el uso del collage en el cubismo, o las opciones normativas, es bien cierto que no ha pervivido el ideario que los originó. Ahora sería difícil, sin un gesto de asombro o duda, encontrar un artista joven declarado novo-cubista o futurista, ultraísta o DADA, o bien hallar una revisitación de grupos que, surgidos, en aquel mismo tiempo, tuvieron un ideario que ya ha sepultado la historia.
Empero, ciertos valores de MADI, un grupo nacido oficialmente en 1946, han pervivido. Así, el aspecto manual de sus realizaciones; la relación lúdica con el espacio; la defensa de la invención meditada frente al impulso o, también, la separación respecto a otros movimientos representativos del siglo veinte, tal el realismo o el simbolismo, -la imagen “librada”, escribirán-, lo cual también les hará mostrar distancias del surrealismo, al que calificarán de entorpecedor y antiguo.
Era un proceso imaginativo y cerebral, dirán jugando con la contradicción del término, a la par que vindicaban modelos como Gropius, Kandinsky, Mondrian o Pevsner. Siendo fundamental también el valor que otorgan a la imagen pura mas también en una suma de valores cuyo relato es infatigado y sigue hasta nuestros creadores: su singular presentación de las obras y el debate respecto a la cuadrangulación del marco; la prolongación de la tensión estética de la composición; la consideración de ser el espacio dimensionable en profundidad; el aire irreverente de muchos de sus trabajos; el poder creativo de la poesía y el arte; la defensa de la pintura-objeto y la superposición como esencial forma creadora; la concepción, “conquista” escribirán, polidimensional de lo real; el sentimiento de diferencia en épocas críticas; la ortodoxia-no-ortodoxa en lo constructivo; la noción temprana sobre la integración de las artes y la colaboración con otras: música, arquitectura, teatro o danza , entre otras o, concluyendo, el análisis casi obsesivo, pero siempre tan libre, de formas geométricas. Baste con este relato, aunque haya más.
Reconociendo los aciertos del llamado Arte Concreto, pasarían de inmediato a rechazarlo: carecía de universalidad y caía en hondas contradicciones. De alguna forma, MADI proclamaba un idealismo, ellos parecían portar, en su ideario, la esencialización de sus propuestas, de tal forma que sí coincidían con otras vanguardias en su rechazo, tan vanguardista, de las vanguardias que les precedieron, también ciertas que les rodeaban. Había que abrir, libremente, las compuertas y “Universalismo Madi” es buen ejemplo de la llegada del movimiento hasta 2019.
ALFONSO DE LA TORRE (Madrid, 1960) es teórico y crítico de arte, comisario de exposiciones, quien se ha especializado en la reflexión en torno a las vanguardias abstractas del siglo veinte, en especial sobre autores próximos a lo geométrico y normativo. En 2009 comisarió para el Museo Oteiza la exposición “La sombra de Oteiza en el arte español de los cincuenta”, que analizaba la relación de Jorge Oteiza con el surgimiento de la abstracción. Anteriormente, en 2007, había escrito sobre la contradictoria presencia de Oteiza en la IV Bienal de São Paulo, para el mismo Museo Oteiza.
Especializado en la realización de Catálogos Razonados, es especialmente reconocido en este ámbito. Y así, clásicos suyos son el “Catálogo Razonado de Pablo Palazuelo” (2015), el más reciente, especializándose en la obra de un artista sobre el que ha teorizado en numerosas ocasiones, habiendo además compilado su obra poética o reconstruido su tiempo en París: “Paris: 13 rue Saint-Jacques (1948-1968)” (2009-2010). Ha sido autor también de los Razonados de Manolo Millares (2004) y Manuel Rivera (2009), trabajando en la actualidad en torno a la obra de Fernando Zóbel.
Analizando el surgimiento de la abstracción en Europa, entre las revisiones sobre autores o movimientos relativos a la geometría destacan también: “El trabajo de lo visible” (2013): “Confluencias: Ben Nicholson-Gerardo Rueda” (2015), “Abstracción. Del Grupo Pórtico al Centro de Cálculo (1948-1968)” (2015-2016); “Interactive” (2016) o “Lucidez” (2017). Así como el acercamiento a la obra de artistas latinoamericanos como Asdrúbal Colmenárez, Milos Jonic o Jesús Rafael Soto.
Ha comisariado más de un centenar de exposiciones, publicado ensayos y poesía e impartido cursos en Universidades e instituciones: MNCARS, Museo de Teruel, Universidad de los Andes, Universidad Antonio de Nebrija, Universidad de Córdoba, Universidad de Granada, Universidad de Castilla-La Mancha, UIMP o Université de La Sorbonne. En 2012 fue invitado por La Sorbonne al Coloquio Internacional “Le travail du visible”. Impartió en el Centro Pompidou de Málaga en el ciclo “Bifurcaciones”: “La levedad y el peso: Brancusi-Calder” (2016). Pertenece a la International Association of Art Critics (AICA).
OBITUARIO: Ramón L. Fernández y Suarez, profesor de Universidad y escritor del Grupo Troquel
Julia Sáez-Angulo
Madrid .- 23.3.20 .- Ha fallecido el profesor y escritor Ramón L. Fernández y Suarez (Cuba, 1946 - Madrid 2020), residente en Madrid. Doctor en Derecho ha impartido la docencia en la Universidad Politécnica de Madrid, en el Colegio Universitario de San Pablo CEU en Madrid y en la Mikkeli University of Applide Sciencies de Finlandia como profesor invitado durante varios años.
En su jubilación se dedicó a la escritura narrativa y ha publicado diversos libros de novela y ensayo. Fue secretario de la Asociación Grupo Literario Boadilla Troquel, colaborador estrecho con la directora de dicha revista, Carmen Silva; colaborador de la revista UPM y miembro de la Junta directiva de la Asociación de Escritores de Madrid.
Los libros de Ramón Fernández abordan argumentos de la América hispana y especialmente de Cuba y España, como Natural de Laredo nos ofrece una historia de indianos, en medio de una realidad histórica situada en la segunda mitad del XIX y llega hasta la fecha de 1914, la de la primera Guerra Mundial, como cuenta el narrador omnisciente de la novela. Otro de sus libros narra el paso del Inca Garcilaso de la Vega por Cuba con el título Rumbo a los centros de poder. Y un libro de relatos con un título tan cubano como es El príncipe de la Manigua.
Ramón Lázaro Fernández y Suarez estaba casado con la Doctora en Medicina, también cubana, Margarita Sablón. Tenía un hijo.
Todos los escritores de la revista Troquel lo recordamos con la elegancia que desprendía su persona. Todo un caballero atento sensible y con sentido del humor. Un hombre alto, tocado de sombrero blanco en verano, que le daba un aire de indiano recién llegado de América, comentario que le hice y lo aceptó encantado con una sonrisa, porque precisamente en ese momento estaba escribiendo su novela sobre el indiano.
Prólogo para "Natural de Laredo"
Para su libro Natural de Laredo, me pidió un prólogo en el que escribí:
Prólogo para "Natural de Laredo"
Para su libro Natural de Laredo, me pidió un prólogo en el que escribí:
“El prólogo es una suerte de ensayo, dejó escrito Camilo José Cela, premio Nobel 1989, pero éste mismo autor había criticado en 1986, la candidatura a la Real Academia Española, RAE de Jesús Aguirre –entonces Duque de Alba-, porque lo consideraba un “simple escritor de prólogos”, ya que dirigía una editorial. Con todo, CJC, Camilo, el de los premios, escribió multitud de prólogos a sus propias obras, algunas veces hasta siete prólogos diferentes para las distintas ediciones de una obra como La colmena. Y escribió además abundantes prólogos para los libros de sus colegas, donde se explayaba por sus siempre peculiares derroteros. De un prólogo se suele esperar una cierta presentación del autor y/o del libro en ciernes.
Prólogo, según el diccionario de la RAE, es un texto preliminar de un libro, escrito por el autor o por otra persona, que sirve de introducción a su lectura. El colmo de los prólogos lo llevó a cabo el escritor argentino Macedonio Fernández, que quiso escribir una novela articulada con sucesivos prólogos.
Y aquí estoy yo, escribiendo un prólogo a la novela Natural de Laredo, del escritor cubano/español Ramón L. Fernández y Suárez, profesor, ya emérito, de la Universidad Politécnica de Madrid y escritor de ensayos, narrativa y poesía. Digamos que su actividad literaria se ha intensificado a partir de finalizar sus tareas docentes y que se canaliza, entre otros medios, junto al grupo literario Troquel, que cuenta con la revista del mismo nombre, dirigida por Carmen Silva. El autor es miembro de la Asociación de Escritores de Madrid y ha escrito libros como Memorias y relatos de un docente.
Natural de Laredo es una novela situada en la historia de Cuba antes y después de su independencia de la Corona española, cuando los Estados Unidos de América, en un movimiento del particular interés de su política exterior, hasta hoy no bien aclarado, intervienen decisivamente en el conflicto bélico que allí tenía lugar. Una novela histórica la denomina su autor, si bien no fabula sobre personajes históricos, sino sobre personajes que vivieron dentro del friso histórico mencionado, es decir personajes que nos cuentan la intrahistoria de la Historia, como indicara el escritor Miguel de Unamuno. La intrahistoria narra la vida cotidiana de personas que vivieron durante aquellas fechas y acontecimientos. Vida vivaz de emociones y sentimientos, de amor, dolor y sufrimiento, de entusiasmos, ambiciones, fracasos y esperanzas. La vida misma. Vida que no figura en fechas ni estadísticas. La verdadera vida hecha de nombres y apellidos concretos, aunque pertenezcan a colectivos marginados o alejados de los centros del poder.
La intrahistoria es más verdadera y elocuente que la frialdad de los datos y/o la mera sucesión de los acontecimientos políticos, porque habla de vidas de hombres y mujeres comunes, gentes con historia pero “sin Historia”. No olvidemos como en Roma se decía, que la Historia la hacía el pueblo romano, aunque la escribiera un historiador sobre los hombres del poder.
En el caso de la novela Natural de Laredo, es la vida de un emigrante español en busca de fortuna y regreso a su terruño santanderino en el norte de España con el sueño del indiano dentro: hacerse construir una casa que mostrara su triunfo. No todo va como uno desea, como uno espera. Los sueños nunca son un dictado inexorable. Aquí se debate y resuelve la trama de la novela.
En el libro vamos a encontrar algunos americanismos, en su mayoría recogidos por la RAE. No olvidemos que Ramón L. Fernández y Suárez ya había publicado un libro de relatos con un título muy cubano como es el de Príncipe de la Manigua. El autor cuida las formas de expresión diferenciadas de los personajes españoles o cubanos, dentro de la lengua común, en la novela Natural de Laredo bien estructurada en capítulos.
Natural de Laredo es una hermosa historia de indianos, una novela corta, que se cuenta a buen ritmo de lectura, la intrahistoria de un emigrante español que, en sus sueños, va a hacer las Américas y las circunstancias y avatares le van llevando por rumbos con los que seguramente no soñó. Pero la vida manda con su imprevisión y delicuescencia. Para terminar, otra cita de CJC: “La vida es vasta, tumultuosa, varia, contradictoria, asimétrica, y así debe ser la novela”.
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