• Una medalla de oro, una insignia, primeras ediciones y manuscritos inéditos, entre los objetos guardados a perpetuidad en el Instituto Cervantes
• El doble homenaje continuará esta tarde (19 h) con la presentación del libro “Desde que tus pasos me abren el camino”
Luis Rosales Fouz, hijo de Luis Rosales, explica en la Caja de las Letras el contenido del legado (a la izquierda) en recuerdo del premio Cervantes 1982. Detrás, el director del Instituto, Luis García Montero (centro) y José Javier García Montero, que donó cuatro manuscritos de la época juvenil del escritor granadino.
Foto: Instituto Cervantes / Fernando Gutiérrez.
L.M.A.
05.04.2021.- Madrid.- La Caja de las Letras del Instituto Cervantes alberga desde hoy un rico legado in memoriam del poeta Luis Rosales (Granada, 1910 - Madrid, 1992), premio Cervantes 1982, depositado por su hijo, el también escritor Luis Rosales Fouz, quien dejó numerosos objetos representativos de su vida y su obra. El legado se completa con cuatro manuscritos con poemas juveniles de los años treinta, donados por el también granadino José Javier García Montero.
Entre los numerosos objetos de su padre que Rosales Fouz fue depositando en la caja número 1236, destacan la Medalla de Oro al Mérito que le concedió su ciudad natal, acompañada por un DVD “maravilloso” con imágenes de la Alhambra comentadas por él, y la insignia de oro otorgada por el Ayuntamiento de Cercedilla (Madrid), pequeña localidad donde escribió la mayor parte de su obra entre los años 1963 y 1984, fecha en la que un ictus cerebral marcó sus últimos años, y donde está enterrado.
También dejó una carpeta con “el sello el más bonito de la filatelia española”: un sello de Correos de 0,80 pesetas con su retrato en blanco y negro sonriente y las palabras “Sabiendo que jamás me he equivocado en nada salvo en las cosas que más quería”. Además, las llaves de la casa familiar en Madrid, de la calle de Altamirano, 34, “para poder seguir entrando en ella durante todas nuestras vidas”; la camisa, “bien elegante”, que llevó puesta el día que fue elegido académico de la RAE, y una enorme capa portuguesa que utilizaba.
A estos objetos personales se suman obras literarias emblemáticas: primeras ediciones de Abril (1935), su primer libro, editado por Cruz y raya, considerada la mejor editorial de la época; y de La casa encendida (1949), escrita en seis días y que marcó un antes y un después en la poesía española, acompañada por un CD en el que el propio Rosales recita sus versos.
Y otras dos obras menos conocidas: Cervantes y la libertad, un trabajo que le llevó 10 años y que el poeta consideraba como su mejor título, y Retablo sacro del nacimiento del señor (1940), “una pequeña joya” que contiene villancicos y dibujos.
Rosales Fouz, tras desgranar el contenido del profuso y variado legado, dijo esperar que “este día tan rosaliano” y tan importante para la memoria de su padre sirva para que en un futuro se conozcan mejor sus versos, y agradeció la invitación a Luis García Montero, autor de “la mejor antología de mi padre hecha hasta la fecha”.
El director del Instituto Cervantes calificó a Luis Rosales como “uno de los poetas más importantes del siglo XX, un gran estudioso de la poesía, un enamorado de la palabra y uno de los estudiosos más fértiles de nuestra tradición literaria”.
Granada, Madrid, Cercedilla
La huella que queda hoy guardada a perpetuidad en el Cervantes recorre las tres etapas de su vida: la época juvenil en su Granada natal y su amistad con García Lorca, Manuel de Falla o Emilia Llanos; la etapa de madurez escribiendo en Cercedilla, y los años fundamentales en Madrid (fue un “madrileño adoptivo”) como estudiante de Filosofía y Letras y como académico de la Española.
El legado de Rosales Fouz se complementó con otra donación cuyo destino final será la biblioteca patrimonial del Instituto que se presentará próximamente: cuatro manuscritos de los años treinta. De estos documentos escritos por Luis Rosales de su puño y letra, tres son inéditos, y el cuarto está incluido en el libro Balada y romance de colorido. José Javier García Montero hizo esta donación y leyó ante los asistentes el Romance de la argentinita y el arcángel san Gabriel antes de depositarlos en la misma caja de seguridad.
El homenaje al gran poeta y ensayista de la Generación de 1936 continuará esta tarde, también en el Instituto Cervantes (a las 19 h), con la presentación del libro Desde que tus pasos me abren el camino. Un paseo por el Madrid de Luis Rosales. Escrita por Luis Rosales Fouz y por la poeta Cova Sánchez-Talón, la obra (Visor Libros) recrea un paseo imaginario por los lugares más cercanos al escritor y relata hechos importantes y situaciones desconocidas sobre su vida.
Además de Luis García Montero y de ambos autores, participarán Xelo Candel, poeta y profesora, y Jorge Jiménez-Zumalacárregui, director del Instituto Cervantes de Bucarest, cuya biblioteca lleva el nombre de Luis Rosales. El periodista Antonio Lucas y la poeta Rocío Acebal recitarán poemas de Rosales, y desde Bucarest (Rumanía) lo hará a distancia el poeta y traductor al rumano Dinu Flamand. El acto se emitirá en directo a través del canal Directo 1 del Instituto Cervantes y de su canal de YouTube. Lugar: Instituto Cervantes (c/ Barquillo, 4, Madrid), salón de actos.
Bueno, tu reseña es perfecta, y todo ocurrió tal como tú lo cuentas, eso por descontado... Nada que decir a ese respecto.
ResponderEliminarPero falta gente importante, que desconozco por qué no está... y luego, en la sesión de la tarde, utilizaron sus investigaciones y sus textos sin ni siquiera citarla... Estas cosas me cabrean mucho porque a mí me pasan con libros y artículos
La gente, ahora, raramente investiga o aporta nada nuevo: se limitan a ver lo que hay, a copiar y a refreír lo que ya existe, pero - eso sí - le ponen su nombre... Te hablan de las últimas publicaciones sobre la materia, pero no se remontan a los que primero sacaron a la luz lo que nadie sabía...
Lo que me pasma es que esta gente va "de intelectual" por la vida... y así nos va (con un Presidente que plagió (le plagiaron, para bien ser) la tesis doctoral, y nadie se ha rasgado las vestiduras... hacen ponencias, conferencias y demás, leyendo literalmente lo que escribieron otros... No hay derecho...