Adriana, Lola, Carmen, Julia
J.S.A.
2/5/21.- Madrid.- No hay nada más entretenido que los salones de damas para tomar el té o merendar, libres de presencias masculinas, que con frecuencia inhiben al hablar y comunicarse a las mujeres a la hora de abordar ciertos temas. La más reciente reunión de damas ha tenido lugar en el salón de Lola Gallardo, profesora emérita de Latín en la Universidad Complutense y experta en Mitología greco-romana. Durante los distintos confinamientos de la pandemia – ella estaba en Roquetas. Almería- ha terminado sus dos volúmenes sobre Mitología en Roma. A eso se le llama aprovechar el tiempo.
Las invitadas: Carmen Lastra, Adriana Zapisek, Julia Sáez-Angulo y Carmen Valero. Mercedes Ballesteros, Carmen Palomero, Ana Queral y Juana Mari Herce excusaron su asistencia por distintos motivos para otra ocasión.
La tertulia fue derivando por distintos asuntos, hasta llegar al machismo y alguien propuso que cada cual expusiera su experiencia. Todas tenían relatos para contar al respecto. Una habló de cómo su profesor Peña y su padre acordaron que ella no se presentara a Bellas Artes, porque “al fin y al cabo tenía novio ingeniero y se iba a casar pronto, por lo que no tenía sentido que lo hiciera”. Ella no supo oponerse en aquellos años 60. Había unas vacaciones de verano por medio y el padre decía que no era cuestión de dejarla sola en Madrid.
Otra habló de que, en su estancia en la República Dominicana, tras el huracán Georges en el 98, como máxima responsable de una gran empresa de solidaridad, estaba resultando incómoda para sesudos varones que trabajaban junto a ella y venían abusando en sus puestos laborales. Uno de aquellos le dijo un día, que él le iba a presentar a las diez mejores familias de la isla, para que encontrara en ellas un hombre adecuado para casarse y dejar su empeño en el trabajo. Además, si no tenía hijos, ¿quién la iba a cuidar cuando fuera vieja?
Otra relató el hecho de un familiar que, por una equivocación tonta en la mesa, le dijo entre bromas y veras, que le iba a dar una patada en los glúteos, ella, asombrada, le respondió sin pestañear, que se la devolvería en las bolas. El silencio familiar se mascaba e hizo notorio, porque ella se había atrevido a responder así al patriarca. El marido de ella, mudo. Desde entonces, la situación con la familia política se enfrió. Ella pertenecía a la familia política.
La profesora contó dos situaciones recalcitrantes en su trayectoria académica: una en una beca del Instituto Alemán en Madrid, cuando se le otorgó la beca para estudiar en verano en Alemania a su novio, que asistía con ella a clase, cuando era evidente que su nivel de idioma era superior al del chico. El profesor español, responsable de aquella decisión le dijo: “Él es un chico y lo va a necesitar. Tú lo dejarás todo el día que te cases”. El novio se esfumó.
La otra situación similar se produjo en una Universidad de Segovia, donde la profesora impartía clases y, al reajustar plantilla, vio cómo ella estaba entre los cesados, por lo que preguntó en Dirección: “Yo soy doctora. ¿Estaban ustedes descontentos con mis clases?”. “No, pero el que hemos elegido es un padre de familia con varios hijos”. Lo veían así de clarividente.
La última en intervenir relató que en su familia no había visto casos de machismo, pero sí en las juntas de asociaciones y relaciones de vecinos, donde ellos menospreciaban o desafiaban con desconsideración a las mujeres sin marido al lado, que intervenían o les llevaban la contraria, algo que no sucedía cuando el interlocutor era un hombre. “Se medían las crestas de gallitos, por lo que todo se reduce a una cuestión de fuerza física en definitiva”· Una mujer sola es un pimpampúm. Ya se sabe, la misoginia global.
De este tema nunca se hubiera hablado delante de los hombres. Les desagrada. Se ponen nerviosos.
Las "meriendas de chicas" dan para muchos intercambios de pareceres. Merendamos muy bien: canapés, empanadillas, tartaletas y tarta de merengue con frutas, regado todo con vino blanco fresquito. Olvidamos la línea.
La próxima reunión de damas será en casa de Adriana. Dice que la tendrá que hacer en dos fases, por la situación innombrable.
Muy bien Julia es estupendo esos relatos demos gracias a Dios que ha cambiado bastante la vida y ahora hay más igualdad también para que haya más igualdad no tenía que existir ni el feminismo ni el machismo porque eso nos hace daño a todos los seres humanos y lo que tenemos que intentar es luchar y respetar a todos por igual qué difícil un abrazo cuídate
ResponderEliminarMercedes Ballesteros
Querida Julia enhorabuena por tu articulo me alegra que hayais pasado bien son gratas estas reuniones de amigas. Siento que por motivos de salud no haya podido acompañaros.
ResponderEliminarOtra vez será.
Todo mi cariño para todas pues todas son buenas amigas mias.
Que Dios os proteja a todas.
No pude ir y lo siento,siempre es grato disfrutar de vuestra compañia e interesantes conversaciones.Me alegro que pasarais buena tarde.
ResponderEliminarOs mando mucho cariño y saludos desde Londres.
Fue agradable rencuentro después de tantos meses.
ResponderEliminarYo no pude asistir y lo siento muchísimo. Espero poder hacerlo en otra ocasión. Una delicia estás reuniones de damas donde se habla de tantos temas interesantes y, sobre todo, se disfruta de la buena compañía.
ResponderEliminarUn abrazo.
Carmen Palomero
Teresa Pacheco Iniesta
ResponderEliminar10:52 (hace 11 minutos)
para mí
Que bueno, Julia.
Muchas gracias.
Un abrazo.
Teresa
Enhorabuena Julia por esas reuniones de mujeres que comentan, analizan y profundizan en temas que interesan para la actual evolución social en toda la humanidad.
ResponderEliminarUn abrazo a todas esas mujeres valientes y valerosas.
ResponderEliminarMarejadas Revista
10:01 (hace 0 minutos)
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Qué reunión tan amena!!
Mar Capitán
ResponderEliminarMercedes Deambrosis
lun, 3 may 17:27 (hace 16 horas)
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Me encanta !!
Bravo
Besiq
ADRIANA ZAPISEK
ResponderEliminarlun, 3 may 10:52 (hace 23 horas)
para mí
Querida Julia, que éxito de comentarios, parece que molan las reuniones y tertulias femeninas con los relatos de las experiencias propias de vida. Esperemos que las que se harán en mi casa estén a la altura de éstas, seguro que si. Felicitaciones y besitos AZ
María Tecla Portela Carreiro
ResponderEliminar11:06 (hace 10 minutos)
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Me encanta, Julia...
Casi todo el mundo tiene anécdotas de micro (o macro) machismos...para contar
¿por qué no te animas a hacer una recopilación, con esos fantásticos relatos que tú escribes...?
Yo también podría facilitarte algunas...
Isabel Diez Serrano
ResponderEliminar11:25 (hace 10 minutos)
para mí
Qué bien, menuda diferencia de estar con ellos, además no saben ni divertirse conversando...
Gracias
Isabel