Julia Sáez-Angulo
23/6/21.- Madrid.- Poeta apreciado y misterioso del siglo XIII en Italia. Guido Cavalcanti nació en Florencia y se sabe que murió en el exilio en Sarzana en 1300. Su poesía es innovadora en Italia y en toda Europa, porque determinó la llamada lírica estilnovista, integrada por autores como Dante Alighieri, Cino da Pistoia o Lapo Gianni, y también influyó en las vanguardias futuras como el modernismo de Ezra Pound o T.S. Elliot, además de las reflexiones narratológicas de Italo Calvino.
La “Poesía completa” en edición bilingüe de Rossend Marqués Corominas es el libro publicado por la editorial Cátedra en su colección Letras Universales. La traducción es de Luis Martínez de Merlo. “Cavalcanti o la batalla amorosa del corazón y la mente” es el título con el que se abre el estudio sobre el poeta.
Guido Cavalcanti ocupó diversos cargos públicos hasta que las leyes populares prohibieron a los magnates ejercerlos. El poeta pertenecía a una de las familias aristocráticas de Florencia y protagonizó numerosos enfrentamientos violentos entre las bandas florentinas que se disputaban el poder. Hombre de gran cultura se ganó la fama de “epicúreo”, es decir, descreído y versado en filosofía natural.
No hay que olvidar que la vida de los jóvenes de la clase alta florentina de mediados y finales del siglo XIII era la de “ricos, liberales, generosos y juerguistas”, y Cavalcanti pertenecía a una de las familias más acomodadas del momento histórico del XIII. La Florencia de Cavalcanti constituía un dédalo medieval de calles estrechas en las que se apiñaban infinidad de casas de piedra, almacenes y tiendas entre los cuales se extendían huertos y jardines”, se narra en las primeras páginas del libro, antes de abordar la “Poesía completa” en sentido estricto.
Leamos uno de sus poemas:
RESPUESTA DE GUIDO:
VISTE, A MI PARECER, TODO LO EGREGIO
Viste, a mi parecer, todo lo egregio,
toda la dicha y todo el bien que un hombre
puede experimentar,
Si has conocido al amo poderoso
que el mundo del honor enseñorea,
pues vive adonde muere la congoja
y gobierna en la torre de la mente;
con tanta suavidad se entra en los sueños,
que el corazón nos quita sin que duela.
A vos os ha quitado el corazón
al ver que a vuestra dama
deseaba la Muerte,
y la nutrió con él, con temor de ello.
Cuando lo visteis irse dolorido,
era que el dulce sueño concluía,
pues su contrario ya lo derrotaba.
Queridos amigos
ResponderEliminarGracias por los recuerdos. Tengo una edición bilingüe de Seix Barral, de los años '70. ¡Y qué decir de la grandiosa Firenze!
Sin fijarme en Doña Wikipedia, me viene a la memoria un verso que representaba el ideario de esos poetas: "Al cor gentil ripara sempre amore."
Agradecimiento y saludos,
Raúl