domingo, 26 de diciembre de 2021

Laila Gruarin, artista visual versátil y proteica, en tiempos complicados y difíciles para el arte

Laila Gruarin, en su estudio de Nordelta, junto a uno de sus cuadros


Julia Sáez-Angulo

Fotos: Adriana Zapisek

26/12/21.- Buenos Aires.- Versátil y proteica, polivalente, la artista visual Laila Gruarin, pinta cuadros, murales, objetos, decora ambientes… en todos los estilos que se le antojen o encarguen. Los arquitectos están encantados con ella, porque es una todoterreno y les soluciona aquello que le piden. En tiempos complicados y difíciles como los que ahora vive el arte y el país, no hay que hacer ascos a nada, dentro de un orden, naturalmente. “Todo encargo es un reto y no hay por qué rasgarse las vestiduras.” confiesa la artista, al tiempo que me enseña unos lienzos para niños que le encargaron recientemente. Miguel Ángel aceptó los encargos del Vaticano con tema incluido y el resultado fue espléndido. ¿Por qué no iba a hacerlo ella?

Laila Carolina Gruarin (Buenos Aires, 1973), de origen italiano hija de un médico neurocirujano actualmente en Madrid, mantiene ahora una muestra individual en las Galerías Pacífico de la capital argentina, muestra que renueva cada tres meses, porque la firma solo cuenta con ella para exponer, porque le da buen juego. Una afortunada.

La pintora suele trabajar por series cortas y utiliza todos los materiales posibles a su alcance: óleo, acrílico, líquido de vidrio, collage de revistas, piedras, cortezas, purpurinas… Tiene manos prodigiosas. Figuración o abstracción es indiferente para ella, lo importante es el resultado final y el objetivo al que va destinado. "Trabajo siempre de pie, no puedo hacerlo sentada".

Aunque los tiempos son como son, la pintora no se queja. Es consciente de que los precios de sus obras no son especialmente elevados en la actualidad medio en crisis, pero esto le facilita el camino para trabajar y vender. Ya llegarán épocas mejores, dice, al tiempo que enseña su amplio estudio en Nordelta, en el Tigre de Buenos Aires, con su obra ordenada en peines y sus últimos trabajos artísticos.

Laila Gruarin, que desde muy joven dibujaba muy bien, se considera autodidacta, aunque ha acudido en cortos periodos a algún estudio de maestro. Tenía mano para el arte, porque “de joven he dibujado decenas de caricaturas y retratos”, explica. Comenzó a exponer en 2010 y no ha parado desde entonces. Sus instalaciones para ambientes navideños o de Halloween, por ejemplo, no tienen precio. Sus macetas gigantes marmorizadas son un éxito en todo Nordelta, al igual que sus bandejas pintadas con liquido de vidrio. Ha obtenido algún que otro premio por su pintura. 

        Casada con Pablo Saslovsky, su gran apoyo, y con cinco hijos ya algo crecidos, saca tiempo para la docencia y a ella le entrega todos sus logros artísticos. No guarda un secreto pictórico para sí. Aspira a que sus alumnos la superen en la cadena de entrega del testigo del conocimiento. Así progresa la humanidad. "Cada artista ha de explorar e investigar a su manera", dice. 

Más información

https://www.instagram.com/lailagruarin/?hl=es

https://www.instagram.com/lailagruarin/?hl=es

Pintura de Laila Gruarin

Laila Gruarin, artista plástica

Laila y su esposo Pablo

1 comentario:

  1. Querida Julia,
    muchísimas gracias por tu escrito, un resumen impecable.
    Un placer haberte conocido y recibido en casa.
    Gracias a Adriana Zapisek hemos compartido juntos en familia la Navidad.

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