Túnica roja y enseña morada como lenguaje
Julia Sáez-Angulo
11.12.2021.- Madrid .- La compañía Palmyra Teatro representa del 1 al 12 de diciembre, de martes a domingos, en la Sala Jardiel Poncela del Fernán Gómez Centro Cultural de la Villa un drama con música en directo basado en la figura de Mariana Pineda.
El montaje ha sido escrito por José Ramón Fernández (Nina, J’attendrai o Un bar bajo la arena) y viene dirigido por David Ojeda. Los actores Lucía Álvarez y Marcos Pereira son los encargados de dar vida a esta historia que contempla a Mariana Pineda desde una óptica contemporánea. Además, están acompañados por la banda sonora original y la interpretación en vivo a la guitarra española de Carlos Ramos.
Así, se narra la última noche de Mariana Pineda en el calabozo. Al día siguiente será ajusticiada con garrote vil por defender sus ideales. Pineda fue una liberal granadina detenida por la policía por apoyar la causa democrática durante el reinado absolutista de Fernando VII, en la llamada Década Ominosa.
Los agentes encontraron en su casa una bandera con las palabras Libertad, Igualdad y Ley. Enseña que fue cosida por mujeres del barrio del Albaicín. En medio de las protestas de la población, Mariana fue juzgada y condenada a morir. Por ello se convirtió en una mártir y un símbolo popular de la lucha contra la falta de libertades.
Comentario crítico
El referente de la obra está en “Mariana Pineda” de Federico García Lorca basada en la vida de Mariana de Pineda Muñoz, figura relevante de la resistencia a la restauración absolutista en España del siglo XIX. La obra gira en torno a Mariana Pineda, la granadina de 26 años que en el siglo XIX fue condenada a muerte en la guerra, por defender la causa liberal por haber encontrado en su casa una bandera con las palabras Libertad, Igualdad y Ley. Esta bandera fue bordada por unas mujeres del barrio del Albaycin.
Dicho esto, nos encontramos con un monólogo correcto en la víspera de su ajusticiamiento de Mariana en la cárcel escrito por José Ramón Fernández, y una echa de menos el tono poético de la obra lorquiana, amén de la juventud del personaje histórico de 26 años, interpretado ahora por Lucía Álvarez, una mujer con aire de matrona.
Situación y momentos dramáticos, que comienzan ya con el desmadre de grito y maltrato del carcelero. El exceso desvirtúa, las reflexiones íntimas son más interesantes y profundas. Lo mejor enseña más que lo mucho. Economía suficiente de decorado y presencia sutil y bien llevada en el escenario de Marcos Pereira.
Todas las funciones eran accesibles para personas con discapacidad intelectual y sensorial, para lo cual se habilitó un paseo escénico, subtítulos, audio-descripción, bucle magnético, sonido amplificado y programas de mano accesibles. La atención a la accesibilidad del espectáculo se realiza con la colaboración de la Fundación SIGNE y CESyA (Centro Español del Subtitulado y Audiodescripción). Atención que distrae en buena parte a los espectadores sin discapacidad, sobre todo a los del lateral izquierdo junto a los rótulos cambiantes.
Mariana con túnica roja y enseña morada. El lenguaje simbólico está presente; las alusiones republicanas de II República también. Sobran. Las recreaciones de personajes históricos que no responden a la Historia son discutibles, por manipuladoras de un nombre que merece su biografía real (del latín res-rei).
Ficha artística:
Ubicación: Fernán Gómez Centro Cultural de la Villa - Sala Jardiel Poncela
Autoría - José Ramón Fernández
Dirección - David Ojeda
Asistencia a la dirección - Sara Akkad
Autoría musical e interpretación - Carlos Ramos
Escenografía y vestuario - Mónica Florensa
Iluminación - María José de Pomar Moreno
Reparto - Lucía Álvarez y Marcos Pereira
Producción - Palmyra Teatro y Fundación SIGNE
Producción ejecutiva y distribución - Metidos en obras
Querida Julia:
ResponderEliminarMuy acertada tu opinión sobre la obra alrededor del último día de Mariana Pineda.
La leyenda no responde a la realidad histórica. Al menos al completo. Todo fue por poesía, por amor. Ella era débil y estaba enamorada.
Conozco bien la historia prq su gran amor fue el capitán liberal Casimiro Brodett, tío de mi abuelo, Juan Van Halen y Brodett. Con él vivió algunos años en Burgos, durante su destino militar. Así se hizo o se creyó liberal. Pidieron permiso al rey para casarse (existe el documento y es público) lo que era preceptivo para los militares de la época; no recibieron el placet por la ideología de Casimiro.
He leído alguna vez que la bandera que bordó era ¡la republicana! Era la que tú dices. Y Brodett nada tenía que ver con el personaje que pasa por su amante en la genial obra de Lorca. Tampoco el traidor Pedrosa la pretendió; era el jefe político de Granada y un adulador del rey felón.
Enhorabuena por tu texto. A la actual escenificación le falta poesía. JUAN VAN-HALEN ACEDO