miércoles, 6 de abril de 2022

"MAYTE SPÍNOLA. Bodas de oro en el Arte". Texto del catálogo, por Julia Sáez-Angulo

Mayte Spínola firma el catálogo


El arte es «una explosión de vida y de verdad. Y cuando haces arte a través del conocimiento, llegas a la filosofía y al amor, que es lo que a mí me hace levitar».

(Fernando Arrabal)


L.M.A.

07.03.2022

La última exposición retrospectiva de Mayte Spínola tuvo lugar en el Centro Cultural Casa de Vacas del parque del Retiro en 2014. Actualmente, en el 50 aniversario de su primera exposición en la madrileña galería SEN en 1971, se han querido celebrar estas particulares bodas de oro de la pintora con el Arte, en el Centro Cultural Mira de Pozuelo de Alarcón, su propio municipio de residencia.

Si aquella muestra retrospectiva fue fundamentalmente de pintura, en esta ocasión se quieren exponer todas sus facetas como pintora, escultora, estampadora de serigrafías, diseñadora de joyas, tapices o pañuelos, ilustradora de libros, artes aplicadas o autora de NFTs…, amén de un video sobre su trabajo. En suma, una exposición más amplia y completa, que abarque toda la actividad creativa de esta artista multidisciplinar y plurifacética, dentro del mundo del arte.

Si nos atenemos a las series pictóricas realizadas encontramos una amplia relación de los nombres de aquellas: Espacio, Cosmos, Hojas, Rasgados, Esculto-pintura, Tauromaquia, Rejas, Arenas, Gaviotas, Signos del Zodiaco, Amapolas y Orquídeas, Danza, Golf, Tenis, Polo; Libros, Cantorales; Monedas, Botones, Corazones, Marinas, Enconchados, Totems, o NFTs. Algunas de estas series se prolongan en el tiempo, alternadas con series nuevas. 

La pintura de Mayte Spínola (Madrid, 1943) fue incardinada en sus comienzos dentro del espacialismo cósmico, a finales de los años 70, por el crítico de arte de ABC, Antonio María Campoy. El historiador de arte y director del Museo Español de Arte Contemporáneo, MEAC de 1975 a 1977, Carlos Areán, escribió un extenso ensayo sobre la pintura de la artista, publicado en el libro Mayte Spínola (2019). En él resalta, en principio, el estilo de la pintora dentro del Informalismo y analiza los distintos periodos o etapas por los que pasa su pintura, una obra que conlleva arquetipos del inconsciente colectivo, aspiraciones tridimensionales en su esculto-pintura e incluso aportes al dibujo surrealista.

No olvidemos que en el grupo de informalistas de Madrid en los 60 y 70, estaban los nombres de Fernando Zóbel, Gustavo Torner, Gerardo Rueda, César Manrique, Salvador Victoria, Lucio Muñoz, Manuel Millares y Antonio Saura. Junto a ellos se suele citar una sola mujer, Juana Francés, esposa del escultor Pablo Serrano, que es incluida, de vez en cuando, en este grupo de abstractos. Pues bien, Mayte Spínola, con su pintura informalista y gestualista se inscribiría pronto dentro de este grupo madrileño y con su lado fuertemente matérico, en el estilo del grupo de abstractos catalanes con nombres como Albert Rafols Casamada, Juan Hernández Pijuán, José Guinovart o Manuel Hernández Mompó. Ella fue de los primeros pintores que utilizó arenas en sus cuadros en los años 70 y, ciertamente la primera mujer que lo hizo, y así se señaló en el Museo Reina Sofía, cuando precisamente uno de esos cuadros se seleccionó oficialmente, para que figurase en el Senado de España.

La pintora sostuvo contacto y amistad con todos los artistas del citado grupo madrileño, en especial con Zóbel. Todos ellos se reunían en una tertulia que tenía lugar en la galería Juana Mordó, galerista que invitó también a Mayte Spínola a exponer en su espacio. En 1984, la galerista le escribió a la pintora, tras exponer su obra: “A punto de volar hacia un destino desconocido, pero seguro, están esas manchas que quieren salir del cuadro”. 

Por todo lo señalado, y en tiempos de reivindicación de nombres de mujer en años pretéritos, cabe decir que Mayte Spínola estuvo cerca y participó con los pintores informalistas en Madrid, por lo que merece figurar en aquella nómina, de la misma manera que figura Juana Francés. Todos ellos sabían de la cercanía pictórica de Mayte con el maestro Joan Miró en Mallorca.

Mayte veía con más frecuencia al pintor Manuel Hernández Mompó en Mallorca o a Manuel Viola en El Escorial. Y por supuesto, con la artista textil Carola Torres -esposa del crítico de arte J.M. Moreno Galván- para la que diseñó el boceto del tapiz que ahora se expone en esta retrospectiva de 2022. Por casa de Mayte Spínola acudían con cierta periodicidad artistas como José Caballero y su esposa María Fernanda Thomas de Carranza o el matrimonio del escultor Martín Chirino y su esposa. Un libro de visitas con sus dedicatorias y firmas, dan fe de esta presencia en casa de la pintora.

Rosa Martínez de Lahidalga, crítica y comisaria de su anterior exposición en 2014, dijo de su obra: “En la pintura de Mayte Spínola dominan los ritmos envolventes y hay en ella una clara presencia de lo gestual. Combina junto con el óleo materiales diversos: vegetales, minerales u orgánicos, sin que por ello deje de imponerse a la totalidad de su obra el contenido lírico y la cualidad pictórica”.

El hecho de haber pintado en el taller mallorquín de Joan Miró (1893-1983) a finales de los 70 y principios de los 80, junto al propio pintor, la obra bidimensional de Spínola abraza los consejos escuchados del maestro, como era el de dejar fluir la mano con libertad y saber incorporar el azar del gesto y el pigmento en el decurso de pintar un cuadro. Miró ha sido para la artista un referente permanente de admiración y docencia. La pintora cuenta: “Miró me enseñó también a reciclar”. “Todo sirve”, le decía”.

Otros artistas que también han estado muy cerca en la trayectoria de la pintora son el chileno Claudio Bravo (1936-2011) en Madrid y Joaquín Torrens Lladó (1946-1993) en Palma de Mallorca. El primero calificó la obra de la autora cuando expuso, como “sorprendente, con talento, buen gusto, refinamiento y sensibilidad”.

La escultura para la fundición en bronce y el diseño de joyas en otro y planta, con el mismo lenguaje de la escultura, fue otra de las facetas de esta creadora plástica que nos ocupa.

El collage de objetos y elementos varios es una constante en sus series pictóricas, como se puede aprecian en las series Hojas, Rejas, Tenis, Golf, Polo, Botones, Libros, Cantorales, Monedas, Enconchados… y toda su esculto-pintura en general.

CON DISEÑADORES

La pintora ha colaborado con diseñadores como la barcelonesa Conchita Vilamitjana para llevar a cabo serigrafías en seda para pañuelos de 80 x 80 cm, sobre la serie Gaviotas en vuelo, para la empresa de aviación Iberia y con la firma El Corte Inglés, que comercializó otra serie de pañuelos sobre los doce Signos del Zodiaco, procedentes de la serie con el mismo nombre.

La ilustración de libros la hizo en los títulos: Gramática de Nebrija (1993). Edición facsímil de Francisco Javier Martínez del Olmo. Madrid. Edición premiada en México como mejor libro ilustrado del año. También ilustró el libro Anécdotas de un peregrino (1994). Edición facsímil de F. J. Martínez del Olmo, sobre el Camino de Santiago. Por otra parte, la pintora hizo el libro Tauromaquia, a partir de la exposición que llevó a cabo en la galería Ynguanzo de Madrid en 1993. En el libro reflexionan los principales toreros del momento sobre el arte de Cúchares, junto a las ilustraciones con los cuadros de Mayte. El libro fue presentado en la Casa de la Panadería del Ayuntamiento de Madrid, en un acto presidido por S.A.R. Doña María de las Mercedes de Borbón, Condesa de Barcelona, y más adelante fue presentado en la Universidad de Salamanca.

Un libro más en el haber de la pintora, sus vivencias junto a un álbum de fotos, publicadas con el título, Mayte Spínola. Lo que aprendí de mis amigos (2021), editado por Visión Libros.

Finalmente, la autora hizo el Cartel Taurino de la Feria de San Isidro de Madrid 1994, editado por el Ayuntamiento de la capital de España. Y ha hecho sus intervenciones en artes aplicadas como el biombo que se presenta en la muestra.

Y, por último, una instalación land-art en el jardín de la Casa-Museo El Romeral, situada en Pozuelo.

Los más reciente, un NFTs, bajo el asesoramiento de su nieto Borja de Arteaga.

Ante toda esta obra artística, cabe concluir que Mayte Spínola es una artista total, multidisciplinar, en la que el gesto y el color en el pigmento y la materia se expresan con una singularidad propia, con una exaltación de artista en trance creativo con el gesto, con claras señas de identidad y una caligrafía pictórica, que la hace identificable en su lenguaje y en sus temas.

CON ESCRITORES Y CRÍTICOS

La pintora también conoció y trató en los 70 a escritores como Vicente Aleixandre, Rafael Alberti o José María Moreno Galván, entre otros. El primero, premio Nobel 1977, le escribió un bello poema después de ver su serie pictórica naturalista de collage, denominada Hojas:

El bosque huyó. Pero otro bosque nace.

Y clara estrella mía, yo te canto,

yo te reflejo. Somos… Esperamos.

Vicente Aleixandre (1977)

Mayte conoció a Vicente Aleixandre en el estudio del escultor Sebastián Miranda en la avenida de Moncloa, donde su madre Julia María de Spínola -una ceramista notable- asistía a una tertulia de intelectuales, acompañada de su hija pintora en los años 70.

Museos y colecciones

    Medio siglo de actividad creadora en el arte es un largo periplo para resumir. Se han vivido muchas situaciones en el complejo y rico mundo artístico. Mayte Spínola ha llevado a cabo medio centenar de exposiciones individuales en distintas ciudades de Europa, América o Asia y más de un centenar de muestras colectivas en distintas sedes nacionales o exteriores. La pintora ha expuesto además de en Madrid, en París, Génova, Nueva York, Miami, Mazzello (Brasil), Teherán… 

Su obra se encuentra hoy presente en numerosos museos, instituciones públicas y colecciones privadas. Citarlas todas sería excesivo, por lo que mencionaremos, en primer lugar, el Museo Mayte Spínola de Arte Contemporáneo en Marmolejo (Jaén), que se fundó en 2004 en base a una generosa donación de obras de la pintora y una amplia representación de piezas del Grupo pro Arte y Cultura, que la propia autora fundara en 1990. Una colección que hoy cuenta con más de trescientas obras y constituye el museo de arte contemporáneo más rico de Andalucía en número, fuera de los situados en las capitales andaluzas. Junto al museo, la pintora creó la Casa del Agua, un hotel boutique de gran belleza. El museo, el balneario de aguas medicinales y la Casa del Agua, constituyen hoy tres grandes atractivos de Marmolejo, para visitantes y turistas.

Fue el Ayuntamiento de Marmolejo, el que, por unanimidad, decidió poner el nombre de la generosa donante y mecenas al Museo de arte del municipio. Igualmente, el Ayuntamiento la nombró hija adoptiva y ha creado, en 2021, un premio de pintura con el nombre de Mayte Spínola.

Además del museo de Marmolejo que lleva su nombre, donde se expone más de medio centenar de piezas de la artista, la pintora tiene obras en el Museo Reina Sofía; Senado de España; Fundación Pilar y Joan Miró (Palma de Mallorca); Real Academia de Bellas Artes de San Fernando; Ayuntamiento de Madrid; Fundación Joan Miró (Barcelona); Queen Sofía Spanish Institute en Nueva York, Museo de Arte Contemporáneo de La Habana; Museo de Arte Contemporáneo de Tanaka, Japón; Museo de Arte Moderno en Miami; Museo José Luis Cuevas (México); Museo Nacional de Arte en Manila; Museos Vaticanos de Arte Contemporáneo en Roma; Fundación Andrew W. Mellon; Museo Nirvana Center en Teherán; Liceo Molière en Bruselas; Museo de la Solidaridad en Santiago en Chile; Museo de la Mujer en las Artes en Washington… Citarlos todos sería tedioso.

Labor de mecenas

Como fundadora del Grupo pro Arte y Cultura, GpAyC, la pintora ha dedicado muchas de sus energías a organizar y promocionar eventos artísticos en distintos foros internacionales, al tiempo que ha creado colecciones de todos ellos para diferentes instituciones, donde hoy se pueden admirar sus obras, desde el Museo Mayte Spínola de Arte Contemporáneo en Marmolejo, hasta el Palacio de Sintra, Portugal, que tendrá lugar próximamente en 2022. Entre medias, ha establecido colecciones de arte español e hispanoamericano en el Museo Nacional de Arte Extranjero en Sofía (Bulgaria) en 2003; Museo de Arte Contemporáneo Casa Spínola en Azuaga (Badajoz), en 2007; Museo de Arte Contemporáneo de Salta (Argentina) en 2008; Museo de Arte Contemporáneo de Calvià (Mallorca), en 2009; Castillo de los Príncipes de Merode (Alemania), en 2012; Castillo de Gmünd (Austria) en 2015; Museo de Arte de  Gällivare, Laponia (Suecia) en 2015; Palacio de Hohenems (Austria), en 2017; Colección Príncipe de Bagration, en Tiblisi (Georgia), en 2019. 

Su labor de mecenas con los artistas es clara e indiscutible. Ella ha ayudado en la docencia de algunos de ellos, pues su lema, que ha transmitido al GpAyC, es el de Ayudar y crear, por esa razón ha querido que los artistas consagrados compartieran su presencia con los emergentes. Los ha reunido una y mil veces en la Casa-Museo El Romeral, su residencia; los ha premiado; los ha estimulado con un certamen, en tiempos difíciles de post pandemia o post temporal de nieve Filomena. Ha organizado múltiples eventos culturales, especialmente de exposiciones o creación de colecciones con todos aquellos que han querido o podido participar… Ha abierto las puertas de la Casa-Museo El Romeral a grupos de visitantes, previa llamada y acuerdo. Ha recomendado en su amplio ámbito que se regale arte, por encima de todo… Reconocer toda esta tarea generosa es de justicia.

Por último, a propuesta del hoy presidente del GpAyC, Pedro Sandoval, se creó el galardón de las Medallas de Oro Mayte Spínola, que ella quiso desde el principio que se abrieran a las Artes, las Ciencias, la Investigación, el Deporte, la Solidaridad y la Filantropía. Este galardón ha recaído, en sus seis convocatorias, en artistas visuales, músicos, escritores, críticos de arte, músicos, Doctores en Medicina, Derecho, Económicas, Humanidades…Y por supuesto en activos de Solidaridad y Filantropía, en pro de aquellos que trabajan por los demás, sobre todo por los más desfavorecidos, indefensos o colectivos vulnerables o en riesgo de exclusión social. Ayudar y crear, un lema que se materializa.

Mayte Spínola hace realidad el dicho del Eclesiastés de que hay un tiempo para todo, o al menos ella lo busca y lo encuentra para el trabajo artístico y el trabajo por los demás. Celebrar sus bodas de oro en el arte con una gran exposición en Pozuelo de Alarcón, su amplio espacio Mira, es motivo de alegría para todos los artistas que la rodean, aquellos que la conocen y reconocen sus méritos y logros artísticos, profesionales y solidarios, así como para los visitantes que van a contemplar y disfrutar su obra.

Marcos Fernández Barreiros y Miguel Sacristán, pianistas

Julia Sáez-Angulo

Comisaria de la exposición

Miembro de la Asociación Internacional de Críticos de Arte. AICA/Spain

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