Julia Sáez-Angulo
20/8/22.- Madrid.- La artista visual ecuatoriana, residente en Madrid, Patricia Larrea Almeida, expone sus últimos trabajos en escultura y pintura en el Centro Cultural Moncloa, a partir del 2 de septiembre próximo. El título de la muestra es “Mi espacio en la materia”, y las piezas permanecerán expuestas todo el mes. El título de su anterior exposición en este mismo Centro Cultural fue “Mi espacio en el Arte”.
Patricia Larrea, que acaba de regresar de Italia, participará en la Bienal de Florencia de 2023.
La escultora, que tiene también prevista otra próxima exposición en los Alcázares de Sevilla, Córdoba y Huelva, mostró sus piezas en primicia a un grupo de invitados a su casa-museo de la colonia del Manzanares. Entre los asistentes, el catedrático de Bellas Artes Francisco López-Soldado, antiguo profesor de Patricia, y su esposa Carmen Fernández, la artista visual Linda de Sousa, la cónsul de Ecuador, Paula Noboa y su esposo Eduardo García y María Amor López, antigua Agregada Cultural de la Embajada de Ecuador.
A todos ellos mostró una hermosa instalación de vidrio en su taller/estudio, donde también llamaron la atención los antiguos dibujos de desnudo de la autora, que recientemente ha manipulado y enmarcado de manera singular y llamativa.
Antonio de la Cuerda y Fernández Solís, esposo de Patricia, actuó para el encuentro, como generoso “chef de cocina”: hummus de garbanzos y tabla de quesos para el aperitivo, sopa de melón, empanada de atún y medallones de carne en salsa, acompañado de ensaladas de calabacín y arroz con pasas de Corinto y pipas de girasol. De postre, helado de caramelo y otros sabores.
Patricia Larrea es una investigadora nata de los materiales para incorporar a su obra, principalmente a la escultura. Después de su larga etapa en cerámica, la autora está trabajando con el vidrio, que acompaña con su particular lenguaje tanto a la escultura como a la pintura.
La grafía singular de Patricia Larrea se refleja tanto en la escultura como en la pintura y el collage, de modo que su obra se hace claramente identificable. Sus últimos tondos o mandalas acogen esas grafías dentro de pequeños rectángulos que ocupan de modo ordenado el espacio del soporte, y lo ha titulado “Homenaje a mi madre”, que falleció hace dos años.
“Me gusta especialmente la espiral y a ella me convoco a partir del triángulo, cuadrado o círculo. La espiral me parece un símbolo universal y alusivo a la continua marcha y actividad del hombre y la mujer. Nos vamos encontrando todos en distintos puntos de la espiral en marcha, como desarrollo de la vida”, explica Patricia.
Maderas de pino, olmo y ciprés seleccionadas por la autora ecuatoriana están en proceso de secado, para esculturas futuras, muchas de ellas auténticas “columnas” ornadas de pintura y vidrio. Una de ella viaja en breve a Portugal.
Cuando los invitados elogian la casa-museo de Patricia Larrea, ella se apresura a decir que es de obras propias y ajenas, pues el salón de entrada expone piezas de Oswaldo Guayasamín, Joan Miró en blanco y negro, Eduardo Chillida, Oswaldo Viteri, Hipólito Hidalgo de Caviedes, Pedro Prieto…
La casa de Patricia y Antonio ha sido acogida de muchos de ellos.
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