CRÓNICAS ESCURIALENSES (y XXXVII). Bibliografía básica sobre El Escorial, Real Sitio, personajes y su Historia

Damos por finalizado el veraneo en El Escorial, este año dedicado a las 37 Crónicas publicadas. Gracias a los lectores y sus comentarios.

Julia Sáez-Angulo

01/09/22.- El Escorial.- La bibliografía sobre la Leal Villa de El Escorial y el Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial, su historia, su Real Monasterio, su creador el monarca Felipe II y otros personajes, su Real Biblioteca y bibliotecarios célebres, La Real Basílica y su iconografía, el Panteón Real… han dado para ríos de tinta.

Algunos de los entrevistados en las publicadas Crónicas Escurialenses han señalado algunos de los títulos más célebres o los que más les han interesado por distintas o razones o intereses particulares. No voy a ser exhaustiva.

Carmen González, Kiki, librera de la desaparecida Arias Montano nos advierte: “Sobre el Escorial se ha escrito mucho, pero no todo bueno e incluso malo con ideas muy peregrinas casi de magos con varita…. Y sobre todo libros que repiten lo publicado en otros libros. Por eso hay que ir a las fuentes, y a los muchos documentos que se generaron en la época … supongo que algunos todavía están por descubrir”. Y nos remite a los clásicos: La Fundación de San Lorenzo del Escorial del Padre Sigüenza. Y los que no se atrevan, porque resulte difícil la Historia del Monasterio, de José Quevedo en época de Isabel II; Descripción del Real Monasterio (1.764) de Andrés Ximénez; Descripción del Monasterio (1698), de Fray Francisco de los Santos.

“Los agustinos, desde que son custodios del Monasterio, han publicado muchos y buenos trabajos. Con motivo del IV centenario de su terminación se publicaron muchos ensayos muy importantes y con una nueva visión historiográfica. También Patrimonio Nacional reeditó muchos facsímiles imprescindibles para conocer la historia del Monasterio. Y yo tengo predilección por un trabajo exhaustivo y riguroso La octava Maravilla del Mundo del profesor Agustín Bustamante publicada en 1994 y desgraciadamente agotado”.

El historiador Javier Campos y Fernández de Sevilla, recomienda “fundamentalmente los clásicos de la historiografía jerónima; de los modernos solo los de grandes arquitectos e historiadores, fundamentalmente españoles. El Escorial ha generado un regimiento de aprendices que copian -y copian mal-, que es mejor pasar por alto”. 

    Entre los libros clave editados por el Instituto Escurialense de Investigaciones Históricas y Artísticas están: El Derecho y El Escorial. La labor jurídica de los agustinos juristas (2020), de Juan Ramón Rodríguez Llamosí; Arias Montano en la Biblioteca Real y en el Gabinete de Estampas de El Escorial (2013), de Javier Campos y Fernández de Sevilla; María Cristina de Habsburgo y la Regencia (1885-1902), monografía dirigida por Javier Campos, o "P. Julián Zarco, Agustino, Académico de la Historia y Mártir”, también de Javier Campos.

El crítico de arte Tomás Paredes, por su parte, ha señalado los siguientes títulos: La Fundación del Monasterio de Fray José de Sigüenza; Historia del Real Monasterio del P. José Quevedo; Los verdaderos artífices de El Escorial de Amancio Portabales Pichel: los ensayos de los PP. Agustín Antolínez, Zarco Cuevas, Luciano Rubio, Ángel Custodio Vega. Los estudios dedicados a El Escorial de Gaya Nuño, Chueca Goitia, Antonio Bonet. Las páginas de Azaña y su Jardín de los Frailes, tal un poema en prosa.

    La ex ministra Cristina Alberdi declara que "sin pretensiones", le han interesado: “Historia de San Lorenzo de El Escorial” de Gabriel Sabau; “Escorial, vida y transfiguración” de Federico Carlos Sáinz de Robles, o “Vivir en El Escorial” de Carlos Carnicer.

    Maricruz Llorente, empresaria sanlorentina se decanta: “Me parece oportuno mencionar la introducción de José María Suárez Campos para el ciclo de conferencias Literatura Viva en El Escorial: “Desde los días fundacionales, en los escurialenses recintos ha crecido el espíritu de las letras y las artes. No solo en el interno del Monasterio o Universidad María Cristina, sino también, en el ámbito urbano próximo… y la oceánica literatura de viajeros nacionales y extranjeros. El Escorial es sin duda, elemento imprescindible de la transición cultural de España y de las vanguardias creadoras”.  

        El Monasterio y su entorno sigue siendo una fuente inagotable de estudio e inspiración, cada año salen nuevos títulos de ensayo, poesía o narrativa. Como ejemplo algunos títulos muy recientes: “Los dos lados” de Teresa Cardona “San Lorenzo de El Escorial, Monasterio, pueblo, paisaje” de Manuel Rincón o “Los Paisajes de El Escorial” de Carlos Agudo Garrido.

Maricruz me ha pasado gentilmente una singular carpeta, Félix Bernardino y Don Quijote de la Mancha en El Escorial, con ilustraciones de Félix Bernardino Árias y texto de José Ruiz Guirado.

Miguel Ángel Ramos, economista, recomienda “La obra del Escorial” explicada por George Kubler, de la vida del rey en el Monasterio de Jean L´ Hermite, de las pinturas, de las “Reflexiones en torno a una bóveda” de Manuel Rincón Álvarez sobre la bóveda de la Biblioteca, de la Farmacia, de la administración de las obras por los Jerónimos y el padre Villacastín, de los Aparejadores de cantería como Pedro de Tolosa, y de tantas cosas individualmente consideradas, como la labor de Juan Bautista de Toledo y de Juan de Herrera recogidas en “Las estampas y el sumario de El Escorial” por el arquitecto Luis Cervera Vera.

El profesor Juan Manuel Riesgo adquirió en su reciente visita al Real Sitio dos títulos singulares que habrían de sumarse a su rica biblioteca escurialense: “El Escorial. Iconos, imágenes, mito”, de José Luis Abellán y “El Escorial, la magia de un lugar” del profesor de Filosofía José María Calvo.

    El ensayista J.L.Abellán, con casa de veraneo en El Escorial, ha escrito dos libros sobre el Real Sitio: Visión de El Escorial. (Aproximación al mito) (1989) y El Escorial. Iconos, imágenes, mito. (2009).

    J.M. Calvo habla así de su libro sobre El Escorial: “Lugar, donde caminan historia y naturaleza en mágica compenetración, donde escuchas latir corazones de otras vidas. He querido seguir la senda fecundada por nuestra tradición cultural y artística: El Arcipreste de Hita, el Marqués de Santillana; Nuestra edad de oro y de plata de nuestra cultura: Lope de Vega, Quevedo, Góngora, Jovellanos, Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, los poetas del 98, Unamuno, Ortega, la generación del 27, Panero, Rosales, García Nieto, José Luís Abellán, Velázquez o Sorolla. Teófilo Gautier, Alejandro Dumas o E. Hemingway. Todos ellos han dejado su huella en la luz con la que brillas. Ellos han dado su voz a tu silencio. Tengo la osadía de introducirme en esta senda, en una serie de reflexiones henchidas de emociones y pasiones, de agradecimientos y, sobre todo, de amor. No sé si este amor mío es el «amor intellectualis» que colmó la intensa vida del filósofo Baruch Spinoza, o un ensayo de amor intelectual que diría más tarde Ortega, en sus Meditaciones del Quijote”.

    Por mi parte, disfruté la lectura de Felipe de España de Henry Kamen (1997), que algunos no aplauden; Dios, arquitecto. J.B. Villalpando y el tempo de Salomón, catálogo de una exposición en la Biblioteca Nacional en 1991, y en 1994, edición en libro, a cargo de Juan Antonio Ramírez, por la editorial Siruela; !Arre! El Escorial a paso de herradura” (2005), libro utilizado como catálogo de otra exposición en las Reales Caballerizas de San Lorenzo en 2008, con la colaboración, entre otros, del arquitecto Pedro Moleón; Montes del Escorial. Historia de una repoblación (2011), de José Javier Ramírez Altozano; Fray Marcos de Cardona, jardinero de Carlos V y Felipe II en Yuste y El Escorial. Como crítica de arte, recomiendo el libro Felipe II, mecenas de las artes, de Fernando Checa. 

    Los libros de Gregorio Sánchez Meco, cronista de El Escorial bien merecen una lectura. El próximo será presentado en breve, sobre el palacio de La Granjilla de La Fresneda.

Quedan muchos, muchísimos libros, sobre El Escorial y el Real Sitio, pero basten los señalados como bibliografía básica.

Real Monasterio de El Escorial y monte Abantos. Foto Mercedes Marcos