Roberto Alifano en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, octubre 2022 (Foto: Juan Pablo Tejedor. "El Imparcial")
L.M.A.
17/10/22.- Madrid.- Cuando a Rita Hayworth le reprocharon que solo se enamoraba de hombre ricos, ella alegó, que solo se enamoraba de hombres alegres y con buen humor, y no había conocido a ningún hombre pobre que fuera alegre y tuviera sentido del humor. Ella fue una de las conquistas de Macoco, el primer playboy de la saga, cuya vida ha fabulado el escritor argentino Roberto Alifano (Buenos Aires, 1943), en el libro, "Macoco, el primer playboy", publicado por la editorial Renacimiento, que se presentará en la Casa de América en Madrid, el próximo día 26 de octubre.
Descendiente de una de las familias más ricas de la América Hispana, considerado como el primer playboy y el que dio nombre a esa expresión y como el auténtico Gran Gatsby, inspirando a Scott Fitzgerald a crear su famoso personaje, Martín Máximo Pablo de Álzaga Unzué (1901-1982), fue un personaje famoso que supo vivir a lo grande, bien a lo grande. Fue educado en un colegio británico de Londres, cursó luego sus estudios en la Universidad de la Sorbona y fue el precursor del automovilismo deportivo en Europa, ganando en Europa un Gran Prix de Marsella.
Aunque la noche de Buenos Aires empezó siendo su centro juvenil de operaciones; lo fueron luego París, Londres, Nueva York y Beverly Hills. Su leyenda incluye romances con refulgentes estrellas de cine, como Rita Hayworth, Claudette Colbert, Dolores del Río o Ginger Rogers. Entre sus conocidos estaban Onassis, Howard Hughes, Greta Garbo, Al Capone, Perón, Clark Gable, Errol Flynn o Gardel. Corrían los alocados años de la belle époque y Macoco, riquísimo heredero, se mostraba exageradamente pródigo en el modo de gastar su dinero; es tan así que dicen que fue él quien en París motivó la frase de Sacha Guitry: «Il est riche comme un argentin» (es rico como un argentino).
Otros dicen que la «ambición de toda mujer francesa era tener un perrito pequinés y un amante argentino», cuyo modelo era nuestro personaje. Ameno, divertido, lleno de ricas situaciones, la mayoría de las anécdotas han surgido del relato oral y son tramos de las conversaciones que el autor mantuvo con Macoco.
Macoco fue un personaje que refleja, para bien y para mal, la historia de mi país. Creo que es un libro que vale la pena leer. Saludos,
ResponderEliminarRaúl
p.s. Macoco habrá tenido sus defectos... no tan graves como los de los políticos de mi país. Todos los dispendios de Macoco son cinco duros, al lado de lo que malgasta el estado.