sábado, 1 de octubre de 2022

SUSI GARCÍA, barwoman de “Divinamenta”: El arte de los cócteles, en una demostración ante damas

Susy García, barwoman





Julia Sáez-Angulo

Fotos: Tere Taus

1/10/22.- Segovia.- Terminó la carrera de Filología Hispánica, pero su pasión eran los cócteles, por eso se apuntó al Instituto Tecnológico Fuenllana y allí aprendió, entre otras cosas, el arte de los cócteles, con los que disfruta, investiga y sigue haciendo cursos sucesivos. El último on line con Patxi Troitiño de Basque Culinary Center

La barwoman Susi García -Susana García Fernández (Madrid, 1983)- ha llevado a cabo una demostración intensiva de cócteles, ante más de una veintena de damas, procedentes de Madrid, Segovia, Sevilla y Valencia, que siguieron atentas las explicaciones de la barwoman y fueron degustando encantadas las diversas combinaciones de bebidas llevadas a cabo en su presencia.

    (Algunos prefieren llamar bartender o barmaid a la barwoman, pero el "Diccionario Panhispánico de Dudas admite los tres términos. Optamos por el tercero).

Susi García recibió sonriente a las damas, ante una amplia mesa con cocteleras, jarras, vasos, medidas o gusanillos metálicos y otros adminículos, para desplegar su trabajo de agitar o mezclar; cubiteras con sólidos cubos de hielo; detrás: estantes con las bebidas alcohólicas (ron, ginebra, Cointreau, Licor 43, vodka, Amaretto…); zumos, jugos y siropes de lima, arándanos, Ginger Ale…; flores de frisole y frutos desecados (naranjas, limas, limones, pomelos…), tónicas de diversos colores; recipientes con hierbabuena, semillas de cardamomo, bayas de enebro, frutas de la pasión; palos de brocheta, palmeras diminutas, pajas de rayas, negras o azules… Un pequeño alambique de cobre como referencia ornamental…

Frutos secos variados y chuches en diversos recipientes para acompañar la bebida.

A su derecha y carro alto con vasos y copas de cristal de todos los estilos y tallados, desde el vaso tubo a la copa de Dry Martini, copas aflautadas para espumosos y achampanados, copas de balón, copa pilsen…

La barwoman se explica con claridad y algunas damas toman notas de las medidas adecuadas correspondientes a cada cóctel y otras prefieren esperar a saborearlos. Se recuerda los cócteles nacieron en las boticas o farmacias para hacer más bebible o digerible algún medicamento (en la India, los ingleses unían la Ginebra a la quinina para que la quinina entrara mejor, después se inventó el agua tónica,  a la que añadieron quinina, y la unieron a la Ginebra en recuerdo de ese remedio, y así se convirtió en la bebida nacional; se menciona a James Bond, que prefería el Dry Martini “agitado, no mezclado”, dicho con su voz cavernosa; se informa de que los Estados Unidos son el país por excelencia de los cócteles; que en España, los cócteles más castizos son el rebujito y la sangría, también el Agua de Valencia, cuando se le añade alcohol; que el primer ingrediente que va a los hielos es el que impregna más y mejor el sabor del cóctel; que conviene saborear el cóctel bien frío, pero lentamente; que algunos requieren la mano bajo la copa para calentar y unir mejor los ingredientes; que el ron el rey del cóctel; que los ingredientes deben ser siempre naturales a la hora de los zumos y frutas para lograr plenitud de sabor; que hay cócteles temáticos inspirados en un lugar, una persona o un acontecimiento…

    Se habló de sabores, de colores, de cócteles de trago corto o trago largo, de cócteles de verano con o sin alcohol. Se menciona el Daiquiri (en versión corta o larga), la piña colada, el mojito, el San Francisco con granadina entre otros elementos… El número de cócteles es casi infinito.

Desde el Cosmopolitan a base de Cointreau, vodka, sirope de arándanos… hasta el inofensivo San Francisco de frutas varias, todos han pasado por el gaznate de nosotras las damas, hasta que hemos acabado en una nebulosa singular, algunas voces estropajosas y ciertos rostros somnolientos. Pero nadie ha perdido la cabeza, porque somos damas y tenemos “buena copa”.

Susi García nos ha contado al final su última creación: un postre titulado “Me robas el alma”, a base de bizcocho emborrachado de ponche segoviano, licor de flores, café, bola de helado de whisky Dyck- en honor de la cercana destilería segoviana (primer whisky español) y su fundador Nicomedes García-, gelatina de Amaretto… Un postre temático inspirado en Segovia y distintos sitios y personajes del lugar, incluido Molino Viejo.

La barwoman no piensa de momento en escribir un libro sobre cócteles, pero en un futuro, ya se verá. De momento dice: Para mí la coctelería es un momento muy profundo, aunque puede parecer frívolo, porque es un momento de hacer familia, de pasar un buen rato, y porque además es un arte que me encanta. Siempre digo que para mí un cóctel es como un poema: algo pequeño, armonioso, con carácter propio, donde cada ingrediente tiene su razón de ser. También, porque vivimos en un mundo lleno de adicciones, y para mí esto es una manera de mostrar la belleza de beber en compañía. 

Más información

https://www.instagram.com/divinamenta/?hl=es

https://www.instagram.com/p/CNxXAOkjSoh/

Damas a la escucha

Susy García, barwoman

3 comentarios:

  1. Si voy a Segovia me pasaré a tomar un cóctel a Divina Menta, tienen una pinta buenísima.
    Gracias por la informacion queridísima Yuli,leer cada mañana La Mirada Actual es un regalo y el primer placer del día.
    Muchos besos y Feliz Domingo.

    ResponderEliminar
  2. Todo un placer, Julia, muchas gracias por este artículo tan bonito y completo además. ¡¡¡¡Eres una artista!!!!

    ResponderEliminar