Historiador Francisco Pastor y Julia Sáez-Angulo
Julia Sáez-Angulo, periodista
Carmen Valero Espinosa
Fotos: Adriana Zapisek y Mai Pires
28/9/22. Madrid. “Norte de África. Imán de Escritores, pintores y espías”, fue el título de la conferencia impartida en el Ateneo de Madrid por el historiador Francisco Pastor Garrigues y la periodista Julia Sáez-Angulo. El acto fue presentado por Milagros L. Salvador y Henar Hernández, directora y subdirectora respectivamente de la Sección Africanista del Ateneo.
La conferencia se basó en los libros “Historias y personajes del Norte de África”, volúmenes I y II de Julia Sáez-Angulo, que se publicaron por la editorial Espacio Cultura.
El profesor Pastor Garrigues habló del profuso mundo del espionaje que tuvo lugar en el Norte de África durante los siglos XIX y XX fundamentalmente, y en especial durante la II Guerra Mundial en Tánger. Calificó a los espías como patriotas y combatientes a su manera por los países para los que trabajaban, casi siempre los suyos. Y se detuvo de una manera singular en los personajes de Cristóbal Benítez y Fräulein Doktor. También habló de los personajes reales o fabulados llevados al cine como el caso de Edith Maude Hull, autora de la novela “El hijo del Caid”, interpretada por Rodolfo Valentino.
Julia Sáez-Angulo habló de los escritores, principalmente españoles que estuvieron en las llamadas “Guerras de África” o residieron en el continente, así como los pintores orientalistas que dieron su visión costumbrista o preciosista del continente. La conferenciante dijo:
“La Historia con mayúsculas está llena de historias con minúsculas. Los lugares de la tierra también. Son las microhistorias. Los personajes de África y del Norte de África, en particular, han acaparado la atención de los relatos de los dos libros que he escrito: Historia y personajes del Norte de África, volúmenes I y II, editados en los años 2019 y 2021 respectivamente. El segundo lo escribí en buena aparte durante el tiempo de confinamiento por la pandemia. No se ha presentado todavía en ningún foro. En total medio centenar de relatos, microhistorias de unos diez folios de promedio cada uno -hay algunos más cortos- divididos en dos volúmenes e ilustrados con gracia por el pintor Juan Jiménez. Mi deseo fue la divulgación de esas pequeñas historias sucedidas en el norte de África, en su mayoría por protagonistas españoles.
El historiador Francisco Manuel Pastor i Garrigues, de la Universidad de Valencia, escribió un amplio prólogo para ambos libros y yo orquesté la fabulación de los personajes, es decir, ese entrar con imaginación en la mente, el pensamiento, los sentimientos y las palabras de los personajes, para darles vida literaria. En muchos casos, los relatos han sido escritos como reportajes, como periodismo narrativo.
Lo escrito por el historiador Pastor Garrigues responde a lo histórico y lo mío a la narración literaria o periodística, inserta en un período histórico.
Dicho esto, nos repartimos los papeles de esta conferencia “Norte de África. Imán de Escritores, pintores y espías”, de manera que el profesor Pastor hablara de la Historia y los espías, que forman parte de ella, y yo de los personajes fabulados, especialmente los escritores y artistas visuales, principalmente pintores, dentro del movimiento denominado Pintura orientalista.
Cuando hablamos del Norte de África lo hacemos en un sentido amplio, porque hay relatos en otros lugares del continente africano que también se abordan, si bien me concentré fundamentalmente en países como Marruecos, Túnez, Argel o Libia, con algunos títulos que se van al Mediterráneo de Egipto o Turquía, países de fuerte presencia islámica.
Los escritores: Ángel Vázquez Molina con “La vida perra de Juanita Narboni”; Carmen Laforet y Emilio Sanz de Soto (animador de la vida de Tánger en los años 50 y 60), junto a la mención de escritores extranjeros como Paul Bowles y su esposa Jane Bowles (“El cielo protector”) y otros miembros de la Beat Generation como Tennesee Williams, Alen Ginsberg, Truman Capote, Jack Kerouac (“On the road”), Gore Vidal, Djuna Barnes, Williams Burroughs, Cecil Beaton o Gregory Corso… a los que Carmen Laforet y Emilio Sanz de Soto, al igual que Vázquez Molina se unieron o juntaron en el soberbio palacio tangerino de la millonaria Barbara Hutton, junto a otros escritores o periodistas como Eduardo Haro Técglen, Manuel Cerezales, el cineasta italiano Luchino Visconti, el pintor inglés Francis Bacon o el político polifacético Brion Gysin.
En el segundo volumen destacan fundamentalmente la presencia y relato de las guerras de África en la prosa de tres grandes escritores:
Benito Pérez Galdós.- (1843-1920) “Aita tetauen” (1904-05). Y Manuel Ortega Pichardo quiso continuar los “Episodios Nacionales” en la CIAP, con Francisco Camba.
Ramon J. Sender.- (1901-1982) “Imán” (1930)
Arturo Barea.- (1897-1957) “La forja de un rebelde” (1941-44)
A estos escritores hay que añadir:
José Díaz-Fernández (1848-1941), con El blocao (1928), microhistorias -tuvo tres rápidas ediciones- sería otra novela digna de reseñar, porque en siete narraciones da cuenta de la terrible vida de los soldados españoles en África, sobre todo en los blocaos, donde la soledad y el encierro anulaba al ser humano, deprimía la psique o volvía locos a los hombres. Los blocaos eran como ataúdes con seres vivos.
Carmen Laforet (1921-2004) es la única mujer española, escritora, que se cita en el libro. Su presencia en Marruecos junto a Emilio Sanz de Soto, le dejó unas vivencias y recuerdos, que ella tomará después para algunos de sus escritos. Sanz de Solo cuenta: "Al decir de Jane Bowles, Carmen Laforet tenía el encanto irreal de las hadas, y la verdad real de una niña tímida. En cierta ocasión fui invitado a no recuerdo qué festejo, eso sí, bastante sofisticado, y avisé que llevaría a una amiga. Carmen Laforet se resistía a ir pues decía que no tenía nada que ponerse para asistir a una fiesta en plan elegante. Cuando finalmente fui a recogerla quedé más que sorprendido al verla con una chilaba-sulján blanca, con sus sandalias de playa pintadas de plata, sin maquillaje, con su peinado de siempre, revoloteando al viento". Cecil Beaton, célebre fotógrafo de las estrellas de cine y modelos de pasarela, la fotografió al verla y siempre ha expuesto esa fotografía de la escritora Carmen Laforet en Tánger, porque su belleza era sutil y elegante.
Carmen Laforet, autora de la premiada novela “Nada”, vivió en Tánger, ciudad internacional, desde que llegó en septiembre de 1959 hasta 1962. Su marido, el periodista Manuel Cerezales era director del periódico “España” en Tánger. Retrato reciente en el Ateneo.
Ángel Vázquez Molina (1929-1980), también en Tánger, era hijo de “Mariquita la sombrerera”, por cuya tienda iban numerosas mujeres judías que hablaban la haquetía, una variedad del ladino sefardita. Su obra más importante fue “La perra vida de Juanita Narboni”, que fue llevada al cine. Un escritor bohemio y maldito, cuyo entierro fue pagado por José Manuel Lara, presidente de la editorial Planeta.
Los escritores Gaspar Núñez de Arce en sus “Recuerdos de la campaña de África”, (1860), o Pedro Antonio de Alarcón con “Diario de un testigo de la guerra de África” (1859), tienen una visión más romántica y cercana a la visión patriótica española, de exaltación oficialista.
Pintores orientalistas
Algunos pintores orientalistas franceses, célebres, fueron: Ingres (1780–1867), Delacroix (1798–1863); Chassériau (1819–1856); Fromentin (1820–1876); Gerome (1824–1904) …
En España el principal ejemplo fue Mariano Fortuny (1838-1874), que viajó a Marruecos (Tetuán y Tánger) donde quedó prendado del pintoresquismo local. Temas marroquíes fueron igualmente tratados por Josep Tapiró en Tánger (1836–1913) y Mariano Bertuchi en Tánger (1884-1955). Este último sí hizo ilustraciones sobre la guerra de los españoles en África. Campañas del ejército y dio buena cuenta de ellas en publicaciones como La Ilustración Española y Americana.
Además de los orientalistas están: José Ortiz Echagüe (1886-1980). Ingeniero militar en el campo de la aviación y automovilismo, piloto y fotógrafo español realista y “pictorialista”. Fundador de C.A.S.A. La serie fotográfica de Marruecos fue realizada durante su estancia entre 1909 y 1916 como ingeniero militar en el Protectorado. Pero su serie costumbrista sobre tipos y trajes de Marruecos es toda una lección de antropología.
Su hermano, Antonio Ortiz Echagüe, fue pintor. hizo un viaje a Marruecos y se instaló en la ciudad de Fez por espacio de dos años, pintando a los vendedores del zoco, las mujeres bereberes o las africanas de Senegal. "Mujeres azules de Tafilet", "El mendigo ciego", "La vendedora de pan", "Tres senegalesas", "Chico con calabaza" fueron expuestos en Fez y Rabat y por ellos se le concedió la Medalla Alauita. De vuelta al continente europeo, realizó varias exposiciones con las obras marroquíes en Madrid y París.
Merién Mezián (1930-2009), propietaria de la Galería del Louvre en Madrid y después en el Paseo Pintor Rosales. Su sueño era un museo monográfico en Rabat con todos sus cuadros en los que reflejaba sobre todo a la mujer marroquí, árabe, beréber o judía, con su rica indumentaria de trajes y joyas. El museo, inexplicablemente no se llevó a cabo por su familia.
Claudio Bravo (Chile 1936 – Taroudant. Marruecos, 2011), creó varios museos de artesanía marroquí, hizo donaciones de bustos griegos y romanos a la gliptoteca del Museo del Prado y murió cuando preparaba un museo monográfico con su obra en la Comunidad de Madrid.
Cineastas: Humphrey Bogart e Ingrid Bergman junto al director de “Casablanca”, Michael Curtiz en un relato dedicado a ellos, y Orson Welles en Mogador/Essaouira, igualmente en Marruecos”.
La conferenciante hizo un breve comentario de cada uno de los escritores y pintores citados:
“Recordemos que el pasado año, 2021 se conmemoró el Desastre de Annual, sin batalla alguna, una tragedia en desbandada por mala dirección, un acontecimiento histórico en el Norte de Marruecos en 1921, que se llevó por delante la vida de unos ocho mil hombres, entre soldados y oficiales españoles, y dejó muertos a otros cinco mil del bando contrario, el marroquí", añadió.
Guerras de África:
-1869-1860. Terminó con el tratado de Wad-Ras, después de la batalla del mismo nombre ganada por España, que obligó al sultán a pedir la paz a Isabel II de España.
-1893-1894. Guerra de Melilla o “Guerra de Margallo”, cuando el Gobernador español permitió una construcción cerca de la tumba de una persona santa.
-1909 Con los cabileños por las prospecciones mineras españolas en el Rif, con intereses del político en el Gobierno, conde de Romanones.
-1921- Guerra del Rif, propiamente dicha, que comenzó con el Desastre de Annual.
-1925.- Desembarco de Alhucemas
-1957-58 Guerra de Ifni, de la que hay un relato en el libro sobre un soldado español en esta guerra, que confió hacer la mili en África, como quien va a un paseo militar, y se encontró con un conflicto armado entre España y Marruecos que apenas duró un año. No hubo un acuerdo definitivo hasta el tratado de Fez en 1969, cuando la presencia española se fue del territorio de Ifni.
-2002. Incidente de la Isla de Perejil, primer conflicto del s. XXI
Recordemos que el Protectorado Español de Marruecos fue en 1912-1956.
"El recelo de muchos españoles ante “el moro”, viene, en mi opinión, de estas guerras de África, conocidas popularmente como “guerras contra el moro”, en las que cayeron de. manera cruel y sangrienta muchos soldados españoles, verdadera “carne de cañón”, más que de la antigua expulsión de los árabes y moriscos en 1492 y 1614 respectivamente”, concluyó la conferenciante.
Más información
https://www.larazon.es/cultura/20210823/xdivuamrf5ehbareihtiux4oty.html
https://elfarodemelilla.es/marruecos-reactivara-la-explotacion-de-minas-del-rif/
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