Dolores Gallardo presenta a la Dra. González Serrano
Julia Sáez-Angulo
Fotos: Peter Wall y Adriana Zapisek
26/3/23.- Madrid.- La profesora Pilar González Serrano, arqueóloga, titular de la Universidad Complutense de 1958 y 2005, ha impartido una conferencia sobre "La diosa Cibeles, de Frígia a Madrid. Génesis y evolución iconográfica de la diosa" en la Tertulia Ilustrada. La conferenciante, autora del libro “La Cibeles, nuestra Señora de Madrid” (1987), premiado por el Ayuntamiento, fue presentada por la profesora M. Dolores Gallardo, quien destacó la brillante trayectoria profesional universitaria e investigadora de González Serrano.
La Tertulia Ilustrada está presidida por María Eugenia Martínez y dirigida por Julia Sáez-Angulo.
La representación de Cibeles más reciente se caracteriza fundamentalmente por su corona torreada, los tímpanos (panderetas) y los leones machos mirando cada uno a un lado, para que no tenga relación alguna, ya que son la metamorfosis de los amantes Hipómenes y Atalanta, como castigo de la diosa, por haber copulado junto a su santuario. A la diosa Cibeles se le ofrecían sacrificios de toros y se representan los testículos del animal, como símbolo de la fecundidad, al tiempo que los sacerdotes de sus templos estaban emasculados en Frigia, no así en Grecia y Roma. “Es una diosa que se hizo ciudadana, muy vengativa, que siempre gana en sus disputas con los dioses”, señaló la conferenciante.
Pilar González Serrano (Madrid, 1935) comenzó diciendo que la primera representación de la diosa Cibeles fue un aerolito, una piedra negra, a la que se veneraba en Frígia (aerolito similar al que se venera en la Meca musulmana, que Mahoma respetó en la Kaaba). Su culto se fue extendiendo por todo el Mediterráneo, particularmente por Grecia, donde se la identificó con la diosa Rea (la Hélade tuvo tres generaciones de dioses) y fue tomando forma antropomórfica en su prolífica representación como diosa madre de todos los dioses. Roma acogió igualmente el culto a la diosa Cibeles y su iconografía se multiplicó notoriamente, y con frecuencia junto a un betilo o columna.
A Madrid llegó con el buen rey Carlos III en el siglo XVIII, quien encargó a José de Hermosilla, primero y, después, a Ventura Rodriguez a llevar a cabo el trazado de la fuente de la Cibeles en Madrid, junto a las de Apolo y Océano a lo largo del Paseo del Prado. Pilar G. Serrano señaló que la estatua de Neptuno en Madrid no es de tal dios, sino de Océano, ya que, además del tridente, propio de los dioses del mar, lleva una serpiente en la mano, atributo claro del dios Océano.
La diosa Cibeles en Madrid es de mármol y de gran belleza, señaló la conferenciante, cuenta con pupilas horadadas -algo que se hizo a partir de los Antoninos- en principio no estuvo en el centro de la plaza madrileña, sino en uno de los lados. En su bella estatua, esculpida por Francisco Gutiérrez (Montesclaros, Toledo), un artista que residió en Roma. Lleva en sus manos cetro y llave, no de Madrid, como se dice, sino de las cuatro estaciones del año.
Los leones los hizo Roberto de Michel (1720-1786), y más adelante se le añadieron los amorcillos, detrás de la carreta, obra de Miguel Ángel Troiles y Antonio Parera, que se inspiró en un cuadro de Jan Brueghel en el Museo del Prado, que incorpora amorcillos a su iconografía. Las ruedas de la carreta en la Cibeles madrileña, llevan flores abiertas en sus radios.
Junto a la diosa Cibeles está la pequeña figura de Atis, el joven conductor de la carreta de leones, del que se enamoró la diosa, pero al serle infiel con una ninfa, lo volvió loco y se emasculó a sí mismo. De su sangre en la tierra, brotaron las violetas. Su simbolo fue siempre un pino erguido.
Pilar, Julia y María Eugenia
Pilar González Serrano junto a Rogelio Sánchez Molero
Estela Elmquist
ResponderEliminarExcelente ! hoy aprendí mucho más sobre la Diosa Cibeles.Gracias
Me ha gustado mucho la entrada sobre Cibeles. Que acopio de cultura vamos incorporando gracias a La Mirada Actual.
ResponderEliminarEmilio Porta
¡Qué gran recuerdo de un ícono de Madrid! Hipómenes y Atalanta, transformados, son los leones que tiran del carro de la diosa frigia. ¡Qué bueno también ver en las fotos a apreciados amigos!
ResponderEliminarMadrid, cada día más bonita. Saludos,
Raúl