Julia Sáez-Angulo
Fotos: J. Sáez
24/8/23 .- El Escorial.- El compositor musical maestro Alonso dejó 250 obras entre zarzuelas, sainetes líricos, canciones, revistas, himnos y pasodobles, bandas sonoras para películas, obras sinfónicas, para piano y ballet, comedias musicales y cuplés. Su hija menor Carmen Alonso de la Joya habita el carmen "granadino", que el compositor se hizo construir en 1932, por el arquitecto Joaquín Otamendi en la ladera del monte Abantos, y el Maestro denominó “El Carmen”. La casa cuenta con una placa, que recuerda al músico y la calle -antes sin apelación- lleva el nombre del mismo: Maestro Alonso. En el municipio, hay una Escuela de Música y Danza con el nombre de Maestro Alonso.
En “El Carmen”, el compositor granadino compuso las obras de su última etapa. El Maestro Francisco Alonso López (1887-1948) obtuvo grandes triunfos con obras como La Calesera, La Parranda, La Linda Tapada, la Zapaterita… Y en él sostuvo tertulias frecuentes con escritores con los Hermanos Álvarez Quintero -que también tenían casa en el Real Sitio-, Jacinto Benavente -con casa en el cercano Galapagar-, Armando Palacio Valdés, y muchos otros, pues el Maestro era acogedor, cordial y simpático, como lo recordaban los vecinos de San Lorenzo, que pagaron con suscripción popular la placa conmemorativa de la entrada a la casa y que descubrió su hija Carmen a los 10 años en 1948. "Yo iba como una niña de luto, de negro hasta los calcetines. Era lo que se estilaba entonces, máxime siendo andaluces como era la familia".
José Antonio Vara, ex concejal de Cultura de San Lorenzo, es quien me conduce y presenta a Carmen Alonso (1938), que nos recibe en la amplia terraza, a modo de gran porche que tiene la casa y reserva para el final el alto torreón, donde su padre componía las zarzuelas y demás géneros musicales. Desde allí, se ve espléndido el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, los montes Tres Ermitaños y buena parte del pueblo, en medio de un tejido de árboles y, hoy, con cierta calima.
La hija menor del maestro Alonso conoció a su padre hasta los diez años, en que él falleció con 61, explica Carmen, que se declara lorentina/gurriata, porque nació en el Real Sitio. Al aire de cierta brisa del monte, vamos recordando la figura y la obra del maestro Alonso, del que asegura hay una buena biografía escrita por Celsa Alonso, catedrática de la Universidad de Oviedo, con el título de Francisco Alonso: otra cara de la modernidad (2014), publicada por el Instituto Complutense de Ciencias Musicales.
“Otamendi se resistía a diseñar una casa andaluza en El Escorial, pero mis padres andaluces, lo convencieron”, cuenta Carmen. A la entrada de la casa hay un patio andaluz con fuente y surtidor en el suelo, y zócalos de azulejos con los escudos de las regiones de España. "Lo que sí tenemos es un estupendo comedor estilo vasco en la casa, que adquirimos, porque íbamos por Fuenterrabía".
“Su gran piano Bechstein lo donamos, junto a partituras y otros objetos musicales, al Museo Casa de los Tiros de Granada, pero conservamos su piano/pianola de los primeros años”, cuenta Carmen. En el torreón de la casa se conservan todavía diversos recuerdos del compositor, así como la Medalla de Hijo Adoptivo, del Ayuntamiento lorentino. “Mi madre y yo íbamos al Rastro con frecuencia buscando, para adquirir, los viejos discos de pizarra de mi padre. Era fundamental conservar las obras grabadas”.
"Mi madre -que era la clásica señorita andaluza, que no salía sola a la calle- logró que se representara "La Rumbosa", situada en tiempos de Isabel II, con letra de Fernandez de Sevilla y Pilar Millán Astray, a la que recuerdo en nuestra casa".
Para la hija, la música del Maestro Alonso es singular “por la modernidad que aporta -él escuchaba a todas las buenas orquestas posibles. Un productor de cine americano que vino a trabajar a España lo catalogó como el Gershwin español. Mi padre quería que la gente saliera del teatro cantando y lo lograba. Era un hombre con gran inspiración y gracia. La comedia musical, situada en los años 40 es una de las características del trabajo de mi padre”, cuenta Carmen. "A él le gustaba trabajar sobre todo con los letristas Emilio González del Castillo, y Luis Fernández Ardavín". Del pintor Cesar F. Ardavín cuelga un cartel en la pared del torreón
"Hay canciones como el chotis “Pichi” o el zorcico “Maitechu mía” muy populares, que muchos no saben que son del Maestro Alonso. “Maitechu” nació de un reto del alcalde de Zarauz a mi padre, cuando le dijo que había compuesto canciones madrileñas, andaluzas, murcianas…, pero no vascas. En poco tiempo compuso la música para Maitechu”.
“En Argentina reclamaron a mi padre para que se fuera allí por un tiempo, pero él no quiso, pues debía hacerlo solo, tenía cinco niños y yo era una bebé”, cuenta Carmen. Él había compuesto la zarzuela “Manolita Rosas” (1941), sobre la hija del libertador argentino Juan Manuel Rosas, con canciones como «Manuelita Rosas, la bella pampera» o “Manuelita, bella rosa de Palermo”. De Medellín acaban de pedirme autorización para interpretar el Canto a la Pampa, final del segundo acto".
Sobre El Escorial no compuso nada, le digo. “No tuvo tiempo. Siempre andaba con tres o cuatro obras para entregar o estrenar. Él murió de infarto pronto, a los 61 años y pudo haber escrito muchas más obras. Para San Lorenzo de El Escorial compuso por encargo del párroco del santuario de la Virgen de Gracia, don Teodosio Martínez Pardo, el himno a la patrona local, que se sigue entonando. Fue un compositor trabajador y prolífico”.
“El Carmen” de la ladera del monte Abantos ha alojado recientemente a 15 nietos de Carmen Alonso, quien tuvo cinco hijos, como su padre el Maestro. La casa andaluza es grande y hay sitio para todos. El jardín la envuelve con coníferas magníficas y, desde su torreón, se sigue viendo el Real Monasterio de El Escorial, una de las maravillas del mundo, ideada por Felipe II.
Más información
https://www.maestroalonso.com/
Carmen Alonso de la Joya
Porque qué no se le hace de nuevo un homenaje al maestro Alonso? Creo que el haber tenido S. Lorenzo un personaje tan importante como vecino se le debe hacer un homenaje para que las nuevas generaciones que viven aquí lo sepan y que su familia sigue estando con nosotros.
ResponderEliminarLola Jabato Gil: Q bella semblanza para una gran figura!!!, muchas gracias, como siempre, certera y magnífica,
ResponderEliminarCharo Galván:
ResponderEliminarQué interesante!!! Gracias.
Dionisio Redondo Zabala : Magnífico artículo, querida Julia, y saludos a José Antonio Vara.
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ResponderEliminarCristina Alberdi: Gracias que buen reportaje.Yo he estado mas de una vez en el Carmen y lo describes de maravilla.
Chapeau Yuli ,gracias por tus crónicas ,nos entretienen,nos ilustran y nos refrescan el verano.En lo tuyo eres buenísima.
ResponderEliminarSaludos desde la Costa del Sol.
El más madrileño de los granadinos! Un portento, un ser adorable, talentoso al que admiro desde pequeña cuando mis padres, Olga Ramos y Enrique Ramírez de Gamboa "El Cipri" junto a su orquesta, interpretaban sus zarzuelas, revistas y cuplés. Ahora nunca faltan en mi espectáculo La Lola, Las taquimecas o Sus picaros ojos. Tengo el privilegio de ser amiga de Carmen Alonso que con tanto amor mantiene vivo el recuerdo de su padre el maestro
ResponderEliminarAlonso.
Magnifico reportaje.
Preciosa la entrevista
ResponderEliminarEmocionante el recuerdo al Maestro
El Carmen" un monumento a su música viva siempre entre sus muros.
Los recuerdos de Carmen, su hija, un tesoro para quienes la queremos tanto.
Francisco Alonso Gloria de España.