Exposición: JORDY KERWICK “Rituales de la diosa” en el Museo Thyssen-Bornemisza

Exposición: JORDY KERWICK “Rituales de la diosa”

Planta Primera Sala de Exposiciones Museo Nacional Thyssen –Bornemisza

Paseo de la Castellana,8

Del 22 de septiembre de 2023  al 15 de Enero de  2024

    Mayca NÖIS

    14/12/2023.- Se trata de un autor emergente  y prometedor en la nueva pintura el australiano Jordy Kerwick (Melbourne 1982) . La exposición entra en la programación que el Museo dedica a la colección de Blanca y Borja Thyssen Bornemisza. 

Este australiano de 41 años ha realizado el camino inverso a Gauguin, pasando de Oceanía al Sur de Francia a través de medio mundo para instalarse en Albi. La ciudad de los cátaros y de Toulouse-Lautrec que es donde en la actualidad reside y permanece con su mujer, también pintora (antes que él), y sus dos hijos. Y desde donde expande sus conexiones y redes con mayor amplitud con artistas y galeristas de todo el mundo

Antes de obsesionarse con la pintura realizó diversos trabajos y fue al publicar a través de su  cuenta de Instagram el 1 de febrero de 2016 uno de sus primeros cuadros consistente en un jarrón de flores esquemáticas y un cigarrillo humeante donde se apreció su intuición decorativa que iba a caracterizar su pintura tan llena de energía

 Es uno más de lo nuevos artistas que recurrieron a las redes de sociales para compartir su trabajo desde donde vendió su primera obra por Instagram en 2016 hasta 2022 que irrumpió en las casas de subastas de Londres y Nueva York.

Así en sus primero años primero con naturalezas muertas en tonos suaves que se fueron haciendo coloristas se fueron añadiendo animales y seres fantásticos. Por lo que su obra más reciente se ha ido convirtiendo en composiciones más complejas y muy narrativas con la aportación de mitologías a las que se les une, en ocasiones, una divinidad femenina.

La ocasión de esta exhibición está compuesta por 11 piezas de los años 2022-23, desde lienzos de gran formato a piezas más pequeñas en papel. Las piezas son con gran color y vibración en variada profusión de técnicas desde pinturas en spray a acrílicos pasando por rotuladores o pastel al óleo.

Tener en cuenta la raudaz ascensión del pintor que comenzó hace siete años y que sus trabajos ya han podido verse en ciudades como: Paris, Londes,Berlin, Nueva York, Los Angeles, Tokio, Hong-Konmg,Sidney y que sus obras forman parte de coleccione

s nacionales como la del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, que adquirió el año pasado una obra suya. Así como en colecciones internacionales de Estados Unidos  y Japón

Guillermo Solana director artístico del Museo y comisario de la exposición ha explicitado  que es un pintor autodidacta y que “ Kerwick comenzó a pintar apenas hace siete años, animado por su esposa Ces,  pintora con formación académica,  por lo que esta muestra supone el debut del pintor en un museo. Su biografía es comparable a la de los grandes pintores como Paul Guguin o Vincent Van Gogh. Hizo muchas cosas y fracasó en varios trabajos, pero esas pinceladas de fracaso le llevaron a una obsesión por la pintura. Es esta, su pintura más reciente , en la que ha forjado una iconografia muy original que conecta con culturas remotas”

El propio Kerwick lo asevera “esta obra ha surgido del amor y la necesidad. El amor que siento hacia mi mujer e hijos y a la necesidad de crear algo que sea más interesante que yo mismo”

 Los temas son determinativos para su discurso pictórico-narrativo así “Este amor moderno” y “La Musa” (ambas del 2023) –entre el fovismo y Matisse. Las escenas de interiores se fueron viendo “invadidas” por una cobra, tigres camuflados, los paisajes selváticos con leones y lobos. Otros con unicornios (casi siempre con dos cabezas), un cocodrilo alado, un dragón…..

Y así se fueron camuflando en las escenas en que la cobra hacia de jarrón o lámpara y el tigre de alfombra. Kerwik ha confesado su fascinación por Matisse por sus cuadros de interior tan llenos de objetos y esculturas. 

Su bestiario incluye algunos homenajes a las fieras del pasado   adentrándose en la dosificación particular en los actores principales tocados de plumas y sombreros de cowboy, alas de ave, o de murciélago, o mascaras que recuerdan las calabazas de Halloween en temáticas que se trasmiten con superposición de capas pintadas con spray de grafiti hasta pinturas extraidas del tubo con “gusanos”.

Un tema recurrente desde su primera exposición en la Galeria Cadet Capela (2021) es la bicefalia en los animales que pinta quizás por la coexistencia de dos principios o impulsos: bien-mal, vida-muerte, luz-oscuridad. En los antiguos frescos egipcios o tapices tibetanos se puede encontrar una analogía de inspiración. Lo  que nos traslada a culturas remotas.

Aunque el propio autor los ha centrado más cerca al contemplar los juegos de sus hijos  con monstruos y mascaras y al trasladarlos al lienzo los convierte en protectores de miedos pueriles.

Significativa su recreación  en “La Musa” ,la diva, con su melena azul, tacones y mano de cobra echada sobre dos alfombras estampadas, jarrones decorados, lámparas, cuadros, libros ,vegetación de sanseverias, y que está siendo adorada por dos pequeños en actitud orante ante ella. Mientras que en “Jules y sus amigos” es una diosa radiante bicefala, cardada y coronada como la estatua de la libertad. Con un temible dragón entre las piernas y reina en el paisaje del arco iris y recibe el homenaje de un bípedo bicéfalo de largas uñas atigrado.

Es un recorrido  que el espectador ha de sujetar en una planificación, tramo a tramo, deteniéndose en la valoración de la figuración y de la técnica que conducen a un logro persuasivo y percutivo que hace trasladar a la imaginación a lugares que quizás sean los más estimulantes para entrar o salir de conceptos y narraciones ya muy conocidas.