L.M. A.
25 de febrero de 2024 - La Excma. Sra. D.ª Elena E. Rodríguez Díaz ha ingresado este domingo 25 de febrero en la Real Academia de la Historia, para cubrir la vacante de la medalla nº. 12 producida por el fallecimiento de don Carlos Seco Serrano. La candidatura de doña Elena E. Rodríguez Díaz fue presentada por los académicos don Luis Agustín García Moreno, doña María Jesús Viguera Molins y don Enrique Moradiellos García. La nueva académica fue elegida el 30 de junio de 2023.
El discurso que ha leído lleva por título CODICOLOGÍA Y PALEOGRAFÍA TOLEDANAS. LAS COPIAS DEL DE VIRGINITATE DE SAN ILDEFONSO HASTA EL 1200. En nombre de la Corporación ha sido contestada por doña María Jesús Viguera Molins.
RESUMEN DEL DISCURSO DE INGRESO: CODICOLOGÍA Y PALEOGRAFÍA TOLEDANAS. LAS COPIAS DEL DE VIRGINITATE DE SAN ILDEFONSO HASTA EL 1200
Seis códices en caracteres latinos copiados entre el siglo X y los inicios del XIII con la obra de san Ildefonso, titulada Libellus de virginitate Sanctae Mariae contra tres infideles, sirven de hilo conductor para analizar la producción manuscrita toledana a través de la perspectiva que proporcionan la materialidad y la escritura de los libros, que son por este motivo una fuente para el historiador. Este marco cronológico conduce a dos ambientes muy interesantes en la historia cultural de la ciudad: el mundo de los cristianos que vivieron bajo dominio islámico y la época inmediatamente posterior a la conquista de 1085, cuando Toledo se convirtió en la ciudad castellana con mayor actividad de copia de libros.
Los dos manuscritos más antiguos se copiaron en escritura visigótica. Para valorarlos fue preciso revisar las dataciones tradicionales con los siguientes resultados principales: se confirman hipótesis previas al fechar el Misticus de la Biblioteca Nacional de España a mediados del siglo XIII; se refutan planteamientos que no resisten la crítica actual, porque no todos los textos litúrgicos en grafía visigótica, que proceden o se conservan en Toledo, son posteriores a la conquista cristiana; se evidencia que los códices verdaderamente tardíos no fueron capaces de ocultar los cambios técnicos de los siglos XII y XIII; se comprueba que varios rasgos morfológicos de carácter paleográfico considerados modernos son, en realidad, especificidades de la variante gráfica mozárabe, utilizados incluso en fuentes epigráficas de dicha procedencia desde el último cuarto del siglo IX; se atestigua el mismo comportamiento en el norte y en el sur en la distinción gráfica del ti/tj; se constata que los volúmenes tardíos conocen dicha diferenciación o yerran en su uso; se proporcionan nuevas referencias ante y post quem para reubicar en el tiempo los ejemplares de rito hispano; se advierte de la existencia de un proceso de actualización y reutilización de antiguos manuscritos en la segunda mitad del siglo XII, en el contexto de los mozárabes emigrados o deportados de al-Ándalus.
El tercer códice es un suntuoso volumen, de discutida atribución, copiado en San Pedro de Cluny a principios del siglo XII y enviado a Toledo. No parece haber sido un ejemplar conmemorativo de la reconquista de la ciudad, como se llegó a proponer, aunque sirvió de modelo para otro códice de alto valor simbólico destinado, con mucha probabilidad, a la capilla de san Ildefonso en el proyecto inicial de Rodrigo Jiménez de Rada para el ábside de la catedral gótica. Los restantes manuscritos se engarzan con el anteriormente mencionado, así como con el llamado Beato de Las Huelgas, que pudo pertenecer a un miembro femenino de la monarquía castellana y que descuella por su estructura codicológica toledana, lo que ratifica las teorías al respecto de algunos historiadores del arte. Los volúmenes copiados en escritura gótica primitiva también están relacionados con el pintor conocido como “el maestro de Toledo”, responsable de los frescos del Cristo de la Luz y de la obra más antigua de la iglesia de San Román, cuya actividad puede fecharse, gracias a estos libros, entre 1220 y 1238.
Al estudiar de forma diacrónica y comparada los códices latinos, antiquiores y recentiores, con sus contemporáneos europeos y con los árabes y hebreos, se evidencia una simbiosis material que se manifiesta en manuscritos de diversos contenidos. Esta interculturalidad queda determinada por la persistencia entre los cristianos de la tradición tardorromana, a través del tamiz medieval, y por la verificación de procedimientos enraizados o difundidos por el libro árabe, junto a otros de origen local y los que se desarrollaron en paralelo a las corrientes internacionales, sin que exista en Toledo retraso alguno en la aceptación de las innovaciones ultrapirenaicas que terminarán conformando la fisonomía del libro del siglo XIII.
Elena E. Rodríguez Díaz (Madrid, 1961)
Elena E. Rodríguez Díaz, licenciada en Geografía e Historia (1984) con Premio Extraordinario y doctora en Historia (1989) por la Universidad de Oviedo, es catedrática de Ciencias y Técnicas Historiográficas en la Universidad de Huelva y con anterioridad fue profesora Titular en la Universidad de Sevilla. Ha sido elegida miembro del prestigioso Comité international de paléographie latine (2019) y presidenta de la Sociedad Española de Ciencias y Técnicas Historiográficas (2021). Directora de departamento y coordinadora de programas de doctorado, miembro de 13 proyectos de ámbito nacional e internacional, así como profesora invitada y conferenciante en numerosas universidades y centros de investigación de España, Europa y América.
Especialista en Codicología y Paleografía latinas, así como en Diplomática. Ha dedicado mayor atención al conocimiento diacrónico de los códices medievales españoles. Entre sus numerosas publicaciones nacionales e internacionales destacan trabajos sobre la comprensión y evolución de las técnicas de fabricación de libros, concebidos como objetos históricos de carácter práctico, simbólico y representativo; sobre el artesanado y sus producciones locales (Oviedo, Sevilla, Salamanca, Guadalupe, Toledo); contextos socioculturales (códices universitarios, eclesiásticos, nobiliarios, mozárabes, alfonsíes, humanísticos); funciones y contenidos (cartularios, libros sacramentales, forales, litúrgicos, científicos, etc); tipos gráficos (romano, carolino, gótico y humanístico); manuscritos autógrafos, entre ellos el primer estudio paleográfico de las escrituras gótica y humanística de Antonio de Nebrija. Ha cultivado también el análisis histórico y crítico de documentos de la Edad Media y de la Edad Moderna.
Querida Julia: enhorabuena por esta reseña tan exacta y magnífica del discurso de ingreso de una gran estudiosa. Muchas gracias y abrazos, Jaime Siles
ResponderEliminarTriste noticia. D.e.p.
ResponderEliminarLoas a la Doctora y a quienes con su conocimiento ilustran la grandeza de España. Nuevos saludos,
ResponderEliminarRaúl