Plaza Mayor de Madrid y escenario de chtis y bailes junto a la Casa de la Panadería
Julia Sáez-Angulo
15/5/24 .- Madrid .- Me horrorizan las masas y multitudes, pero ¿quién le dice no a una invitación de María Eugenia Martínez, presidenta de la Tertulia Ilustrada?, que presume de ser madrileña de familia de más de 400 años en Madrid, por todos los costados y apellidos, lo que le hace sentirse con más pedigrí que la Casa de Alba. “Soy gata, gata”, dice ella enfáticamente.
Tenía reservada una mesa en una terraza frente al gran escenario que ha instalado el Ayuntamiento en la gran Plaza Mayor y yo, después de atravesar ríos de castizos y chulapas, además de cientos de guiris de toda procedencia, me la encontré a M. Eugenia vestida de madrileña típica con traje blanco bordado bien marcado al cuerpo, pañuelo sobre clavel reventón y precioso mantón de Manila bordado en flores blancas sobre fondo negro.
Ahí no quedó la cosa. M. Eugenia sacó una bolsa con otro pañuelo blanco, otro clavel rojo y otro mantón, para que yo me revistiera a tono con ella y media multitud castiza, que posaba con gusto para los turistas.
¿Como negarse a travestirme de aquella guisa? Así lo hice gentilmente y juro que nos hicieron fotos, en las que yo me veo ahora con el pañuelo ancho y mal anudado que parezco una, entre guiri y campesina ibicenca, más que una madrileña de chotis, como mi amiga.
El escenario quedaba algo bajo y la gente y los turistas estaban de pie mirando, así que veíamos mejor los chotis, jotas madrileñas y el baile del manteado en el escenario, a través de la gran pantalla lateral al mismo. Mientras comíamos boquerones adobados y chopitos con vino y cerveza respectivamente. “¡Mira, mira, cuánta gente joven se viste de chulapos y no solo los mayores!”, me señalaba M. Eugenia entusiasta. Doy fe y saque algunas fotos de sus bonitas siluetas de espalda.
“Ayer vine con mi hija Nuria (Martí) y con Carmen Lastra, y un grupo de antitaurinos nos dio la murga vociferante, impidiéndonos escuchar los chotis y jotas madrileñas. Eran tan agresivos su chillos y gritos, que mi hija se acercó cordialmente a decirles que se alejaran, pero ¡ni caso!, así que me alegro de que mi nieto, que ya es mayor de edad, vaya mañana a ver los toros, porque él ha salido taurino. ¡Qué cruz con esos intolerantes!”, comentaba mi amiga.
Como M. Eugenia es experta en Madrileñismo, le explicó concienzudamente a un matrimonio colombiano, cómo y por qué de todos los elementos del traje de chulapa, de cómo se baila el chotis -no se privaba de levantarse y sonar pitos-… Los hispanoamericanos se fueron felices con la teórica y sacaron fotos a los castizos por doquier.
“En mi barrio de Moncloa y en el de Chamberí, ayer, no quedaba ni un solo mantón, pañuelo de cabeza, ni clavel, en ninguna tienda, incluidos los chinos”, me cuenta M. Eugenia.
“He visto un mantón de Manila precioso en una subasta, es de seda gorda natural maravillosa y exquisitamente bordado de flores. Me he puesto un tope para pujar por él”, me contó también Eugenia, que subrayaba aquellos mantones más vistosos que pasaban de cerca, mientras algunos flecos que otros acariciaban los boquerones, cuando ella se levantaba o movía.
M. Eugenia, doctora en Farmacia por la Universidad Complutense de Madrid, quiere escribir la historia de su larga familia madrileña, en sus últimas generaciones procedentes de Villaverde Alto, donde tenían extensos terrenos, muchos de los cuales fueron vendiendo, ante el reclamo inmobiliario de la capital de España. La célebre droguería, junto a la Posada del Peine, que todavía permanece abierta, es también de su familia. Resultaría interesante esa historia, pero me parece a mí, que va para largo.
Entre tanto, me llega un whatsapp de la actriz y conferenciante Carmen Zafra, que dio recientemente sendas conferencias sobre mantones de Manila, mantillas, peinetas, broches, alfileres y demás adminículos de la vestimenta tradicional y/o castiza, en la Matritense y en el Real Casino de Madrid. Dios las crías y todas nos juntamos.
“Ayer estuve con Mai Pire, en el concierto que organizó CRIS -Cancer Research & Innovation in Science- en el Auditorio Nacional, sobre música madrileña, a base de chotis y otros géneros, donde cantaba la soprano Ainhoa Arteta, ataviada con un mantón de Manila espectacular. Me emocioné tanto que me temblaron los labios y lloré ante tanta belleza de música y canto madrileño”, sigue contando. M. Eugenia, que está locuaz como nunca.
Los bailes y música del escenario terminaron, a las dos de la tarde, con la Jota de Lavapiés. No vimos al alcalde de Madrid y su reciente esposa, seguramente porque no vino. M. Eugenia me contó que se ha apuntado a unas clases de chotis, por información de unas castizas que lo bailan muy bien. Quizás coincida en ellas, con el primer edil y su mujer, dado que, en el baile de bodas, el chotis bailado fue manifiestamente mejorable.
Queridas María Eugenia y Julia:
ResponderEliminarEs un gusto veros de chulapas en esa Plaza Mayor honrando a nuestro patrón, San Isidro. Estáis guapísimas!! Y la crónica, magnífica. Mil gracias.
Carmen Palomero
Simpatiquísima nota !!!Gracias por transmitir tan agradables impresiones !
ResponderEliminarFantástica nota y q guapas chulaponas !!! Ya le reenvié la nota a Pablo para q vea la fiesta de San Isidro !!!! ADRIANA ZAPISEZ
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ResponderEliminarJulia Marina: Que viva San Isidro y que viva Madrid !!!
Me ha gustado veros de chulapas