En su octogésimo cumpleaños.
El primer llanto de vida incipiente
de aquella criatura,
fue la voz que luego clamará alta
sobre los estrados.
Contundente y clara; concisa y mordiente.
Honesta abogada.
…Era por mayo. Y ese primer llanto
buscando la vida,
inundó el hogar. Corazón latiente
tras la incertidumbre.
Lágrimas de gozo mojaron el rostro
de un padre orgulloso,
del hombre feliz, tenaz y prudente.
Le enseñó el oficio
su ángel guardián de entonces y siempre.
Y aquellos valores
que la convirtieron en mujer sapiente,
en mujer cabal:
justicia, prudencia, fe y lealtad.
Le movió, no obstante,
el fervor profundo por las bellas artes.
Su inicial pasión.
Buscar la sutil belleza en la parte
oculta del alma.
La quietud de un lienzo en que desvelarse
una mariposa
que traza bucles de luz para posarse.
O el arte mural,
donde quiso Sancho inmortalizarse
junto a los cabreros
mientras don Quijote escucha un romance.
Es luchadora, fuerte y activista.
Grano de mostaza
ha sido su fe, su anhelo humanista.
Removió prejuicios,
recelos, odios y envidias machistas.
Eran nuevos tiempos.
Joven, soñadora y fina jurista,
creyó en la justicia
como cree en Dios, buena y altruista.
Por ella luchaba.
Por ella sigue siendo una idealista
de la causa humana.
La toga es su coraza de agonista.
La ley su estandarte.
La tenacidad su arma pacifista
Mujer abnegada.
Se dio, generosa, a gentes sufridas
de Dominicana.
Tras el huracán, que segó las vidas
de tantas personas,
forjó con su ayuda y filantropía
un lema de honor:
que puede más la busca que la huida.(*)
Y vivió y buscó
cómo regalarles una vida digna.
Aún hoy, la recuerdan.
Y su alma llora por la injusticia
que les oprime,
como baldones, en su piel prendida.
Ahora, sobre la repisa del tiempo
-que nunca es perdido-,
acoda, reflexiva, sus recuerdos.
Mira pasar las nubes
columpiadas en los retazos del viento.
En esos meandros
donde toda una vida son versos
dictados al aire,
ella nos habla de amor y de aprecios.
Toda ella es bondad,
es corazón puro y franco y abierto.
(*) Adaptación libre de un verso de Claudio Rodríguez de su poemario “Don de la ebriedad”
Carmen Valero Espinosa, flores a primera hora, en su cumpleaños
Felicidades Carmen.
ResponderEliminarFelicidades Tita
ResponderEliminar¡Muchas Felicidades, Carmen!
ResponderEliminarCurro Arriola
Donde mas trabajo fue enHaiti y Republica Dominicana con las Vedruna
ResponderEliminarY con la directora de Caritas Dominicana en la isla Mariana Marrero. Llevo alli a su amigo Manuel Diaz Ferran y a su madre a pasar temporadas a Punta Cana.y
Lps haitianos con el padre Duber y el padre Avelino y su amigo Jorge Cela y las hermanas De la Cruz forjaron un equipo.Tambien la ayudo su amiga Ines de Mateo sobre todo en Haiti y se me olvidan cosas. La llamaban Gorda Blanca
DIOS LA BENDIGA.