Del libro: Los Ortega. Imágenes de toda una vida. De pie, de izda a dcha: Eduardo, su primera mujer y Manuel, el pequeño de los Ortega. Rafaela es la que está a la derecha de su madre debajo
Julia Sáez-Angulo
31/7/24.- El Escorial .- Rafaela Ortega y Gasset, hermana del filósofo, autor de “La rebelión de las masas”, pasó sus veraneos y algunas estancias más en San Lorenzo de El Escorial, junto a sus padres, Dolores Gasset y José Ortega Munilla, y sus tres hermanos: Eduardo (1882), José (1883), José (1883) y Manuel (1885). Ella conocía bien por tanto la historia del Real Sitio, la riqueza y belleza del Real Monasterio y la grandiosa naturaleza de la sierra de Guadarrama, tan ensalzada por los Ortega y otros intelectuales madrileños. Una placa recuerda en San Lorenzo, la casa en la que vivía la familia.
Rafaela Ortega y Gasset (Madrid, 1884-1940) fue con los años una mujer muy comprometida en lo social y lo religioso de la sociedad madrileña del momento, colaboró estrechamente y por igual con la Residencia Teresiana del Padre Poveda, de confesión cristiana, fundada en 1911.y la liberal Residencia de Señoritas, fundada en 1915 y dirigida por María Maeztu, aconfesional o laica, dependiente de la Institución Libre de Enseñanza (INLE). Ambas Instituciones tenían como objetivo preparar y llevar a la mujer a los estudios de las carreras universitarias.
Mujeres para el Diálogo, institución presidida por Giovanna de Calderón ha convocado este verano un certamen para descubrir o difundir la trayectoria de una mujer que haya llevado a cabo una tarea profesional digna de subrayarse. Rafaela Ortega y Gasset educada en ambiente intelectual, incluso aristocrático, bien merece la pena por su tarea de presencia, colaboración y gestión en dos instituciones tan importantes en la promoción de la mujer universitaria como fueron la Residencia Teresiana y la Residencia de Señoritas, que dieron nombres femeninos de relieve en la cultura española.
Las mujeres de hoy, dentro de la sociedad en general, están llevado a cabo una buena tarea de descubrimiento y reivindicación de otras mujeres en la historia, que fueron preteridas por el hecho de ser mujer. Véase si no, la actitud de algunas Academias como la de la Lengua (a la que se admira por otras aportaciones), capaz de dejar fuera nombres femeninos como el de Concha Espina o Rosa Chacel. Actualmente trata de compensarlo con ingresos de mujeres en su sede. Por ello, es bueno traer a primer plano aquellos nombres olvidados para denominar bibliotecas o centros culturales como Ernestina de Champourcín, Gloria Fuertes, Elena Semprún…
El Museo Nacional de Mujeres en las Artes (National Musium of Women Artists, NMWA) en Washington se fundó por Wilhelmina Holladay y su esposo Wallace en 1981, al adquirir en Europa una magnífica pintura de la hispano-flamenca Clara Peeters (1594-1621) y descubrir que la mujer había sido una marginada en el mundo de las artes. Recientemente me ha llegado una noticia conectada: El Museo Meadows de la Universidad Metodista del Sur (SMU) ha anunciado la adquisición de dos obras de mujeres artistas artistas del siglo XVII: un bodegón de Josefa de Ayala (c. 1630-1684) y una cruz de celda pintada de María Josefa Sánchez (activa entre 1639 y 1652).
Volvamos a la vida y trayectoria de Rafaela Ortega y Gasset que nos ocupa. De ella me puso en pista el historiador e investigador Carlos S. Tárrago, que está escribiendo un libro sobre el hermano Eduardo Ortega y Gasset, periodista, escritor, abogado y Fiscal General, tan desconocido como otro hermano, Manuel, que tradujo a Dickens. Son los tres hermanos, casi ocultos, sepultados por la fama del filósofo José O. G. que los eclipsó.
Rafaela O. G. fue importante por su trabajo de presencia, trabajo y colaboración tanto en la Residencia Teresiana como a Residencia de Señoritas, de esta manera puso de relieve que no era incompatible la creencia religiosa cristiana con la tarea de una institución liberal como era la Residencia de Señoritas. La convivencia y el respeto por ambas fundaciones es un ejemplo de coexistencia y concordia en medio de la dura confrontación catolicismo-laicismo del momento. La Biblioteca de Ortega Munilla, padre de los cuatro hijos, estuvo siempre a disposición de la Residencia Teresiana, dada la vecindad de los pisos cercanos de ambos.
Entre las mujeres más destacadas de la Residencia Teresiana, fundada por el P. Pedro Poveda, destacaron Carmen Cuesta, Josefa Segovia o María de Echarri (1878 -1955), esta última nacida en San Lorenzo de El Escorial, de la que hablaré otro día.
El nombre de Rafaela O.G. estuvo también muy cerca de la pedagoga y directora de la Residencia de Señoritas María de Maeztu, donde destacaron residentes como la pintora Delhy Tejero o la periodista Josefina Carabias… con profesoras como María Goyri, María Zambrano, Dolores Franco Manera (esposa de Julián Marías) o Maruja Mallo y con participantes, como Zenobia Camprubí, Gabriela Mistral, Victoria Ocampo, Clara Campoamor…
Todas ellas en el pabellón interior de la calle Fortuny, cercano al paseo de la Castellana, hoy sede de la Fundación Ortega-Marañón, recientemente remozado.
Gracias a la labor de otra mujer de la familia, Soledad Ortega Spottorno (1914 - 2007), hija del filósofo José O. G., y el profesor Vicente Cacho Viu, se conservó completo el archivo de la Residencia de Señoritas, que guarda memoria epistolar de María de Maeztu y otras profesoras, con personajes literarios de la Generación del 98. Soledad Ortega, contribuyó a resaltar el papel de la mujer en la cultura y fue impulsora de importantes proyectos culturales junto a su hijo José Varela Ortega, que dirigió hasta hace poco la Fundación Ortega-Marañón.
Soledad Ortega Spottorno presidió de forma activa la Asociación Española de Mujeres Universitarias. También fue veraneante en El Escorial. Sus últimos años lo hizo en la Residencia San José, de los Sagrados Corazones. Yo la veía, porque era vecina. ¿O era Simone Ortega la autora del libro best-seller "1080 recetas de cocina" (1972), la esposa de José Ortega Spotorno? ¡Ah, la memoria!
ResponderEliminarJaime Siles Ruiz : A comienzos de los años ochenta del pasado siglo fui secretario de redacción de la "Revista de Occidente" y trabajé a las órdenes de Doña Soledad Ortega, una guapa guapísima y de gran elegancia. Fui invitado numerosas veces a su casa y conservo de ella un recuerdo imborrable. Como veo que te interesan las mujeres intelectuales, no sé si conoces mi libro "Cinco escritoras, cinco escrituras", que ha sido traducido al inglés, y en el que me ocupo de María teresa León, María Zambrano, Carmen Conde, Ernestina de Champourcin y Clara Janés Cordiales saludos, Jaime