ENRIQUE MARTÍNEZ, cumpleaños, recital y grafolología

*Próximo homenaje a la poeta Fina de Calderón en el Ateneo de Madrid

Giovanna Calderón y Enrique Martínez, anfitriones y dioses lares

Julia Sáez-Angulo

Fotos: Luis Magán

21/11/24.- Madrid.- A los adultos nos gustan los cumpleaños más que a los niños, a juzgar por lo que me gustan a mí y a los que me rodean. Todos nos juntamos y lo pasamos bien con la conversación y las risas. En esta ocasión ha tocado el cumple de Enrique Martínez, que no lo celebra o no le gusta celebrar, porque lo que más le gusta es pasar el día tranquilo. Pero su mujer, Giovanna de Calderón no lo consiente y convoca a los amigos para celebrarlo; puestos en acción Enrique lo celebra y lo disfruta. 

    Como es un buen chef Enrique nos recibe con un amplio y variado buffet de cremas y verduras, jamón, queso, humus, sushi, tortilla de patata que la gente adora, pero que yo difícilmente encuentro a gusto, porque todas me parecen al estilo Betanzos y detesto ver el más mínimo huevo crudo. 

    Pero volvamos a los cumpleaños, que parecen más abundantes en este último trimestre, lo que me ha llevado a reflexionar un poco y comprobar que todo viene de los meses de primavera que la sangre altera.

    Al final de la cena, Giovanna de Calderón leyó un bello poema de Borges y un soneto escrito ex profeso a su marido, que todos aplaudimos.

    Con Pascual Osa, uno de los invitados, recordamos que el domingo dirige el Requiem de Mozart, con la orquesta Filarmonía de Madrid.

    En la tertulia que siguió a la cena, se habló del controvertido personaje de Cristóbal Colón, de la actuación de Hernán Cortés en México, de la vuelta al mundo y tornaviaje de Magallanes y Elcano y, por supuesto, de las tres mujeres claves en la presencia española en América: Isabel la Católica, Malinche y la Virgen de Guadalupe.

    Sobre la marcha se recordó la anécdota de Giovanna de Calderón, pidiéndole, en su día, a Hugo Chaves, presidente de Venezuela, que permitiera la extradición a España de los etarras en su país, porque eran unos asesinos. Dos fotografías lo corroboran. 

    Giovanna recordó que una de sus abuelas era venezolana. Lo mismo recordaba su madre, la poeta Fina de Calderón, para la que habrá un homenaje en el Ateneo madrileño a finales de enero de 2025.

    Con Candy Sanz Denche, perito gráfico y fundadora del Instituto Español de Grafología, nos habló con mucha gracia y humor de su disciplina, de la “importancia de la “g”, en grafología, de sus experiencias en el Ateneo de Madrid, en México…     Mayte Spínola y Luis Magán pasaron con su escritura por su análisis. El resultado fue óptimo para los aludidos.