L.M.A.
Fotos: Luis Magán
15.12.2024.- yer sábado día 14 no recibió Carolina Andrada y su madre Leticia en su maravilloso estudio del centro de Madrid para rendir un emocionante y sentido tributo a la figura de su padre Jorge Andrada Ruiz (1945-1995), fallecido en España a la temprana edad de 50 años, en 1995.
Andrada Ruiz inolvidable, artista plástico que trabajó la pintura y la escultura con una delicadeza, fuerza y trascendencia digna de mantener todavía hoy absoluta vigencia. Fue recordado en palabras de su hija
Carolina, así como en un poema de una reconocida poeta bonaerense leído por la psicóloga y también poeta Romina Alves de igual manera Fernando de Saavedra, gran amigo de la soprano, más de 100 invitados luciendo las mujeres hermosos vestidos y los hombres elegantes y comedidos trajes pudieron disfrutar de un entorno montado por Saavedra de una delicadeza y elegancia dignas del estudio de Andrada.
Rodeados de la belleza creada en vida por Jorge Andrada Ruiz, que colgaban de las paredes del magnífico estudio de su hija para recordarnos su aportación al arte en la corta vida que tuvo murió apenas cumplidos los 50 años.
Los invitados disfrutaron de los manjares distribuidos, las diferentes mesas decoradas con una elegancia señorial hasta la medianoche. Todos tuvieron la fortuna de poder escuchar el O mio babbino caro” de la ópera Gianni Schicchi, de Giacomo Puccini. De igual manera, intervino un tenor amigo de la querida soprano, interpretando o Sole mío la elegancia y belleza de las mujeres contrastó con la postura de los caballeros.
Entre los invitados estaba la pintora Adriana Zapisek, la comunicadora Lola de Rodríguez; el General, en jefe de la guardia civil José Luis Arranz, medalla de oro de Mayte Spínola, así como su esposa Julia, una digna representación de la asociación de mujeres diplomáticas Arquitecto Luciano Moreno, así como Susana Arregui, responsable de movimientos del arzobispado de Madrid y su querido e impresentable esposo que apareció con zapatos amarillos, perseguido por la justicia y la hacienda pública Luis Magán Moreno.
También estuvieron el sobrino de la reina Fabiola Alfonso Ruiz de Ojeda, Lucía Viñuela marquesa de Canero e hija de la científica Margarita Salas, Regina Revilla presidenta de la fundación Carmen y Severo Ochoa, el Rector de UDIT, la Universidad de Diseño y Tecnología, Gonzalo Barbadillo de las bodegas Barbadillo de Sevilla, una periodista de La COPE, y mucha más gente interesante.
Andrada Ruiz, Jorge
Nacido en Chilecito, provincia de La Rioja (Argentina) el 2 de enero de 1945 y fallecido el 18 de mayo de 1995 en España. Fue su primer maestro de pintura Angel Osman Páez en la Escuela de Dibujo de la Escuela Normal Joaquín V González de Chilecito.
Cursó estudios en la Escuela Provincial de Bellas Artes Figueroa Alcorta de Córdoba y en Buenos Aires, donde se estableció en 1978, con prestigiosos maestros. Expuso desde 1972 en forma individual y colectiva en Buenos Aires, en ciudades del interior de Argentina y en España. Participó en el Salón Nacional y en provinciales.
Entre las muestras individuales que realizó destacan, las del Centro de Arte y Cultura de Buenos Aires; en Galería Vuelta de Rocha en 1970 y en varias ocasiones en Galería de Arte Rubinstein de Mar de Plata. Se instaló en España en 1978 combinando su residencia entre Madrid y Elche, donde realizó numerosas exposiciones y obtuvo importantes premios.
La imaginación de Jorge Andrada Ruiz no deja de recorrer una y otra vez aquellas calles polvorientas de Chilecito, por donde transitara su infancia apresando imágenes y cosechando. Su postimpresionismo luminoso, en su estancia europea se fue abstractizando hasta arribar a un informalismo expresionista, pero conservando su paleta clara, viva y cargada.
CAROLINA ANDRADA: Mis queridos amigos y familia presente, gracias de todo corazón por venir el sábado al homenaje a mi padre, Nicolás Jorge Andrada Ruiz (1945-1995) Fue más que especial y entrañable para nosotras sentir que nos acompañabais ❤️ Gracias por vuestras palabras y sobre todo por el gran cariño de todos.
ResponderEliminarOs relato, a la manera de cuento, un poco más de como se materializó este homenaje:
“Érase una vez, durante el periodo de la pandemia, mientras yo me recuperaba en la cama, una noche soñé que mi padre llegaba a mi casa estudio a las 5:00h de la mañana (se fue a los mundos de luz cuando yo tenía 12 años, pero ha venido a visitarme en sueños unas cuantas veces…) aparcaba un volkswagen escarabajo antiguo en el patio y sin decir nada comenzaba a sacar una escultura grande. De repente me desperté sorprendida, porque escuché que alguien llegaba (pues en mi sueño me encontraba durmiendo también). Me levanté y fui hacia la puerta y al abrir, para mi gran sorpresa, encuentro a mi padre descargando cuadros y obras de todo tipo; con un gesto de paz en el rostro, pero sin hablar, me mira y me da a entender que quiere exponer en mi estudio. Apareció también un ayudante suyo, que parecía de plena confianza, un señor a quien yo no conozco en la tierra, y que tampoco hablaba, pero era fiel a los movimientos de mi padre. Ambos comenzaron a medir el espacio de mi sala y a señalar los espacios para colocar los cuadros.
Me desperté “de verdad” y supe que tenía que hacer una exposición con la obra de mi padre lo antes posible.
Hace apenas dos meses estando Fernando en mi estudio, estábamos mirando obras en el “guarda cuadros”, y poniendo una mano sobre un cuadro grande de mi padre me pregunta por los cuadros de Andrada Ruiz y me dice: ¿porqué no le hacemos un homenaje en Navidad? Yo, que no le había contado mi sueño todavía, sentí que mi corazón me decía con determinación: “ha llegado el momento”.
Así fue como comenzamos a trabajar en la selección de las obras, los enmarcados, los entelados de varios cuadros grandes, la restauración de algunos, las narrativas, que debido al ajetreo no pudimos leerlas, la selección de la vajilla, pues el color favorito de mi padre era el verde, y por eso elegimos una vajilla de porcelana de Macao pintada a mano con tonos verdes y rosas muy antigua y preciosa. Se colocaron faisanes y algunas otras aves en el árbol y en la mesa porque mi padre amaba la naturaleza y los animales, elegimos un menú gallego, en el sentido literal de la palabra, que elaboraron y trajeron desde Galicia, de parte de la familia de Saavedra: las vieiras, zamburiñas, solomillos, empanadas y todo tipo de postres, porque el origen del apellido Andrada es gallego.
Se creó un modelo degustación y una narrativa especial “Huevos Trufados en forma de cubo con Jalea de Jengibre, Limón y Naranja Agria Jorge Andrada” se sirvieron individualmente y tenían aspecto cuadrado, y un sin fin de cosas más…
No hemos tenido mucho tiempo -espacio-acción, pero lo más importante ha sido el amor puesto en todo ello, el tiempo, la dedicación y el trabajo en equipo por parte de Fernando, mi madre Leticia, David y yo para que este acontecimiento fuera mágico y fraterno.
Un abrazo muy fuerte.
Carolina